Wednesday, December 29, 2010

Primeros apuntes sobre el gasolinazo

El gasolinazo es una medida tipicamente neoliberal en la forma y en contenido. Como en pasado el incremento de los precios se lo hace un día después de la Navidad, cuando la sociedad esta desmovilizada y en recogimiento espiritual. Se utiliza el decreto supremo y el mecanismo de mercado para corregir los precios de los derivados de los hidrocarburos. También como en el pasado neoliberal, usan eufemismo para encubrir la medida. El 21060 al despido de 30 mil mineros se llamó de relocalización, hoy el gasolinazo se denomina de reajuste o sinceramiento de precios.

Politicas de shock, como el gasolinazo, afectan las expectativas de Los agentes economicos, especialmente en un pais que tuvo una hiperinflacion. Negar medidas como hizo el gobierno afectan la credibilidada del gobierno. Hay tener mucho cuidado con esto.

El gasolinazo es contradictorio, por una parte se justifica para combatir el contrabando de gasolina y diesel, pero no se toca el precio del GLP, que es el producto que más se comercial ilegalmente con otros países.

El fuerte ajuste de precios de la gasolina y el diesel se da en un contexto donde el gobierno decía que estábamos en una inédita bonanza fiscal y económica. Al parecer no nos han dicho toda verdad y los problemas fiscal en el 2011 serán difíciles. Al parecer no están garantizados los recursos para los bonos para los niños, las mujeres y los ancianos.

El gasolinazo revela los problemas de la política energética y las ineficacias de YPFB, Bolivia una potencia gasífera tiene que importar gasolina y Diesel, por falta de inversiones en el sector petrolero. La mala administración de la nacionalización ahora debe pagarla la gente. Después de 5 años de gestión deberíamos tener la suficiente producción de líquidos para abastecer el mercado interno.
El reajuste de precios de los hidrocarburos tendrá efecto inflacionario fuerte los primeros meses de 2011. La tasa de inflación ya esta alta al terminar el 2010, el indice general de precios creció a mas del 6 por ciento, el precio de los alimentos sobrepasa el 11 por ciento. Este es un duro golpe a los salarios de la gente, especialmente la más pobre. Resta saber que políticas anti-inflacionarias se adoptaran. ¿ una mayor y más veloz apreciación cambiaria? ¿Políticas monetarias más contractivas? ¿Políticas fiscales más restrictivas?
Los subsidios a los hidrocarburos no pueden ser eliminados por medidas neoliberales, con políticas de choque que estaban en el baúl de las malas ideas. Un verdadero proceso de cambio concerta y negocia con los actores del desarrollo medidas gradualista para resolver el problema de las subvenciones. Estos reajuste no deberían ser traumáticos, y debería estar en el marco de una política productiva más amplia. Además debería de ser acompaña de acciones que protejan a los más pobres de la sociedad, por ejemplo con la creación de cupones de transporte.
El aumento del diesel y la gasolina restaran competitividad a las exportaciones bolivianas especialmente las no tradicionales, que ya viene sufriendo con la apreciación cambiaria.

Sunday, December 12, 2010

La guagua holandesa bajo las faldas de la suegra FMI

Autoridades del Gobierno han entrado en el debate sobre la evolución del tipo de cambio. ¡Enhorabuena! La discusión sobre temas económicos es un espejo que refleja la pluralidad de ideas en democracia, nos permite también comprender que los cambios en curso en el país pueden recorrer varios caminos alternativos.

La pregunta que ha suscitado el debate es si la economía boliviana está con algunos síntomas de la enfermedad holandesa (EH), es decir, si el tipo de cambio real está perjudicando al sector industrial y productivo nacional que no incluye las actividades vinculadas a los recursos naturales.

Para hacer esta evaluación de la EH no se puede tomar como referencia el comportamiento del tipo de cambio real de corto plazo (semanas o meses), sino hay que adoptar una mirada de mediano plazo por lo menos. Por ejemplo, comenzar el análisis a partir del momento que se produce el boom de exportaciones de recursos naturales, en nuestro caso, entre el 2004 y 2006. La apreciación reciente del tipo de cambio nominal (el que se ve en los letreros de las casas de cambio o bancos) es sólo una referencia parcial e incompleta. También hay que observar la tasa de inflación para ver qué paso con el tipo de cambio real, que mide la competitividad de un país.

Sorprende que los encargados de las políticas macroeconómicas sigan utilizando datos y citas del odiado FMI en pleno proceso revolucionario para reforzar sus argumentos de defensa sobre el tipo de cambio. Nuestras instituciones públicas deberían tener estudios propios para defender sus posiciones. Felizmente, los datos sobre la evolución del tipo real existen, sólo hay que mirarlos con cuidado y no ponerse bajo las faldas estadísticas y analíticas de la suegra FMI. Ahora si se trata de intercambiar figuritas de “segundas madres”, también se podría citar el trabajo sobre Bolivia: The Hydrocarbons Boom and the Risk of Dutch Disease, Eugenio Cerutti y Mario Mansilla también del FMI, que ya en el 2008, alertaba sobre el riego de EH, analizando sólo el sector hidrocarburos. Como buena suegra que se precie, el FMI dice cosas contrapuestas. Para agradar al buen yerno gubernamental, sostiene que el tipo de cambio real no está apreciado, pero en el texto citado, afirma lo contrario. Así que cuidado con apoyarse en esta señorona neoliberal.

Tipo de cambio

Veamos el comportamiento del tipo de cambio real entre 2004 y 2009, para ello se requieren dos aproximaciones. Primero, cuando uno observa el tipo de cambio real multilateral, la apreciación comienza en junio del 2008 y alcanza su máximo pico en febrero del 2009, cuando se llega al 18% de pérdida de competitividad; posteriormente, los grados de apreciación se redujeron pero se mantuvieron hasta septiembre del 2010. Segundo, cuando se analiza el tipo de cambio real respecto a nuestros vecinos, destino importante de nuestras exportaciones, se concluye que entre el 2004 y 2009, el cambio estuvo apreciado con diferentes intensidades, en el primer año la apreciación era del 15,97%. Después este índice bajo su porcentaje a 8,3, 5,44 y 6,99 en los años 2005, 2006 y 2007, respectivamente. Finalmente, la apreciación real se disparó a 16,43% en el 2008, y a 24,85% en el año 2009. Sólo en el 2010, se inicio el proceso reverso porque los principales sociales comerciales, del barrio latinoamericano, apreciaron sus monedas. No es difícil concluir que durante este periodo, los exportadores de manufacturas jugaron con varios goles en contra, era la enfermedad holandesa haciendo de las suyas.

La teoría dice que no hay EH cuando la industria manufacturera crece más que la industria de servicios. Las autoridades del área económica muestran que en Bolivia la actividad manufacturera creció en un 5% en el periodo 2004-2009, en cuanto, los servicios sólo se incrementaron en un 3%. Conclusión apresurada: “hay está pues, no hay EH”. Pero como recomiendan en mi pueblo, “calmallawa, santus fletanaka” (traducción libre, con calma nomás que los santos de la procesión son fletados). En este caso es recomendable desagregar los datos sobre la industria, evaluar que pasó con sus exportaciones en detalle y ver todos los servicios, en especial construcción.

Menos dinamismo


Evidentemente, el sector manufacturero creció pero jalado por actividades vinculadas a los minerales y el petróleo. Industrias de poco valor agregado que producen productos de refinación de petróleo y minerales no metálicos. Textiles, prendas de vestir o productos de madera perdieron dinamismo. Típico síntoma de EH que inhibe a la producción nacional que no es recursos naturales y/o mata, en huevo, el desarrollo de empresas productivas. Según Fundempresa, la mayoría de los emprendimientos en los últimos cuatro años están en el sector servicios y comercial. Las industrias manufactureras son sólo el 12% de total.

El cambio del perfil de las exportaciones es más obvio todavía. Primero, en el periodo 2004 – 2009, la economía boliviana volvió a registrar una reprimarización de las exportaciones. Como en los años 30, el 80% de nuestras ventas al exterior son recursos naturales y tan sólo un 20% exportaciones no tradicionales, entre las que se cuentan las manufacturas.

Segundo, el incremento de las exportaciones manufactureras también están vinculadas a metales y algunos cereales. Entre el 2004 y 2009, productos textiles y otras manufacturas bajaron por la apreciación del cambio real y la pérdida de mercados externos. Otra vez la bendita EH.

Además cabe revisar el dato que los servicios crecieron en un 3%. Llama la atención que en el análisis oficialista se excluya las actividades de construcción, un típico sector no transable, que en este periodo creció a tasas superiores al 10%, claro síntoma de la dolencia económica holandesa. Además se debe incluir en el análisis la explosión de los servicios y el comercio informal en el último quinquenio. Estas actividades se comieron a la precaria industria local.

Habría que organizar un tour de autoridades, en minibuses chutos, por la Feria 16 de Julio en La Paz, la Cancha en Cochabamba y La Ramada en Santa Cruz para que descubran el tamaño de nuestra economía informal.

En línea con lo anterior, para un diagnóstico certero de la EH, se debe ver el comportamiento de las importaciones formales e informales. Éstas eran de 1.920 millones en el 2004 y en el 2010 sobre pasaran los 5.000 millones de dólares. Esta es una avalancha de competencia desleal a nuestra incipiente producción nacional patrocinada por un tipo de cambio real apreciado. Dígase de paso ésta será un Navidad made in China, gentileza del Papa Noel cambiario.

Hoy como ayer (2007-2008), se adujo, desde la cima del poder, que la apreciación cambiaria real era para combatir la inflación importada especialmente de alimentos. Pues la efectividad de esta medida es dudosa, los tercos datos muestran que en este periodo la inflación de alimentos estuvo cercana al 20%, y las mini apreciaciones de final del 2010 aún no surten efecto, los precios en noviembre siguen en ascenso.

Fracaso

La explicación para el fracaso podría ser que, aunque las apreciaciones cambiarias abaratan los productos externos, la estructura monopólica e informal de los importadores y de la logística de distribución hace que estos no rebajen sus márgenes, por eso los bienes no llegan más baratos al mercado local. Emapa, la importadora estatal de alimentos, aún no compite eficientemente. En términos más técnicos, el pass-through de la apreciación cambiaria no es completo. Resultado, invasión de importados legales e ilegales. El virus de la EH ataca a la industria nacional. Sobre el tema del empleo, habría que estar ciego para no ver que el boom de la construcción, de la minería y el comercio ha creado los miles de empleos y que niveles salariales también subieron, aunque aún exista mucha precariedad laboral. El hecho es que la mano de obra esta más cara y que los sectores productivos, PYMES, tienen dificultades de conseguir personal más calificado, lo que afecta su productividad. Otro síntoma claro de EH.

Finalmente, el Gobierno saca pecho por las reservas internacionales acumuladas, el superávit público y el exceso de liquidez en el sistema bancario privado. Más de 13.000 millones de dólares, imagínese esto en billetes de 100 verdes, es una cantidad brutal de plata, pero otra forma de ver estos recursos es como: no caminos, no escuelas, no hospitales, no empresas productivas, no infraestructura. Es dinero en la vitrina que a nuestros políticos les encanta exhibirla, delante de una sociedad pobre. En realidad parte de estos recursos deberían estar apoyando una revolución productiva combatiendo estructuralmente la enfermedad holandesa y diversificando exportaciones.

