Wednesday, December 1, 2010

ENTREVISTA COMPLETA

ENTREVISTA DE GONZALO CHAVEZ COMPLETA. PARTE DE ESTA SE PUBLICO EN PAGINA 7
Gonzalo Chávez, economista, muestra la fotografía y la tomografía de la Economía Boliviana
“Le estamos dando la espalda a la bonanza”
Dice que con tantos recursos la economía boliviana debería estar creciendo al 10%, generando mucho más empleo y siendo más efectivos en la lucha contra la pobreza. Los bonos ayudan pero no son suficientes.
¿Cómo podemos definir el año que termina en términos económicos?
Yo creo que ha sido un año donde nuevamente la fotografía macroeconómica de Bolivia se mostró razonable desde varias perspectivas. Pero los indicadores tradicionales (inflación, crecimiento, desempleo) no muestran una inflexión respecto al pasado. La foto macro es muy parecida al periodo neoliberal, tal vez esto explica el entusiasmo del Fondo Monetario Internacional, con los resultados de corto plazo. Al parecer, le dicen al gobierno boliviano que lo está haciendo tan bien como los neoliberales y eso preocupa. Las políticas macroeconómicas deberían estar más sintonizadas con el cambio productivo.
Ahora cuando uno ve la tomografía, se ven viejos problemas estructurales, y otros nuevos. Seguimos dependiendo del 80% de exportaciones tradicionales (recursos naturales), existe una reprimarización de la estructura productiva, escaso capital humano, debilidad institucional, crecimiento gigantesco de la economía informal, ninguna innovación tecnológica, baja calidad de empleo, poca diversificación e industrialización, bajos niveles de productividad tanto en el sector público como privado. Este era el momento de hacer