Sunday, December 5, 2010

Tropa de elite

Hace algunos años atrás salió una película brasileña que tenía un sugerente título: Tropa de elite; en la cinta, fuerzas especiales de la Policía del estado de Río de Janeiro le sentaban la mano a los narcotraficantes y delincuentes sin medida ni clemencia, repartían tiros y sopapos frente de una audiencia carioca que aplaudía frenéticamente las acciones represivas. En los cines del vecino país, a cada incursión de la Policía, se escuchaban vítores entusiastas. Pocas veces asistí a un filme donde existía participación de la gente, daba la impresión de que la platea quería entrarse a la pantalla gigante para impulsar al capitán Nacimiento, uno de los héroes del filme Tropa de elite. Woody Allen, en su película La Rosa Púrpura del Cairo ya había jugado con este sueño, un espectador que se levantaba de su butaca e ingresaba a la cinta y comenzaba a interactuar con los actores y se hacía parte de la trama. Pues bien, en la guerra iniciada en Río de Janeiro, en las favelas del Complejo del Alemán, fueron más allá de la ficción, porque permitieron que millones de personas, a través de la magia de la televisión, en algunos casos, y en otros al vivo y en directo, vivieran intensamente la reconquista de territorios urbanos tomados por los bandidos. En este caso, la película, Tropa de elite, se salió de la pantalla, y puso a correr a escuadrones de narcotraficantes con un apoyo y participación masiva de los cariocas. En efecto, una encuesta reciente revela que el 88% de los ciudadanos de la Ciudad maravillosa apoyó las acciones conjuntas de militares y policías. Pero, ¿qué conexión existe entre esta guerra urbana y las relaciones bilaterales Bolivia – Brasil? Primero, se ve con claridad que el Estado brasileño ha decidido atacar con fuerza al complejo problema del narcotráfico. Debe cambiar la imagen de sus ciudades rumbo al mundial de fútbol. Segundo, el tráfico de estupefacientes en las ciudades grandes de Brasil es sólo uno de los eslabones del negocio; el consumo de drogas está conectado con la producción de éstas, en otras partes del continente sudamericano y, por supuesto, con la producción de cocaína en Bolivia. Tercero, no es difícil imaginarse que si hay consistencia y coherencia, en la estrategia brasileña en la lucha contra el narcotráfico, ésta se traducirá en acciones de política exterior respecto a este tema. Cuarto, el asunto del narcotráfico, que en el pasado tuvo un peso menor en la relación bilateral, con el nuevo gobierno de la Presidenta Dilma entrará a la agenda entre Bolivia y Brasil, con mayor dinamismo. Quinto, Brasil es el principal mercado para nuestro gas natural con el que además compartimos una frontera gigantesca.Sexto, por lo tanto, nuestra Cancillería debe estar preparada para un giro de forma y contenido en la relación bilateral, con la potencia emergente que es el vecino. Las acciones de la Tropa de elite tendrán repercusiones por estos lados.

Wednesday, December 1, 2010

ENTREVISTA COMPLETA

ENTREVISTA DE GONZALO CHAVEZ COMPLETA. PARTE DE ESTA SE PUBLICO EN PAGINA 7
Gonzalo Chávez, economista, muestra la fotografía y la tomografía de la Economía Boliviana
“Le estamos dando la espalda a la bonanza”
Dice que con tantos recursos la economía boliviana debería estar creciendo al 10%, generando mucho más empleo y siendo más efectivos en la lucha contra la pobreza. Los bonos ayudan pero no son suficientes.
¿Cómo podemos definir el año que termina en términos económicos?
Yo creo que ha sido un año donde nuevamente la fotografía macroeconómica de Bolivia se mostró razonable desde varias perspectivas. Pero los indicadores tradicionales (inflación, crecimiento, desempleo) no muestran una inflexión respecto al pasado. La foto macro es muy parecida al periodo neoliberal, tal vez esto explica el entusiasmo del Fondo Monetario Internacional, con los resultados de corto plazo. Al parecer, le dicen al gobierno boliviano que lo está haciendo tan bien como los neoliberales y eso preocupa. Las políticas macroeconómicas deberían estar más sintonizadas con el cambio productivo.
Ahora cuando uno ve la tomografía, se ven viejos problemas estructurales, y otros nuevos. Seguimos dependiendo del 80% de exportaciones tradicionales (recursos naturales), existe una reprimarización de la estructura productiva, escaso capital humano, debilidad institucional, crecimiento gigantesco de la economía informal, ninguna innovación tecnológica, baja calidad de empleo, poca diversificación e industrialización, bajos niveles de productividad tanto en el sector público como privado. Este era el momento de hacer saltos cualitativos y hacer una transformación productiva, competitiva y diversificar el aparato productivo y las exportaciones. Como nunca en la historia económica de los últimos 50 años hay una bonanza externa espectacular que se refleja en el superavit fiscal y comercial, tenemos 10 mil millones de dólares de reservas internacionales. En suma, la fotografía macroeconómica es muy tradicional, y la tomografía muestra viejos achaques.
El crecimiento del producto este año va a estar alrededor de 4.5%, es una tasa de crecimiento económica bonsái, para la enorme cantidad de recursos que se tiene es baja y muy parecida al periodo neoliberal, tampoco superó el capitalismo de Estado de los años 60 y 70. Comparada con la región también es modesta. En el 2010 el Paraguay crecerá al 10%, Brasil 7.5%, Perú 7% y nosotros volvemos a repetir una tasa de crecimiento de largo plazo muy enana. Cuando vemos los primeros cuatro años de gobierno de Morales, el promedio está alrededor de 4.7%, y si la comparamos al periodo de auge neoliberal del 95 al 98, es similar. Desde los años 80 tenemos un techo de crecimiento económico.
Por qué no superamos esta tasa de crecimiento?
Hace años el Banco Interamericano de Desarrollo hizo un estudio donde decía que se necesitaban 130 años para que Bolivia alcance el ingreso per cápita de Argentina del año 2000, si es que la tasa de crecimiento estaba entre 4.5% y 5% al año. Entre el 63 y 67, el crecimiento fue 6.29%, del 68 al 72, crecimos al 5.57%, en el auge del capitalismo de Estado, entre el 73 al 77, crecimos al 5.75% en promedio anual. El 2010 no hemos roto estos techos históricos ni en periodo neoliberal ni en el neoestatista. La explicación no está en la foto, están en la tomografía, en los problemas estructurales ya mencionados.
¿Entonces, cómo se explica el crecimiento de corto plazo?
En estos últimos años, el crecimiento fue jalado en gran medida por el consumo externo. Como nunca las exportaciones fueron, en el 2008, de casi 6 mil millones de dólares, después bajaron a 5 mil millones por la crisis internacional y este año probablemente estén por encima de los 7 mil millones. Esto se explica por lo que está pasando en China, India, Brasil, cuyo crecimiento económico produjo altos precios del estaño, el oro, la plata y otros minerales. En el decenio que va de 1999 al 2009, las exportaciones de recursos naturales crecieron en 16 por ciento. Este es un fenómeno de toda America Latina, que esta reprimarizando su economía, lo que nos hace muy vulnerables a los vaivenes del mercado mundial.
En los últimos dos años, el gobierno ha promovido la demanda interna especialmente con bonos, mayor inversión pública, para contrarrestar la crisis externa. En este contexto el consumo se disparó. Sospecho que estamos con burbujas de consumo, en varios sectores, uno de ellos el inmobiliario. Por lo tanto en el 2010, el crecimiento estuvo basado en el consumo interno y la recuperación de la demanda externa, pero no así en inversión productiva, especialmente la privada.

¿A cuánto llegó la tasa de inversión en periodos exitosos?
En el periodo neoliberal, la inversión total ha estado por encima del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) y ahora está alrededor de 16%. En los años 60 estuvo en torno al 20%. En el pasado neoliberal ascendente (95 al 99) hubo mayor inversión privada, de alrededor de 2.000 millones de dólares, de los cuales, 600 millones de dólares eran inversión pública, otros 400 millones de dólares eran inversión nacional y 1.000 inversión extranjera directa.
En el periodo post-neoliberal, la tasa de inversión pública aumentó de 600 a 1.400 millones de dólares y para este año se prevé 2.500 millones, habrá que ver cuanto se ejecuta. Se ha invertido la ecuación, ahora el Estado pone más plata pero ha disminuido la inversión privada nacional y extranjera. La inversión extranjera el 2010, debió llegar máximo a 500 millones de dólares. Haciendo las sumas, se ve que la tasa de inversión total también esta alrededor de 2.000 millones de dólares.
Entonces el problema, es que la tasa de inversión es muy pobre en ambos modelos. Más aún, con la enorme liquidez que hay en el país, deberíamos estar creciendo mucho más, pero no lo estamos haciendo, este era el momento para desatar las fuerzas productivas de la economía porque hay plata L e estamos dando la espalda a la bonanza y seguimos con una tasa de crecimiento parecida a los años 90 y que no supera la época de oro del capitalismo de Estado de los setenta.
¿Cuánto de liquidez tenemos?
Como 10 mil millones de dólares en el Banco Central de reservas internacionales, la banca tiene otros 3.000 millones. El fisco tiene un superávit de alrededor de 1%. Estamos hablando de 700 millones de dólares, fácilmente un 80% del PIB de recursos que están durmiendo.
Un país que tiene tantas necesidades no puede darse el lujo de tener tanta plata en las vitrinas, cuando tienes pobreza, baja productividad, desempleo, etc.
El modelo económico no está pudiendo canalizar ese éxito de riqueza a la inversión productiva y una parte se está yendo al consumo, que ayuda, pero tiene patas cortas.
¿Ese es el factor por el que no podemos crecer más?
Bueno, esta es una parte de la explicación, también le serruchan el piso al crecimiento los problema de gestión, la falta de políticas públicas e incentivos al sector privado, yo creo que es como si tuvieras a varios caballos que quisieran correr pero están amarrados. El sector privado no puede correr por falta seguridad jurídica, política, falta de mercados, el sector público también podría ir más rápido pero está contenido, especialmente a nivel local. Todos están reprimidos porque no tenemos estrategias productivas, sigue prevaleciendo en el modelo de desarrollo la industrialización de los recursos naturales. Hay un modelo de industrialización parecido al soviético de los años 50 con grandes proyectos, deberíamos estar apoyados en focos productivos, exportación de carne de llama, cereales orgánicos, agregación de valor a la madera, turismo, dinamizando a otros sectores donde están las pequeñas y medianas empresas. Hemos vuelto a la vieja historia de los recursos naturales y no podemos hacer una revolución productiva con esos recursos, pese a que ahora es el momento de hacerlo.
¿Nos afectará la inflación?
Este año estará en torno 5%, la de alimentos estaba en 7.6% a octubre, lo que causó la perdida de bienestar de la población más necesitada. Se ha sentido que la inflación le ha comido parte del salario. Cabe recordar que la inflación de alimentos afecta a los más pobres, porque los que ganan un salario mínimo destinan el 70% de sus ingresos al consumo de alimentos. Además hay la duda de que se este midiendo bien la inflación de alimentos, recordemos que le han puesto un amortiguador al índice de precios de los alimentos hace dos años, han bajado la ponderación del peso de los alimentos que era del 49% al 39%, pero la gente igual se da cuenta al comprar en los mercados, sienten en sus bolsillos.
La inflación te está reflejando nuevamente problemas estructurales que están en la tomografía, porque no ha crecido la frontera agrícola en varios productos, no habido apoyo efectivo a la producción nacional. Es verdad que hemos tenido una inflación asociada a precios más altos en el exterior, pero hace 5 años era el momento para hacer políticas de seguridad alimentaria, ahora no se puede llorar por la leche derramada.

¿Se están aplicando políticas para afrontar el desempleo?
Este es un tema difícil de analizar, el desempleo en Bolivia en el sector formal está alrededor de 7%, pero este indicador es valido sólo para un 20% de la población ocupada, el restante 80% sobrevive en el sector informal y ese es otro de los temas estructurales: parte del crecimiento económico masivo que se ha dado en el sector informal, vinculado al comercio, al contrabando, al narcotráfico. Son millones de personas que viven de la economía informal, donde no hay revolución, allí siguen las crueles fuerzas del mercado, el neoliberalismo extremo, ejemplos son la feria 16 de Julio en El Alto, La Cancha en Cochabamba, La Ramada en Santa Cruz, donde el capitalismo trabaja de manera desalmada, con jornadas laborales de más de 15 horas al día, los niños trabajan, no hay protección ni seguridad social, son empleos de sobrevivencia y de baja calidad donde hay mucha explotación. El crecimiento del comercio informal en parte se explica por la apreciación del tipo de cambio real que se dio entre el 2008 y 2009.
Yo creo que a Bolivia le ha dado la enfermedad holandesa que ocurre cuando tu tipo de cambio real tiende a apreciarse. La enfermedad holandesa es un mal económico que hace que el tipo de cambio sea definido por la venta de recursos naturales, perjudicando a las otras industrias tanto en el mercado interno (competencia vía importación barata) como externo (dificultad de exportar productos con valor agregado).
Un día el gas se hace gas, es decir, desaparece el choque externo positivo de ingresos vinculados a los recursos naturales y la economía se queda con una mano adelante y la otra atrás. Las secuelas de la enfermedad: desindustrialización y/o inhibición del desarrollo productivo. En otras palabras, la cabeza de tu economía ha crecido enormemente (recursos naturales) y sus patitas son delgaditas (aparato productivo) te ha dado la enfermedad holandesa.
El tipo de cambio, creo que ha sido equivocadamente congelado en los últimos años, quizás para controlar la inflación pero no para ayudar a nuestras exportaciones productivas no tradicionales. Además se fomentó artificialmente las importaciones.
¿Qué futuro le ve a la bolivianización en la economía?
El grado de bolivianización es interesante y puede ayudar a canalizar recursos nacionales a la inversión, pero se requiere otras políticas de apoyo institucional.
Las tasas de interés están bajando y eso está generando que haya más crédito, pero no va a la producción, porque hay incertidumbre política, jurídica. Más bien, las tasas de interés más bajas son el origen del boom de la construcción: por dos razones: una, el dinero no rinde en los bancos y por otra parte, los créditos se han abaratado, resultado, la gente esta invirtiendo en ladrillos, compra de departamentos y terrenos. Antes un crédito para vivienda estaba a 8% y ahora entre 5% y 6% en bolivianos o dólares y esto está presionando por el lado del consumo y de la construcción crece al 12% y tiene que ver con la política monetaria porque cada vez se ha vuelto más expansiva. El problema de eso es que sea una burbuja inmobiliaria. Hay que tener mucho cuido con esto. La gente no tiene otras opciones de inversión.
¿Y qué pasa con los microcréditos?
El microcrédito hace unos cinco años estaba en 500 millones de dólares, ahora está hasta en 1.500 millones de dólares. El 80% de esos prestamos son para servicios y comercio, es otro indicador del crecimiento informal. El desafió del microcredirto es volcarse al sector productivo.
¿Hay algunas medidas positivas?
Entre las cosas positivas que uno podría ver en términos económicos yo diría que los bonos son una gran cosa. En dos dimensiones: uno, la continuidad de la renta dignidad por más de 10 años, aunque le hayan cambiado el nombre y el financiamiento sea diferente, es una cobertura de seguridad social básica y universal para todos los bolivianos y bolivianas de la tercera edad. Eso es un logro de institucionalidad que se ha mantenido; eso tiene un efecto sobre los niveles de pobreza. Los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy son más chicos, pero tienen un efecto de mediano y largo plazo sobre educación, bienestar de mujeres, pero yo los conectaría a temas de desarrollo productivo, porque la pobreza también se la ataca a través del empleo, porque la mejor política social es un trabajo digno.
¿Qué ha pasado con el gas?
Otro tema que sale en la tomografía, pero no en la fotografía es el asunto del gas natural. Yo creo que el sector gasífero ha sido visualizado por éste gobierno como la palanca financiera para realizar transformaciones productivas. Yo tengo la sospecha que en el tema del gas nuevamente hemos perdido el tren y en gran medida por falta de inversión, pero la inversión extranjera ya no viene con la fuerza y el apetito suficiente a Bolivia, no sólo por las inestabilidades políticas sino también, porque la matriz energética de América Latina ha cambiado de manera muy fuerte y desfavorable para nosotros. Es decir que los mercados se han achicado para el gas natural boliviano.
Cuando hace 10 años uno veía el mapa energético de integración del continente, Bolivia era el centro de distribución de gas, se veía al medio con ductos como una telaraña exportando a Brasil, Chile, Argentina y la integración estaba pensada a partir del gas natural. Y éramos el corazón de la exportación, el anillo energético, una potencia gasífera.
Cuando se ve ahora el mapa regional, ha cambiado porque los ductos siguen existiendo pero son más pequeños y ha surgido un competidor importante que es el LNG (Liquefied Natural Gas) –Gas Natural Licuado- que ha logrado construir plantas en varios países. Esto probablemente está asociado a que los precios de los energéticos están por los cielos, que han hecho viable las plantas de LNG, el tema de seguridad energética, nacionalización, fracaso de exportación de Argentina a Chile, todo eso genera un cambio que a hecho que los países diversifiquen sus fuentes de energía y el LNG es un competidor importante del gas natural boliviano.
Además, Brasil tiene ahora a 300 kilómetros de su costa, reservas brutales de gas natural que lo van a convertir en un país todavía más importante del ajedrez energético. Están comenzando a pensar que en cinco años van a empezar a explorar el presal. Una primera idea era agarrar el gas y el petróleo y llevarlos por ducto a su costa, pero ahora están diseñando plantas de LNG en altamar para mandar por barcos a su territorio y poder vender ese gas licuado donde quieran. El LNG será una competencia dura para Bolivia, claro que todavía tenemos ventajas porque es más barato producir gas natural que el LNG, a este hay que congelarlo y descongelarlo y eso cuesta. En suma, al sector hidrocarburífero le será mas difícil ser la gallina de los huevos de oro para financiar los cambios.
Viendo la tomografía, ¿Bolivia podría salir de la pobreza?
El ritmo va a ser muy lento, implica cambiar el chip, hay que apostar a la lucha contra la pobreza que debe ser el centro de la revolución. En Bolivia el centro de la revolución son las reformas políticas, la Constitución, porque poco importa que la Constitución diga que somos el país más increíble del mundo, cuando no se puede exportar carne de llama.
Se necesitan políticas más concretas. Cuando ves el sector agropecuario, se a hecho poco, no hay una política de fomento. Nos falta mucho, necesitamos crecer al 8% o 10% al año de manera sostenida y para eso se necesita doblar niveles de inversión, se necesitarían 7 mil millones de dólares y cambiar el chip del rentismo por un chip de la producción y la revolución de los servicios. Hay que dejar de ver sólo a la Pachamama y concentrarse en el cielo de la tecnología, pasar de la revolución de los papeles a la revolución productiva.

Sunday, November 28, 2010

El tipo de cambio de los “mata cambio”

Después de más de dos años de tipo de cambio congelado, el Banco Central de Bolivia apreció el boliviano de Bs 7,07 a 7,06 por dólar. La modificación del tipo de cambio nominal fue justificada como una acción para reducir la inflación importada. La medida parece presagiar que los precios en noviembre también subirán. La vuelta de la fluctuación cambiaria es una oportunidad para debatir el rol del tipo de cambio real en un país de economía pequeña como la nuestra. Éste es el precio de los bienes del país extranjero expresado en términos de bienes locales.

El dilema es utilizar el tipo de cambio real, desde una perspectiva exclusivamente macroeconómica, para estabilizar precios como ahora, por ejemplo, o usar este instrumento, en el marco de una política industrial integral, para promover crecimiento económico basado en el mercado externo.

El Gobierno optó por el primer camino, y es posible que en el corto plazo se controle parcialmente el fuego de la inflación, pero de persistir la apreciación real se continuaría perjudicando a las exportaciones no tradicionales y a la industria nacional, como ya ocurrió en el periodo de agosto del 2008 a inicios de del 2010, cuando la apreciación real, en su peor momento, llegó a 17%.

En la actualidad la apreciación del boliviano es pequeña, dado que la mayoría de nuestros socios comerciales también apreciaron sus monedas, después de haber realizado depreciaciones importantes para proteger las exportaciones de su industria nacional en el momento más álgido de la crisis económica internacional.

En los últimos años la política cambiaria del BCB ha ayudado a revivir nuestro perfil de economía primario-exportadora. En la actualidad, más del 80% de las exportaciones son recursos naturales, como en los años 30. Las ventas de manufacturas y otros productos no tradicionales se redujeron al restante 20%. Claramente, esto es resultado de la enfermedad holandesa, un mal económico que hace que el tipo de cambio sea definido por la venta de recursos naturales, perjudicando a las otras industrias tanto en el mercado interno (competencia vía importación barata) como externo (dificultad de exportar productos con valor agregado).

Un día el gas se hace gas, es decir, desaparece el choque externo positivo de ingresos vinculados a los recursos naturales y la economía se queda con una mano adelante y otras atrás, obviamente imposibilitada de elevar el puño revolucionario. Las secuelas de la enfermedad: desindustrialización y/o inhibición del desarrollo productivo. En manejo del tipo de cambio, sólo desde la perspectiva macroeconómica, produce el espejismo de crecimiento sin riqueza.

Con estos antecedentes, no se puede abrir mano de la política cambiaria también como instrumento de la política industrial y productiva. Ésta es una forma de romper con el neoliberalismo. Como sostiene Dani Rodrik, un tipo de cambio depreciado es fundamental para generar el crecimiento económico y diversificación productiva.

“Prácticamente todos los casos de crecimiento elevado sostenido han estado acompañados de un tipo de cambio real significativamente depreciado. Esto es tan cierto en el caso de Corea del Sur y Taiwán en los años 1960 y 1970. Chile llevó a cabo su transición hacia un crecimiento elevado en los años 1980 con el apoyo de una gran depreciación. Desde los años 1990, tanto China como la India han recibido un enorme impulso de sus monedas subvaluadas. Al revisar las experiencias de más de 100 países, mis investigaciones indican que cada diez puntos porcentuales de subvaluación agregan 0,3 puntos de crecimiento”.

La depreciación real de la moneda crea incentivos para mayores márgenes de ganancias en los sectores manufactureros y agrícola no tradicional, que son actividades, que apoyadas con políticas industriales de orden microeconómico, pueden presentar tasas de productividad laboral más elevadas y mejoras en la competitividad general. Es decir, una moneda subvaluada como parte de una política de apoyo productivo y acompañada de más y mejores servicios básicos e infraestructura (energía, gas, agua, caminos), estimula la creación de empleo sostenible con base en el mercado mundial, al contrario de la apreciación que sólo crea burbujas de consumo.

Cabe recordar que un tipo de cambio real depreciado no se consigue solamente modificando su valor nominal (el tipo de cambio que se cotiza en la Camacho Street), los precios locales también pueden bajarse con incrementos en la productividad de la economía.

Ciertamente, una depreciación nominal podría generar inflación vía aumento de costos de productos importados, o avivamiento de expectativas, para evitarlo, se debe tener una visión integral de la política pública que coordine lo macro con lo microeconómico, y además debe ser acompañada por una política fiscal contractiva. La inflación debe ser atacada por otras vías y no dejar que el BCB actúe como el espadachín manco, solo enfrentando la subida de precios.

Administrar el tipo de cambio (apreciándolo) con el sólo objetivo del control de la inflación está matando la posibilidad de un cambio productivo, le está serruchando el piso a la diversificación productiva e industrialización. Este tipo de cambio está matando la oportunidad de diversificación de las exportaciones.

Sunday, November 21, 2010

?El impuesto al ch’aqui o el t’istapi de la abstinencia?

Si usted es afecto a cascarle unos whiskachos, le gusta la Cuba libre aunque no sea del Gobierno, se sirve unas chelas estúpidamente heladas los fines de semana, el vodka lo prende, toma energizantes para tener alas y otras cosas, aprecia un coctelito de tumbo, hace lunes de albañil, fuma como chino; en suma, si milita en esta fauna de pecados veniales, prepárese que viene un hachazo impositivo a estas licencias del cuerpo y el alma.

Bajo la consigna: “mens sana in corpore sano” o “citius altius fortius” (más rápido, más alto, más fuerte) y yo añadiría más autoritarius, el Gobierno subirá los tributos al tabaco y bebidas alcohólicas. Con ello pretende recaudar 122 millones de bolivianos, de los cuales 49 millones serán para fomentar el deporte.

Sus pecadillos serán sujetos de impuestos para fomentar la práctica deportiva incluyendo la nueva especialidad, los rodillazos en el bajo vientre en cancha o fuera de ella, que los intelectuales del régimen lo recalificaron como: movimiento estratégico envolvente de la rótula dirigido a lo que Aristóteles llamaba: las partes concupiscibles del cuerpo. ¡Uy qué sanos y capos!, ¿no ve?

Sorprende que el Gobierno busque recursos extras cuando dice estar rebosante de ingresos. ¿Será que se está curando en salud por el déficit público que se generará con el nuevo sistema de pensiones? ¿Estarán queriendo frenar la burbuja de consumo que vive la economía? O ¿será una forma de prevenir la expulsión de compañeros farrosos del partido?

El impuesto a los puchos subirá de 50 a 55 por ciento. Los destilados (singanis, vodka, aguardiente, rones, whisky) tendrán una variación de cinco o diez por ciento. Se trata sin duda de una medida revolucionaria contra el Ladies Nigth de los jueves y el clásico viernes de soltero, aplaudida por una bola de abstemios y aburridos de ambos sexos.

Al parecer, se trata de disciplinar a los compañeros(as) con vicios pequeño burgueses, que aún no han visto la luz del cambio. Ahora para sea consistente con la ampliación del universo de contribuyentes, el próximo impuesto debería ser a la coca.

La literatura económica reconoce que existen tres criterios para evaluar la pertinencia de impuestos: eficiencia, equidad, y simplicidad. En algunas oportunidades también se utilizan criterios moralistas, como podría ser el caso de los impuestos a los pecados veniales. El tabaco y las bebidas espirituosas causan daño a la salud. Con estos tributos se puede ayudar a evitar delirium tremens, el muyu muyu del ch’aqui, problemas pulmonares, divorcios, diabetes, pérdida de facultades mentales y otras metidas de pata que se ocultan detrás de la antológica frase nacional: borracho estaba y no me acuerdo.

Tasas impositivas eficientes son aquellas que no distorsionan las decisiones de las personas de manera dramática y ayudan a que funcionen mejor los mercados. Sin duda los impuestos a los pecados son buenos recaudadores de ingresos, aunque podrían fomentar, más aún, el contrabando y mercados negros. Eso sí, le proporcionan buena platita al Estado porque, en general, la demanda por estos productos es inelástica, quiere decir que aunque el precio del cigarro aumente mucho, por causa del impuesto por ejemplo, su consumo no disminuirá.

Es muy difícil dejar el cigarro, y al final se paga más por el vicio. Si te gusta, que te cueste. Contrariamente, cuando un bien elástico sube de precio su demanda se contrae, porque fácilmente se lo substituye por otro. Piense en los refrescos. En este caso, los impuestos son ineficientes.

La equidad impositiva se maneja con dos criterios, tratamiento igual para quien es igual, y otro vertical, tratamiento diferenciado para quienes son diferentes. Por ejemplo, quien gana más, paga más impuestos. Un ejemplo de esto serían los tributos a los ingresos a las personas. En el caso de los impuestos a los vicios del dios Baco no se cumple con este criterio; ricos y pobres pagan el mismo impuesto por su roncito, quiere decir que es un impuesto regresivo.

En algunos casos, este tipo de tributos hace que la gente de menores recursos y los platudos roñosos compren sus traguitos en el mercado informal, lo cual es una ruleta rusa para la salud porque la probabilidad de comprar bebidas adulteradas y/o falsas es alta y por consecuencia, alguien podría morir de un ch’aqui maldito o en un momento de ofuscación etílica, convertirse a la religión del cambio. Simplicidad, un sistema de impuestos tiene que ser fácil de aplicar y administrar. El impuesto a los dobla-codos es sencillo y efectivo, se cobra al nivel del consumo. Chupó, pagó y el fisco, engordó.

En suma, los impuestos a los pecados del buen beber, acción que no es incompatible con el buen vivir, al parecer anuncian/denuncian una futura hambruna fiscal, son regresivos y podrían profundizar el contrabando de alcoholes. Aunque hay que reconocer que son efectivos para recaudar ingresos. Ahora no sé qué es peor: el impuesto al ch’aqui o el t’istapi de la abstinencia.

Monday, November 15, 2010

La guerra de las hamburguesas

Hace muchos años la revista inglesa, The Economist, pública el índice Big Mac, que lista el precio de esta famosa hamburguesa en varios países en el mundo. Es una forma de medir la paridad cambiaria de cada economía, es decir la competitividad de la moneda. El índice, que consiste en comparar el precio del Big Mac en cada país, tomando como base el precio que ésta misma tiene en Estados Unidos, en octubre de esta costaba 3,71 dólares. En Brasil, la misma hamburguesa cuesta 5,26 verdes, lo que muestra una sobrevaluación de más de 40 por ciento del Real. Hace unas semanas estuve en este país y realmente, los precios están de terror, en Rio un pasaje de ómnibus cuesta 12 Bolivianos. El otro extremo es China, donde el Big Mac cuesta tan sólo 2,18 dólares, quiere decir que la subvaluación sería de 42 por ciento, es decir que el costo de vida en China estaría más barato. En Bolivia, no tenemos esta cadena, pero su competencia, Burger King, vende dos hamburguesas similares: la Steak House a 29 Bolivianos (4,14 dólares) y la Whopper a 22 Bolivianos (3,14 verdes). En primer caso la apreciación del Boliviano sería de 11 por ciento, en el segundo habría una depreciación de 15 por ciento. Un informe del FMI señala que el Boliviano está apreciado en un 5 por ciento.

Por increíble que parezca las diferencias de precios de las hamburguesas explican porque en el mundo estamos en las puertas de una guerra cambiaria, problema que fue uno de los temas centrales de debate de la cumbre del G20 realizada en Corea del Sur.

¿Qué significa esta guerra económica? ¿Quiénes son los principales contendores? De un lado están las alicaídas economías de Estado Unidos y Europa (excepto Alemania) que acusan a la potencia emergente, China, de manipular su moneda, y mantenerla depreciada artificialmente con el único objetivo se favorecer sus exportaciones y así fomentar un superávit comercial, exportaciones mayores de las importaciones. Es decir que no sólo el Big Mac está barato sino muchos productos del gigante asiático están a precios de gallina muerte y por lo tanto, están invadiendo los mercados de los países desarrollados. Según estos, los productos chinos baratos compiten deslealmente con la producción nacional, impidiendo que esta se recupere de la tremenda crisis financiera que azota al “primer mundo”. Además, la subvaluación del Yuan ayudaría a restringir las importaciones. Frente a esta situación, ciertos sectores del gobierno norteamericano presiona para que se contra ataque a los chinos con acciones proteccionistas colocando tarifas y otros mecanismo de control comercial y también con devaluaciones

El fondo del problema está en los desajustes estructurales de economías grandes Según Nouriel Rubini, Estados Unidos y otras economías desarrolladas, como Portugal, Italia o España, enfrentan serios problemas fiscales, ahora deben gastar menos y ahorrar más, pero eso implica mayor recesión, por lo tanto, para mantener el crecimiento, necesitan una depreciación nominal y real de su moneda para reducir sus déficits comerciales. Pero los nuevos ricos del mundo (China, Japón y Alemania) tienen un exceso de plata que se origina justamente en superávits de cuenta corriente, por lo que resisten la apreciación nominal de sus monedas, que en parte, es el origen de su nueva riqueza. Una depreciación del tipo de cambio disminuiría sus excedentes externos. Es decir quieren seguir teniendo dinero de afuera y no tener que depender de gastos internos mayores para sustentar el crecimiento. Especialmente en el caso de China no quieren frenar su ascensión económica al pedestal de nueva potencia. A su vez países como Brasil y otras economías emergentes también están preocupadas con la apreciación de sus tipos de cambio, porque les resta competividad externa, razón por la cual están intentando evitar entradas masivas de capital.
Como sostiene Rubini, el problema es que no todas las monedas pueden ser débiles al mismo tiempo, no hay posibilidad que todos los países se sacrifiquen, y que las Big Mac cuesten el mismo precio simultáneamente en todos los lugares, por definición su una de las monedas esta fuerte, la otra debe estar débil. “De modo que la guerra de devaluación competitiva en la que nos encontramos es un juego de suma cero: la ganancia de un país es la pérdida de otro”.
La guerra de las hamburguesas (divisas) puede llevar a una guerra comercial y esto sería grave en una economía mundial que necesita recuperar el crecimiento de manera más equilibrada. La reunión del G20 no pudo detener las amenazas de guerra cambiaria ni avanzar en temas de coordinación económica, lo que hicieron es posponer los problemas para una próxima reunión. En nuestro pago, también tenemos problemas con nuestro tipo de cambio, en términos reales estaría apreciado y el gobierno lo utiliza para combatir la inflación, pero esto le esta serruchado el piso, lentamente, a nuestras exportaciones no tradicionales, lo cual es contradictorio con el modelo productivo que se propone.

Sunday, November 7, 2010

Aji de fideo a la inflacion

El año pasado los responsables de la política económica habían anunciado la derrota del dragón de inflación. Pero para tristeza de muchos, el dragón no estaba muerto, sólo andaba de parranda. En efecto, la tasa de inflación acumulada hasta octubre del año, que ya languidece, fue de 4,16 por ciento, un valor elevado pero que está en el rango de lo que había previsto el Banco Central de Bolivia. Entonces, ¿por qué tanto jaleo sobre la subida de precios? Desde las graderías de los agachados se escucha el reclamo: Joven revolucionario. ¡El platito de ají de fideo subió en un 35 por ciento! ¡Alguien haga algo! El problema se centra en que la inflación de alimentos se ha disparado haciendo estragos en los bolsillos de la gente más pobre. Hasta octubre de este año este índice llegó a 7,69 por ciento. Incluso esta cifra puede ser mayor; cabe recordar el chanchullo que se hizo con el índice de precios en el año 2008. En la ocasión, se rebajó la ponderación del peso de los alimentos en el cálculo de la inflación de 49 a 39 por ciento. Resultado cuando la papa sube significativamente, el azúcar se incrementa, o el pollo; a pesar de pelado, vuela; en el índice que calcula el INE las cosas no se ven tan feas, los incrementos de precios de los alimentos se amortiguan. La magia estadística da argumento a los políticos de turno, pero no alcanza para engañar el bolsillo y olla de la gente; por eso, ésta reclama y se indigna con el aumento de la canasta familiar, porque como se decía en la época de la UDP, el pueblo no come un ají de índices, sino lo que le casca es un ajicito de fideo corbatita con perejil virgen, cuya receta y costos (entre agosto y octubre) le presento a seguir en este domingo de inflación.

Ingredientes para ocho platos bien servidos con repete del también llamado fideúcho. Un kilo y medio de fideos corbatita. Precio de antes, 9 Bs, ahora, 10,5 lucas. Un kilo de carne, se recomienda cadera de vaca presumida. Precio anterior, 20 Bs, en la actualidad, 28 morlacos. Seis papas negras y ojosas bolivianas, las peruanas producen gases. Las más ricas son las de Achacachi, tierra del Mallku. Éstas pasaron de 7 Bs a 11, la cuartilla. Medio kilo de arvejas tarijeñas coquetas cultivadas en las riberas del Guadalquivir, antes 4 Bs, ahora 5 bolis. Medio kilo de tomates bien rojos y grandes. Para ver su grado de madurez, éstos deben lucir como manzanas avergonzadas. Antes 1,5 Bs, ahora 2,5. Siete dientes de ajo chapareño; use este ingrediente bajo el lema: Sólo quien ha comido ajo puede darnos una palabra de aliento. Este ingrediente no subió de precio y se compra a un boliviano. Cuatro cabezas de cebolla imilla, aquellas que son fáciles de pelar y que no hacen llorar mucho. La libra antes costaba 1,5 Bs y ahora no se encuentra por menos de 2,5 lucas. Zanahorias pequeñas al gusto, que antes se encontraban a 4 Bs la libra y ahora se paga 5. Un rama de perejil bien hippie que no cambió de precio y cuesta un Boli.

La forma de preparación de ají de fideo en tiempos de inflación neorrevolucionaria es muy importante. En un sartén caliente con mantequilla broncee el fideo hasta que éste adquiera un color verano Ipanema. Apague la hornilla pero deje el fideo reposando en el sartén. Cuadricule la carne hasta obtener cubitos simétricos y colóquela en una vasija de barro. A continuación haga lo mismo con los ajos del y las cebollas. Para evitar el llanto coloque un sorbo de agua en su boca o vea el canal estatal, ¡resista la tentación de hacer buchadas! Junte todos los ingredientes en la olla y deje cocer por 20 minutos a fuego lento. Sirva con perejil virgen y ulupicas. Ahora, comparemos cuánto costaba preparar el fideúcho antes y después del salto en la inflación. En agosto los ocho platos de ají fideo costaban 44 Bs (cada uno 5,5), ahora no sale por menos de 59,5 (7,4 cada uno), o sea este platito popular aumentó en 35 por ciento.

¿Cómo se explica que ají de fideo haya subido tanto justo ahora que la fotografía macroeconómica luce tan bien? El repertorio de las explicaciones oficialistas para este fenómeno se ha diversificado. Se abandonaron las teorías conspirativas, sabotaje de la derecha, los oligarcas, el imperio, y los benditos analistas. Ahora las justificativas van desde echarle la culpa al sol y las estrellas, pasando por el tierno, “los precios siempre suben, Mami”, hasta la sabiduría resignada: “no hay que llorar sobre la leche derramada”.

Pero más allá de la pirotecnica del Gobierno, las explicaciones para el salto en la inflación son las mismas del 2007 y 2008, cuando la inflación llegó casi al 12 por ciento y los precios de los alimentos aumentaron en un 20 por ciento. La historia se repitió porque el salto en la inflación se debió al aumento de los precios de los alimentos importados, avivamiento de las expectativas inflacionarias, especulación en ciertos mercados, fenómenos climáticos, sequía y exceso de lluvias y, finalmente, aumento del consumo debido al exceso de circulante. Dado que las causas eran las mismas, no se entiende por qué no se adoptaron medidas preventivas o por qué las acciones adoptadas no funcionaron. ¡Muera la inflación! ¡Viva el ají de fideo!

Sunday, October 31, 2010

Elecciones Brasil

Hoy Brasil elige un nuevo Presidente, gracias a un sistema de votación electrónico. Al final de la noche sabremos si Dilma o Serra ganó la elección. En este tipo de análisis sería frecuente usar la muletilla y decir que Brasil hoy elige su futuro, pero gracias a muchos cambios institucionales logrados en democracia, el vecino país eligió por un futuro diferente hace por lo menos 15 años. Con la llegada a la presidencia de Fernando Henrique Cardoso (FHC), en 1995  se inició una etapa  de grandes transformaciones económicas, sociales, políticas y diplomáticas, que fueron mejoradas o reinventadas por el presidente Lula. El punto central es que se construyó una institucionalidad que permitió políticas de Estado de largo plazo, por supuesto con diferencias pero que no cambiaron el curso grande de las transformaciones. Algo diferente de la tradición latinoamericana de reinventar la historia cada cambio de gobierno.
Entre las políticas públicas más destacables que perduraron están: 1) la consolidación de la estabilidad macroeconómica, Brasil había sufrido a lo largo de los años ochenta una inflación crónica y serios desajustes fiscales y monetarios. Tanto Cardoso como Lula no rifaron la estabilidad y realizaron políticas macroeconómicas cuidadosas que, sin duda, se beneficiaron del aumento de los precios de las materias primas. 2) Reformas estructurales para la construcción de una economía mixta competitiva. El gobierno de Cardoso realizó una reforma estatal con foco en la calidad de la gestión pública, abrió la economía a la inversión extranjera directa  y privatizó varias empresas, entre la más importante, la compañía del Vale do Rio Doce. Estas dos últimas medidas aún son sujetas  de intenso debate, pero no fueron revertidas por el gobierno del presidente Lula. En los hechos, este último, reforzó la presencia del Estado, mejoró los mecanismo de control y regulación del gobierno de las empresas transnacionales y dio más iniciativas a las empresas públicas sin desplazar o matar al sector privado. Además, Lula dio un impulso significativo a las pequeñas y medianas empresas a través del Banco Nacional de Desenvolvimiento  (BNDES). 3) Políticas sociales agresivas y exitosas. FHC creó el programa del Bolsa Escola   y otros proyectos destinados a la base de la pirámide social que beneficiaron 4 millones de familias.  El presidente Lula construyó sobre lo avanzado, mejoró y amplió las transferencias de dinero para las poblaciones más pobres, así se creó la Bolsa Familia. Ahora cerca de 20 millones de personas se benefician de estos programas.  Resultado: la pobreza y la desigualdad disminuyó en Brasil. 4) Cambios tecnológicos y revolución en el sector agrobusiness, que convirtió a Brasil en el proveedor más importante de alimentos en el mundo.  Los liderazgos en producción de soya y alcohol, a partir de la caña  de azúcar, son los proyectos más conocidos.  Ambos presidentes, a través de la Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA) impulsaron una revolución tecnológica en la agricultura. 5) Brasil buscó la autosuficiencia energética. Tanto FHC como Lula continuaron con el apoyo a los biocombustibles y reforzaron las acciones de Petrobras en las búsqueda de petróleo y gas natural. Resultado: Brasil es autosuficiente en petróleo y va camino a convertirse en una potencia energética con los descubrimientos de gas natural en el pre-sal. 6)  Hace 15 años, la política externa se tornó más activa hacia América Latina. Brasil redescubrió la región y a partir de ello, se proyectó con más fuerza en el mundo. Lula se convirtió en un líder internacional en un camino preparado por FHC.    
Si el Presidente FHC y Lula coinciden en el grueso curso de la historia, habrá diferencias en entre Serra y Dilma? Obviamente al calor de la elección  de este domingo los candidatos se presentan como agua y vino, pero no es difícil sostener que, en la ruta de largo plazo que Brasil sigue, no habrá grandes mudanzas. Las diferencias más bien son del tipo de liderazgo, estilos de gestión, organización de las prioridades de la agenda pública.  Veamos los temas más importantes. a) Formas de administración de las reservas del pre-sal. Dilma quiere cambiar en régimen de concesiones (el gobierno licita un área, la empresa pública o privada explora los campos y el Estado se queda con las regalías) por uno de división de rentas (el Estado se queda con un parte de la producción en petróleo). Serra quiere mantener  las  concesiones.  b) Papel del Estado. Dilma defiende un Estado activo que induzca y planifique las inversiones. Creará más empresas estatales. Serra apuesta a un Estado más fiscalizador y regulador. Defiende las empresas estatales pero las quiere coordinando más con el sector privado.  c) Combate a la pobreza. Ambos candidatos coinciden en fortalecer el programa social Bolsa Familia, se diferencian en la calidad de la gestión que ofrecen. d)  Política externa. Dilma apuesta a la integración con América Latina, pero también quiere acciones más fuertes con India, China, Rusia. Seguirá sus relaciones con Irán. Serra critica los pocos resultados del Mercosur y es muy crítico de tratamiento condescendiente que Lula tiene con Bolivia en el tema del narcotráfico. Revisaría las relaciones con Irán y Cuba. 

Elecciones Brasil

Thursday, October 28, 2010

Política Exterior: Pragmatismo o ideología

Los acuerdos firmas entre Bolivia y Perú la semana pasada muestra un relanzamiento de las relaciones bilaterales y al parecer muestra una inflexión en la política externa seguida hasta ahora por el presidente Morales.
A partir del año 2000, Bolivia viene atravesando por cambios económicos, sociales y políticos muy importantes. La realidad mundial y el contexto latinoamericano también se transformaron de manera significativa. Los países desarrollados atraviesan por una grave crisis económica y se vislumbran mudanzas en la arquitectura institucional internacional, donde los países en vías de desarrollo y economías emergentes, como Brasil y China, tendrán roles diferentes en algunos casos y más protagónicos en otros. La geografía del poder económico y político está cambiando. Así mismo, la relación con los Estados Unidos, que en el pasado inmediato era uno de los ejes centrales que ordenaba la economía y la política internacional de la región, ahora tienen otro peso en ambas dimensiones. Es en este contexto interno y externo de transformaciones que Bolivia busca redefinir su inserción económica y diplomática en el mundo. Hasta ahora la política externa tiene las siguientes características:
1) Se concibe y ordena a partir de los principales ejes programáticos del proceso de cambio interno y se alimenta de la nueva ideología del gobierno. La política internacional deja de lado el pragmatismo económico y el alineamiento a los Estados Unidos del pasado, para adquirir un carácter contestatario del orden internacional vigente. La diplomacia de los pueblos es sobre todo política y se sustenta en discurso y prácticas antiimperialistas que repite consignas de la guerra fría. Además, a partir de la nueva matriz ideológica de izquierda se impulsa la recuperación de la soberanía y dignidad nacional frente a todo tipo de poderes externos. El camino optado para alcanzar estas metas, fueron las alianzas con países como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador, con los cuales se tiene una amplia sintonía ideológica y política, pero una escasa complementariedad económica.
2) Bolivia también opta por la diplomacia presidencial directa. Con base en la expectativa que despierta en la comunidad internacional la figura del presidente Morales, se sigue una estrategia de contactos directos del Presidente con otros jefes de Estado y grupos sociales afines a la ideología del gobierno, además esto es consistente con la idea de la diplomacia de los pueblos. En concreto, la diplomacia presidencial se centra en temas de derechos de pueblos indígenas y de la defensa de la naturaleza, y el medio ambiente, se busca proyectar la imagen de un líder antiglobalización capitalista.
3) Otra característica de la inserción internacional boliviana está vinculada a la re-primarización del comercio exterior. En el periodo del presidente Morales y como resultado del aumento significativo de los precios de las principales materias primas en el mercado internacional , sobre todo gas natural y minerales, el valor de las exportaciones de recursos naturales sobrepasó el 70 por ciento del total vendido al exterior como a inicios del siglo pasado. Además ahora, nuestros principales mercados están concentrados en al región, en particular Brasil y Argentina. Ambos fenómenos fueron descritos, por el ex canciller Gustavo Fernández, como la gasificación y latinoamericanización de las relaciones internacionales, que opaca otros temas de la agenda bilateral y/o multilateral de Bolivia.
4) La política exterior boliviana es fuertemente influenciada por el tema coca – cocaína y se convierte en eje central de las relaciones internacionales. Durante la administración del presidente Morales el tema del narcotráfico sigue influyendo la agenda nacional e internacional.
5) Finalmente, la historia de Bolivia también contribuye a determina el perfil de la política externa del gobierno de Evo Morales. La pérdida territorial después de la guerra del Chaco siguen marcando las acciones internacionales de Bolivia. En efecto, la reintegración marítima soberana al océano Pacífico es un objetivo permanente de la política externa. La administración del presidente Morales ha continuado con esta política de Estado y ha propiciado una reaproximación con Chile.
La reaproximación con Perú al parecer abre una puerta para que la política exterior boliviana adquiera un carácter más pragmático que busque defender con eficacia los intereses nacionales, especialmente en el área económica, además ésta puede ser una oportunidad para balancear el manejo sobre ideologizado de las relaciones internacionales que hasta ahora sólo cosecha aplausos entre la izquierda caviar y el mundo de las organizaciones no gubernamentales afines al gobierno.
También, el acercamiento a Perú puede ser visto como un reconocimiento de que la estrategia “dialogo sin exclusiones” que guía la relación entre Bolivia y Chile no está teniendo resultados concretos. Se necesita ir más allá las declaraciones de amistad y construcciones de confianza etéreas. La vuelta de Perú a nuestro tablero estratégico puede inyectar una perspectiva más realista a nuestra política exterior.

Sunday, October 17, 2010

Crecimiento enano

Magia revolucionaria. Bolivia se convirtió en Kuwait. Estaríamos viviendo un milagro económico. Hasta el Banco Mundial (BM) y FMI se han convertido a la nueva religión del cambio. Sin decir: ¡Jesus!, pasaron de férreos neoliberales a compresivas almas de las transformaciones. Inclusive nos subieron de estatus, ahora para la cooperación internacional somos un país de renta media, por supuesto para darnos créditos más caros. Pero más allá de la propaganda, ¿qué nos dicen los datos de la tasa de creamiento de la economía boliviana? En el 2009, algunas autoridades se sentían como estrellas de rock porque, a pesar de la brutal crisis económica internacional y gracias a la nueva sabiduría macroeconómica, Bolivia había crecido a más del 3 por ciento, en cuanto el resto de América Latina se sumergía en el fondo de las cavernas de la recesión. Desde el balcón del poder se escuchaba: “Presea, dame presea”, siguiendo a Daddy Yankee. El FMI y BM respondieron con una palmadita en el hombro y elogiosos informes, ¡Good boys!, lo están haciendo tan bien como los neoliberales.
En el 2010, el crecimiento en el país estará entre 4 y 5 por ciento, en cuanto Brasil crecerá a más del 7,5 por ciento, y Perú volverá al 7 por ciento. Es decir, nosotros volvemos a la tasa de crecimiento bonzai de los últimos 50 años, en cuanto otros países de América Latina dan saltos significativos en materia de desarrollo. Veamos dos periodos considerados exitosos en nuestra historia económica reciente, para intentar explicar porque nuestro crecimiento es relativamente bajo, en las buenas y en las malas.
La tasa promedio de crecimiento económico del periodo post neoliberal (2006- 2009) fue de 4,7% al año, similar al desempeño del PIB en el periodo de auge del modelo neoliberal de mediados de los 90. En efecto, entre 1995 y 1998, el crecimiento promedio anual fue también de 4,7%. Obviamente, que el periodo neoliberal tuvo otros años peores donde el crecimiento fue mucho más bajo. Entretanto, la idea, insisto, es comparar dos momentos presentados como exitosos de dos modelos de desarrollo diferentes, pero cuyo resultados en términos de crecimiento fueron los mismos.
El crecimiento bonzai ilustra las restricciones estructurales que enfrenta la economía boliviana. Baja productividad de los factores de producción tanto en el sector privado como público, falta de institucionalidad que apoye al desarrollo de mercados o empresas públicas, conflictividad social que afecta el crecimiento y sobre todo, bajas tasas de inversión. Este domingo nos concentraremos en esta última restricción.
En el auge del periodo neoliberal (1995 - 1998), la inversión total fue en promedio anual de 18 por ciento del producto interno bruto (PIB), siendo que inversión privada nacional y extranjera representaba el 10,7% del PIB (toda la riqueza generada en un año). La inversión pública alcanzaba a 7.3 del producto. En cuanto, en el periodo post neoliberal (2006 – 2009), la inversión nacional fue, en promedio, 15,6% al año, de la cual la inversión pública representaba un promedio anual de 8,8% del producto. Complementariamente, el sector privado invirtió, en promedio, tan sólo el 6,8% del PIB al año.
Veamos algunas conclusiones. Medida como proporción del PIB, la inversión total del periodo neo revolucionario (2006 – 2009) es ligeramente menor que la época de oro neoliberal. En el auge del proceso de cambio hubo un aumento de la inversión pública y contracción de la inversión nacional y extranjera, caso opuesto a los años noventa, cuando la inversión extranjera directa (IED) comanda el crecimiento económico. Todo indica, que el crecimiento del periodo neoliberal se basó más en creación de oferta productiva, en cuanto, en la era neo revolucionaria, el aumento del consumo y en segundo plano de la inversión son más relevantes para explicar el crecimiento económico. Cabe además recordar que durante la primera administración del Presidente Morales se produjo una espectacular mejora de los términos de intercambio. Según la Cepal, en el decenio 1999- 2009, las exportaciones de Bolivia fueron 16,3 por ciento más altas, en cuanto en el decenio 1989 – 1999, las ventas al exterior sólo se incrementaron en 2,6 por ciento. En el periodo neoliberal, el ahorro externo entro vía IED, hoy el camino de entrada del dinero fresco es el superávit comercial.
Las comparaciones son odiosas e incompletas, asimismo siempre son sujetas de cuestionamientos, porque la elección de los paralelos a ser cotejados puede ser caprichosos. Por ejemplo, el gobierno, siempre que puede, compara los resultados de 20 años de neoliberalismo con los 4 años del proceso de cambio. Aquí equiparamos cuatros años considerados de auge de ambos modelos. Pero al final del día, el resultado relevante es que nuestro crecimiento es enano, por varias razones estructurales, pero sobre todo porque la tasa de inversión total sigue siendo muy baja. La gran oportunidad que ahora se presenta, hecho que no ocurría hace por los menos 30 años, es que tenemos los recursos financieros para dar un salto cualitativo y crecer al 8 por ciento al año, para eso la meta de inversión global debería ser, por lo menos, un 30% del PIB, es decir algo como 5.000 millones de dólares al año.

Sunday, October 10, 2010

Burbujas inmobiliarias y una protesta

Los precios de las casas, terrenos y departamentos en las principales ciudades de Bolivia están por los cielos. ¿Estamos frente a una burbuja inmobiliaria o simplemente es un boom de la industria de la construcción? Una burbuja en bienes raíces es un incremento especulativo del precio de la tierra urbana y del metro construido. Algunas personas compran casas o terrenos con la única intención de venderlas más caras a futuro. Un boom de precios de las viviendas produce un auge en la industria de la construcción que retroalimenta, a su vez, un aumento de precios de los departamentos o casas. El boom se podría corregir con una mayor oferta de viviendas en el mediano plazo.
Las burbujas inmobiliarias económicas pueden explotar causando graves problemas financieros. En el año 2008, fue la explosión de una burbuja de bienes raíces que produjo una hecatombe financiera en el mundo. En nuestro caso, ¿cómo saber si estamos frente a una burbuja o a un boom?
En este momento es difícil tener una respuesta contundente porque no se cuenta con información estadística precisa y actualizada. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) debería crear un Índice de Precios de las Viviendas y el Suelo (IPVS) con múltiples objetivos a saber: medir la evolución del nivel de los precios de compra-venta de las viviendas nuevas y de segunda mano, obtener información sobre alquileres y medir el precio de la tierra urbana. Este indicador nos permitiría establecer comparaciones en el tiempo de todas estas variables. Existe metodología sofisticada y experiencia internacional sobre el tema. Este indicador ofrece beneficios variados tanto desde el punto de vista macroeconómico como microeconómicos. Comencemos por las ventajas macro. 1) el IPVS sería una radiografía del sector de inmobiliario (construcción, alquileres y tierra) que permitiría ver, a lo largo del tiempo, las tendencias de estas actividades y que diferencias existen entre ciudades grandes. 2) Podría ser un parámetro del nivel de riqueza de las familias, (dime cuántas casas o terrenitos tienes de diré quién eres), especialmente esto es útil en regiones donde existen un gran sector informal y no hay impuestos a la renta. Ayuda a determinar políticas de impuesto y de ordenamiento territorial urbano. 3) Proporcionaría una información muy valiosa para que los gobiernos puedan hacer proyectos de inversión en viviendas sociales; también ayuda al sector privado a realizar mejores inversiones inmobiliarias. 4) Permitiría que el mercado inmobiliario sea más transparente, facilitando la vida a propietarios y usuarios. 5) Finalmente, y tal vez esto es lo más importante, ayudaría a la predecir, identificar y neutralizar oportunamente burbujas especulativas.
Desde la perspectiva de las personas y las empresas (mirada microeconómica), a) el IPVS ayudaría a los ciudadanos a tomar mejores decisiones a la hora de comprar una casa o departamento. b) Ayudaría a responder preguntas como: ¿Estoy pagando mucho por mi techo propio o cuán caro está mi alquiler respecto al mercado? c) Se eliminarían la intermediación ineficiente de las empresa de bienes raíces. d) Las empresas constructoras segmentarían mejor sus clientes y sus proyectos de edificios o condominios tendrían mejor información. Así mismo bancos y mutuales tendrían la posibilidad de entender mejor las valorizaciones o desvalorizaciones de los barrios de las ciudades, y de calibrar los riesgos de sus prestamos. e) También propietarios, compradores potenciales e inversionistas tendrían un mejor indicador de apreciación o no del activo, permitiendo un mejor cálculo de rentabilidad.
En la actualidad los riesgos de una burbuja inmobiliaria existen y el alfiler más grande que podría pincharla se llama inflación que afectaría a las tasas de interés. Si los precios se disparan, como ocurrió en los dos últimos meses del 2010, el gobierno tendría que hacer algo. Las alternativas de políticas antiinflacionarias son pocas. Por el lado de la oferta, aumentar la producción para que bajen los precios es un camino angosto. Por ejemplo, frente a la inflación de alimentos, los incentivos gubernamentales a privados y empresas publicas aún no ha funcionando. Por el lado de la demanda, la política cambiaria está presa en el régimen de tipo de cambio fijo de facto en el que se ha encerrado el gobierno, por talento propio. Los márgenes de una política fiscal contractiva son pocos para una administración de mente populista. Entonces sólo resta política monetaria, que ya fue parcialmente efectiva para controlar la aceleración inflacionaria del 2007, pero que ahora tiene poco espacio. El mecanismo para contraer la base monetaria sería el aumento de las tasas de intereses pasivas y activas. Esto aumentaría los costos de los préstamos. El resto usted puede imaginarse, si ha visto la película Wall Street II.
Para terminar mi total solidaridad con los periodistas de este medio y de todo el país. Sin libertad de expresión no hay democracia. Sí a la Ley Contra el Racismo.

Sunday, September 26, 2010

Viejos bolcheviques

Con frecuencia algunos funcionarios del Gobierno se autodenominan viejos bolcheviques, pues debemos reconocer que son muy coherentes con este anacronismo.

En efecto hace unos días nos han presentado el nuevo plan de industrialización, una verdadera joya del socialismo real, un Gosplan en pleno siglo XXI, o como diría el gran pensador Cazuza: “un museo de grandes novedades”. Es la segunda vez que se presenta el Plan. En marzo de este año hubo un anuncio parecido donde se ofreció más dinero, 32 mil millones de dólares. Ahora se vuelve a ofrecer un coñichi de varios megaproyectos que refuerzan el desarrollismo económico basado en grandes empresas públicas y en recursos naturales. ¡Que novedad¡ ¿Cómo no se nos ocurrió antes?

El plan promete la construcción de otra refinería de YPFB, plantas separadoras de líquidos. Una planta de construcción de casas prefabricadas con derivados del petróleo. Una empresa de fertilizantes para la producción de Urea, la Planta de GLT y finalmente, petroquímica para producir etileno y polietileno. Los proyectos en la minería son el Mutún (hierro, acero), Huanuni, dos plantas de tratamiento de zinc, Vinto, la empresa de riesgo compartido Coro - Coro, y la planta industrializadora de Litio. En la generación de electricidad se habla de varios proyectos: Entre Ríos, Misicuni, Cachuela Esperanza, San José, Miguillas, Bala, Río Grande, entre otros. En telecomunicaciones se habla del satélite Túpac Katari. En agroindustrial, se impulsa el ingenio azucarero de San Buenaventura. Como un buen plan hecho por viejos bolcheviques, todo esto se lo hará en cinco años para recuperar cinco décadas.

Este modelo de parte de varias ideas equivocadas. 1) Bolivia puede recorrer el camino de la industrialización de mano de mamuts públicos, reproduciendo las etapas de desarrollo de otros países. Con por lo menos cien años de atraso construiremos una industria capital – intensiva. De la explotación del litio pasaremos a la producción de pilas, para así llegar al automóvil eléctrico. 2) En pleno proceso autonómico es el Estado central quien es responsable de todo el desarrollo. 3) Cuando el problema básico de Bolivia es la falta de empleo digno, este modelo de industrialización es capital intensivo y crea pocas fuentes de trabajo. 4) Refuerza el modelo de desarrollo primario exportador, la industrialización se concentrará en los hidrocarburos y minerales, tornando la economía más vulnerable a choques externos negativos (¿que pasará cuando los precios de las materias primas bajen?). 5) Alimentar más aún el rentismo de la sociedad. ¡Pare de sufrir, llegó la industrialización de las tisidas de la Pachamama¡. 6) Este modelo de industrialización crea enclaves económicos sin conexión con otros sectores productivos. 7) La industrialización propuesta también arriesga mucho capital público que podría tener mejores destinos. Buena parte de los proyectos de infraestructura, listado anteriormente, podrían ser desarrollados por asociaciones público privadas, así nos ahorraríamos varios miles de millones dólares. 8) Estos mega proyectos crean burocracias gigantes y grandes oportunidades para captura de rentas, que es la forma elegante de decir negociados y corrupción.

¿Cuál es la alternativa al modelo bolchevique? Pues una revolución productiva local que diversifique el aparato industrial bajo el comando de un Estado inteligente. De manera telegráfica podemos mencionar: a) Desarrollo de infraestructura en base a asociaciones público-privadas, con criterios de rentabilidad y sostenibilidad. b) El desarrollo local en base a políticas públicas concertadas. Los desafíos de la productividad y el empleo que están a nivel regional. c) Apuesta a proyectos productivos generadores de empleo masivo, cada región un producto y/o un servicio.

La Paz, Potosí, Oruro, 1 mil millones en turismo. Turco, la capital mundial de los camélidos, exportado 300 millones de dólares en carne de la llama. 400 millones de dólares en software desde Cochabamba. Varias, cadenas productivas de la madera en Beni, Pando y Santa Cruz que exportan 1000 millones de verdes.

Estos son apenas ejemplos de la revolución global. d) Comunidades productivas, empresas de todo tamaño, e individuos tienen el desafío de transformar ideas innovadoras en proyectos empresariales y sociales rompiendo con el rentismo vinculado a los recursos naturales. Para coadyuvar a ello, el Estado, local y nacional, conjuntamente con el sector privado podrían multiplicar incubadoras de proyectos productivos y aceleradoras de empresas. e) Multiplicación de financiamiento con fondos públicos que atraigan capital privado.

Millones para capitales ángel, semilla, microcrédito productivo, capitales de riesgo. Sangre financiera para los agitadores productivos y no sólo para los mamuts estatales. f) Conversión del capital social en Bolivia hacia actividades productivas y competitivas. En la actualidad, buena parte de este capital está volcado a defenderse de un Estado hostil y/o buscar beneficios corporativos.

El modelo de industrialización bolchevique revive dinosaurios y hecha por la borda toda las ideas de economías privadas, comunitarias, mixtas, cooperativas.

Monday, September 20, 2010

Mercado Justo, Estado inteligente

AMIGAS(OS) EL DIA DE AYER DOMINGO 19 DE SEPTIEMBRE SE PUBLICO EN EL PERIODICO PAGINA SIETE UNA VERSION BORRADOR DE MI COLUMNA CON MUCHOS ERRORES Y PROBLEMAS. ME DISCULPO POR ELLO, A CONTINUACION PUBLICO LA VERSION FINAL Y CORRECTA DEL ARTICULO

Estado versus mercado, tal vez ésta sea la dicotomía más antigua y conocida en el debate económico. Para algunos el mejor asignador de los recursos escasos de una economía es el Estado que planificando, regulando y produciendo defiende, de mejor manera, el interés publico y ayuda a distribuir la riqueza entre la gente. Para otros, el mercado, a través del movimiento de los precios, es el mecanismo descentralizado capaz de generar fortuna y distribuirla de manera eficiente. Se han gastado ríos de tinta para justificar y validar, en diferentes contextos y momentos de la historia, estos dos conceptos. También es archiconocida la idea que países como Bolivia son víctimas de un péndulo. En ciertos momentos de su historia, defienden, con pasión desenfrenada, las virtudes del mercado; en cuanto en otras ocasiones se venera, con igual ímpetu, al Estado. Es sorprendente como es repetitivo el debate que contrapone Estado y mercado a nivel político, en cuanto en la experiencia exitosa del desarrollo económico y social en el mundo, uno encuentra ambas instituciones complementándose de manera compleja pero también virtuosa.

En realidad, como toda creación humana, ambas formas de asignar riqueza son imperfectas, mercado y Estado tienen muchas fallas. En el primer caso son muy conocidos los problemas que se presentan cuando aparecen los monopolios que colocan precios abusivos y de esta manera, restan bienestar a la gente; existen ciertas actividades que no pasan por el mercado beneficiando o perjudican a un tercero, sin que la pérdida/beneficio se contabilice, estas son las famosas externalidades negativas o positivas; otra falla conocida del mercado son las asimetrías de información, cuando el consumidor o vendedor tiene una ventaja informativa lo que enceguece al mercado; tenemos así mismo, las fallas de coordinación entre privados que lleva a desequilibrios entre empresas y a otros problemas macroeconómicos como la inflación o recesión. Para corregir todos estos problemas el Estado debe promover la competencia, regular, fiscalizar, supervisar, incentivar e inclusive intervenir produciendo algún bien o servicios.

El supuesto fuerte aquí es que el Estado en bueno, puro y siempre eficiente para cumplir con las funciones que se le encomienda. En la práctica, el Estado también presenta graves fallas. 1) El aparato estatal tiene serios problemas para conocer la demanda de los ciudadanos, y/o empresas. ¿Cómo conoce, agrega, prioriza y ofrece lo que la población quiere? ¿Cómo interpreta el bien común? Elecciones, consultas, mecanismo de participación, referéndums son algunas de las formas imperfectas de recoger demanda societal, en este contexto, sus decisiones siempre serán incompletas. 2) El Estado, puede estar capturado por intereses burocrático/políticos o por grupos de interés que sólo tendrán el objetivo de capturar las rentas que se generan dentro del gobierno, uno de los males más conocidos es la corrupción. 3) El Estado pude ser muy ineficiente porque no puede evaluar costos y benéficos y se mueve por una lógica de mantención y acumulación de poder. En el plano económico el Estado puede equivocarse por acción y omisión. ¿Cómo se corrigen estas fallas? Pues, con democracia, transparencia, construcción de institucionalidad, supervisión, descentralización de las decisiones, sistemas de peso y contra pesos, excelente capital humano, carreras administrativas y otros mecanismos. Ni el mercado ni Estado se crean solos, tampoco se auto regulan o estabilizan, menos aún se auto legitiman.

De una manera más conceptual, lo público o privado, para que funcionen, depende de reglas de juego formales (legislación) e informales (usos y costumbres), de arreglos institucionales. Para un mejor funcionamiento del mercado se requiere garantizar derechos de propiedad públicos, privados, colectivos, y hacer cumplir los contratos es decir, instituciones creadoras de mercados. También son fundamentales las instituciones reguladoras de los mercados. Con frecuencia los mercados se desequilibra generando perdida de empleo e inflación, para ello se requiere instituciones estabilizadoras de estos, piensen por ejemplo en las política fiscales y monetarias. Finalmente, los mercados pueden ser eficiente pero injustos, para ello requieren de instituciones que los legitimen, a saber: Políticas redistributivas y tanto políticas de seguridad como de asistencia social. (Dani Rodrik)

Entre las reglas de juego (instituciones) que crean, regulan, estabilizan y legitiman la acción del Estado en la economía están aquellas que acercan a la gente del aparato estatal, promueven participación de los ciudadanos en las decisiones, impulsan la división e independencia de poderes, promueven la industrialización, y la buena provisión de servicios, la calidad de la educación pública, apoyan la meritocracia técnica y política en el sector público. Por ejemplo, un estudio detallado sobre como el Estado contribuyó a la implementación de políticas industriales en la región se encuentra: Fernanda Wanderley, “El nuevo desarrollismo en América Latina” Un mercado mas justo y Estado inteligente se construyen con políticas públicas y desarrollo empresarial, y por supuesto no surgen de las ideologías pendulares.

Sunday, September 12, 2010

Nacionalizacion por goteo y una yapa

La nacionalización y/o recuperación de empresas que están en manos del sector privado es uno de los pilares del nuevo modelo de desarrollo económico que se busca implementar en Bolivia.

El 1 de mayo del año 2006 se retomó las empresas vinculadas al sector de hidrocarburos y así todos los años, en la misma fecha, vuelve al regazo del Estado alguna empresa. Fiesta en la patria populista. La nacionalización por goteo es un evento de marketing político que infla los corazones nacionalistas y dispara los índices de aprobación del Presidente. Entretanto, cuando se adopta una perspectiva económica para evaluar esta estrategia, los resultados son poco interesantes.

Si el objetivo final de las nacionalizaciones fuese alinear, de una vez por todas, las fuerzas económicas público-privadas para alcanzar tasas de crecimiento de la economía superiores al 8% al año y generar miles de empleos, lo sensato sería cambiar de propiedad, transferir, y/o expropiar todas las empresas que se consideren fundamentales para alcanzar estas metas en un par de semanas. Dado que estas medidas son instrumentos y no fines en sí mismo, lo apropiado sería retomar todo lo que sea necesario, hacer un buen discurso, una superfiesta, para después hacer lo realmente serio, es decir, trabajar para dar un salto cualitativo en el desarrollo nacional. Por supuesto que esta idea que busca efectividad y eficiencia es ingenua conociendo la lógica de acumulación de poder que guía al gobierno.

Seguir con la nacionalización/reversión en dosis homeopáticas sólo genera acumulación de ansiedad e incertidumbre en el aparato productivo nacional. Además, su efectividad política es cada vez menor. En las últimas semanas, el gobierno ha declarado que revertirá todo lo que fue suyo, alrededor de 60 empresas, entre las cuales están incluidas aserraderos, hoteles fábricas de pollos, leche, helados, y empresas de transporte ferroviario, es decir, la fila es larga. A los empresarios en la cola simplemente les queda rezar y preguntarse ¿“seré yo, señor” el próximo tocado por la varita mágica del cambio? En cuanto no sean los elegidos, la estrategia que adoptan es: mirar y esperar, posponiendo inversiones y mejorar productivas en la empresa, se entiende, estarían locos si embellecen a la novia sabiendo que algún gavilán del Estado se la tomará.

Al ritmo que vamos en las reversiones y nacionalizaciones, dos o tres al año, tenemos entre 20 ó 30 años de espera. Este también puede ser un indicador del tiempo que los gobernantes quieren quedarse en el árbol del poder. Sin embargo, cabe resaltar que este camino también tiende a desgastarse. El impacto político de los cambios de propiedad es cada vez menor. Podría ocurrir que las nacionalizaciones corran la suerte de las películas malas de secuencia. Cuando salió Tiburón fue un éxito taquillero mundial.

La nacionalización del sector hidrocarburos también fue un suceso electoral impresionante, sin embargo con el tiempo Tiburón I, II, III, V, tuvieron menor impacto, y cansaron a la audiencia. Al final, Tiburón VII o el retorno del ishpi apenas ilusiona algunos fanáticos. Este sería el caso de la reversión de las acciones de Soboce, su impacto fue regional y de corto plazo. Tal vez los guionistas y directores del proceso de cambio podrían dar un golpe de timón antes que la película de la nacionalización aburra definitivamente a la gente.
Para terminal artículo una yapa de introducción a las finanzas usando como ejemplo, la expropiación de las acciones de Fancesa. La empresa de Sucre tenía tres socios cada uno con un tercio de las acciones, 33,3% correspondía al Municipio, ahora controlado por el partido gobernante; 33,3% correspondía a la Universidad San Francisco Xavier y 33% correspondía al sector privado, quiere decir que en términos de derecho propietario, el Estado boliviano, a través de su municipio y Universidad, controlaban la empresa.

Según el Código de Comercio con el 50% +1 se puede controlar la gerencia de la empresa. Soboce, a través de un pacto de accionistas con Universidad, gerentaba la compañía. Con la expropiación del tercio privado, el Estado tendrá que pagar a éste una cantidad de dinero que será objeto de una gran batalla jurídica, el valor puede variar entre 80 millones de dólares, que es lo que exige Soboce, y lo que resulte de la auditoria independiente. Un camino alternativo de costo cero, hubiera sido que el Municipio haga un nuevo pacto de accionistas con la Universidad y así tomar el control de la empresa, dejando al sector privado en condición de minoría pero preservando su inversión.

Este hubiera sido un buen negocio para el Estado, pero ciertamente esta acción no habría inspirado sendos discursos populista llenos de perjuicios ideológicos y adjetivos contra el sector privado, ni tampoco hubiera rendidos fotos con la manito revolucionaria levantada en sexy puño. Y tal vez, lo más importante, el pacto accionario entre el Municipio y la Universidad no hubiesen ahorrado a los contribuyentes varios millones de dólares que merecen mejores destinos que expropiar empresas que ya son estatales.

Sunday, September 5, 2010

Nativos digitales

Primera escena: Llega el nuevo computador a la casa, el propietario desempaca el equipo y comienza a leer un grueso manual en letra súper menuda y redactado o traducido por algún un chino que detesta la sintaxis y la ortografía. Con suerte le tomará toda la tarde descubrir cómo encender el ordenador. Segunda escena: Arriba la compu, el joven de la casa abre la caja de la máquina, la instala y comienza a manejar el equipo, naturalmente, en quince minutos. Si Usted pertenece al segundo grupo puede considerarse en un nativo digital. En la primera situación es probable que sea un Neandertal digital. Ahora bien, puede que Usted esté en un punto intermedio en cuyo caso puede considerase un inmigrante digital. Mark Prensky acuñó estos términos para describir a los habitantes de la era de la revolución tecnológica que vivimos.
Los nativos digitales, que generalmente son nuestras niñas(os) y/o adolescentes, ya nacen con chips diferentes que les permiten interactuar con el Internet, los teléfonos móviles, los mp3, mp4 y otras tecnologías de la información con una facilidad envidiable. Para ellos, el mundo es su espacio de juego, socializan y aprenden a través de la red, crecen de otra manera, más aún tienen identidades digitales y formas de entender el mundo muy diferentes de los inmigrantes cibernéticos, para quienes la tecnología es un fastidio y creen que es cool no tener celular. ¿Qué tipo de economía y educación estamos ofreciendo a estas nuevas generaciones? Por estas tierras de Dios, quienes administran el poder están en etapas anteriores porque aún funcionan con el chip de rentismo y de la economía de los recursos naturales. En cuanto en el mundo de cibernético, la generación de riquezas está en la nueve del Internet, por estos parajes revolucionarios, se apuesta a seguir viviendo de las tisidas, siras o supis de la Pachamama. El museo del desarrollismo estatista presenta como una gran novedad las nacionalizaciones y expropiaciones. El Estado recupera todo lo que fue suyo, se pregona a los cuatro vientos. En la lista de la nacionalizaciones están: fábricas de helados, leche, cadenas, terminales de buses, aserraderos, hoteles, fábricas de té. Ya se preparan sendos discursos para recuperar la fábrica de pollos vendida por los gallos neoliberales. Es la modernidad chuta que multiplica empresas sin mercados y construye aeropuertos donde llegarán cuatro aviones al día, siendo uno de ellos: el nuevo juguete del dueño del árbol del poder. El ecosistema que se construye el gobierno nacional, con bombos y platillos, lamentablemente, desde el punto de vista económico, es obsoleto y disfuncional para la nuevas generaciones digitales

Saturday, August 21, 2010

Industrialización salomónica

Existe un consenso académico y práctico de que la diversificación productiva de una economía es la forma de generar desarrollo con inclusión social. Con la llegada al poder del Presidente Morales se abrió una ventana de esperanza para que el país inicie un proceso de diversificación productiva que permita el abandono de la maldición de los recursos naturales, cuyos síntomas más conocidos son el rentismo: Pare de sufrir, compañero, llegó el gas natural. Y el populismo económico: la chauichita de bonos.

En la propuesta del gobierno, la industrialización es uno de los ejes centrales del cambio. Hasta aquí las buenas intenciones y la poesía neo-desarrollista. En los crueles hechos, el modelo de industrialización propuesto se condensa en los eslogan “recodar es vivir” o “guagua que no llora, no mama”. Se basa en la vieja idea de que, paso a paso, se debe: i) generar algún valor agregado al gas natural o los minerales y ii) crear empresas estatales en diversos rubros, a saber: cartón, leche, cemento, papel, cítricos, sectores que han surgido del entusiasmo del discurso electoral y la presión social, antes que de un análisis de viabilidad técnica y de mercado del proyecto. En las varias campañas electorales de los últimos años, se fue sembrando ilusiones de modernidad prometiendo fábricas estatales a diestra y siniestra a lo largo y ancho del país. La propuesta de industrialización gubernamental recuerda los Gosplan soviéticos que buscaban hacer en cinco años, lo que otros países habían hecho en cincuenta.

En el caso boliviano, la industrialización ha tomado rumbos curiosos revelando una inspiración bíblica extraña al espíritu laico que dicen profesar nuestros gobernantes. Por increíble que parezca, la vena industrialista neo bolchevique con dejo pachamamista (a estas alturas de la columna puede Usted, amable lector, prender el incienso, si profesa el culto del “vivir bien”) se inspira más en las enseñanzas del Rey Salomón que en los sesudos análisis de los pensadores marxistas que hacen turismo revolucionario en el país. El último a visitarnos fue Samir Amin, uno de los padres de la teoría de la dependencia.

Como se fue ofreciendo fabricas estatales en ciudades y regiones, estas ahora cobran las promesas y disputan el lugar de ubicación de los proyectos. “Nosotros somos los agraciados por el progreso de balcón, así que esa empresita aquí se queda a la izquierda de cerro” Gritan, ciertos movimientos sociales. “¡No!, reclaman los otros, esa promesa es nuestra, así que la fabrica debe estar de nuestro ladito”.“Aquí se verá más bonita”. Frente al dilema, el hermano y compañero reycito Salomón, desde lo alto del poder, hace justicia y ofrece dos empresas de cítricos, dos fabricas de cemento, es la industrialización salomónica sorprendiendo al mundo y revolucionando la teoría económica. Como es conocido, Marx, en el libro tercero, relata la historia del Rey Salomón. Dos madres solteras pero revolucionarias dieron a luz a dos niños en el mismo periodo, en plena barricadas de la resistencia. Por la noche, una de ellas, en forma accidental asfixia a su bebé. Cuando despierta ve a su hijo muerto. Con el corazón roto, y presa de una desesperación pequeño burguesa, la mujer toma el bebé de la compañera dormida y coloca, el niño muerto, en su lugar. Más tarde la otra mujer despierta, y se dá cuenta del cambio. Las dos mujeres se presentan ante el compañero Rey Salomón, luchando por la posesión de guagua viva. Frente a esta tremenda disputa, Salomón pide una espada y ordena partir al niño. Enloquecida, la verdadera madre se arroja a los pies del Rey y suplica: no lo maten. La otra, fría como en asamblea universitaria, dice: ni para mí, ni para ti: que lo dividan. Así Salomón sabe quien es la verdadera progenitora y le devuelve su bebé. Al contrario, de esta historia, las regiones madres que disputan los bebes del progreso instantáneo, en base a paros y movilizaciones, sin decir: ¡Lenin Protégenos!, permiten la división de los proyectos de empresas estatales. Corte jefaso, que la plata es ajena. Poco importan, las economías de escala, los estudios de factibilidad, los análisis de mercado, la existencia o no de energía para las empresas. ¡Oh¡, ahora no tenemos una fabrica de cítricos o cementos, sino dos,two, paya. Es el milagro del proceso de cambio. El pueblo festeja agradecida por la sabiduría gubernamental. ¡Viva Marx! ¡Gloria al Che! Viva el Rey Salomón¡

Sunday, August 8, 2010

Armas versus celulares

Los cambios tecnológicos, la revolución de las telecomunicaciones y la ampliación de la sociedad de la información se han convertido en pilares centrales del desarrollo económico y social en el mundo, en especial para países en vías de desarrollo como Bolivia. En la actualidad, el desafío de combinar cambios tecnológicos con desarrollo es doble: cerrar la brecha de pobreza y al mismo tiempo, acortar la brecha digital. Las tecnologías de la información y comunicación (TICs), ofrecen oportunidades concretas para fomentar la inclusión social y la reducción de la pobreza y de esta manera realizar revoluciones productivas y de servicios en beneficio de la gente. Las TICs son herramientas fundamentales para ampliar derechos sociales y económicos en la base de la pirámide de la sociedad. Tener computadoras de bajo costo, acceso a la Internet, estar conectado, desarrollar tecnología aplicada a las necesidades de las personas y las empresas, ampliar los servicios para la población son algunas de las armas contemporáneas para generar bienestar económico y menos pobreza. Los estados modernos enseñan a sus ciudadanos a manejar celulares, computadoras o máquinas, y no armas, que es típico de mentalidades autoritarias, que aún militan en los oscuros callejones de la muerte y destrucción, porque le tienen miedo al futuro.
En Bolivia hay 4,5 millones de celulares, es decir, la tasa de cobertura de la red de telefonía móvil es del 46%. Esta penetración tecnológica ofrece una gran oportunidad para introducir innovaciones financieras y bancarias a través de las redes que soportan los celulares. En concreto, se puede promover la inclusión de gente de bajos ingresos al mercado financiero a través del acceso a la telefonía móvil
India y Kenia y otros países en Asia, han sido exitosos en la incursión de iniciativas públicas y privadas para universalizar el acceso a TICs y tecnologías inalámbricas. A través de programas de uso masivo de teléfonos móviles, denominado Mobile-Money o M-Banking, se ha logrado implementar programas de creación de empleos en las áreas rurales,se ha permitido a los migrantes enviar remesas a sus lugares de origen, pagar las cuentas de los servicios básicos sin hacer colas en los bancos, o simplemente como un medio de pago o de ahorro.
Esta actividad tiene impactos económicos potenciales, que están relacionados con el hecho que facilita el comercio. Imagínese, por ejemplo, pagando en el mercado Rodríguez, las Siete Calles o la Cancha con su celular que está conectado a un banco o que simplemente, Usted, recargado con Bs 100 en la esquina de su casa. “Caserita, ¿a cuánto tu papa? Siete con cincuenta centavos, la cuartilla. Qué bien, te pago con un mensajito de mi celu”. La caserita que también tiene su móvil, recibe el pago aceptando la transferencia. “Gracias, cibercaserito, tan churro con su aparatito”. Al final del día del trabajo, el vendedor no tiene que manejar su plata como chuño debajo de sobaco. Apenas apretando un botón de su celu sabe cuánto vendió en la jornada. El consumidor controló mejor sus gastos y no tuvo que estar cargando billetes y monedas. El celular se convirtió en billetera y banco al mismo tiempo. El Mobile-Money (billetera electrónica) o M-Banking (banco móvil) también fomenta el ahorro de los hogares, a través de la promoción del crédito de persona a persona; mejora la calidad de la inversión al permitir realizar transacciones a distancias muy grandes a bajos costos (por ejemplo, el Juancito Pinto se podría pagar por este sistema); facilita la diseminación del riesgo (al poder hacer transacciones al segundo); y finalmente, constituye en sí, un seguro contra robos. Si te afanan el celular, no te roban la mosca.
En una sociedad entre bancos y empresas de telecomunicación coordinados por alguna agencia del gobierno, se podría implementar este sistema en Bolivia. Los teléfonos celulares, las computadoras, la Internet y los diversos servicios que pueden brindar estos instrumentos, ayudan aumentar la productividad de la economía, fomentan el consumo y incrementan las ganancias de personas y empresas, y finalmente, las TICs facilitan la participación de la gente en redes familiares, sociales y empresariales, contribuyendo, de esta manera, al aumento del stock de capital social en un país.
La educación cívica y productiva del siglo XXI prepara a sus ciudadanos para cavar trincheras productivas desde donde se dará la batalla al desempleo y el hambre, los entrena para desarrollar su creatividad y espíritu emprendedor, crea campos de entrenamiento donde se realizan cursos de todas las tecnologías de la información. Las armas del futuro son los celulares y sus diversos servicios; las computadoras y sus aplicaciones productivas; los programas de computación que ayudan a organizarnos mejor. Estas son las armas para derrotar a la miseria, la pobreza y exclusión étnica. Además, apostar a las tecnologías de la información, como una de las bases de nuestro desarrollo, es darle alas cibernéticas a la vida y a la paz.

La dolarización, pros y contras

Javier Milei, el vencedor de las elecciones primarias en Argentina, tiene como centro de su propuesta la dolarización de la economía para ac...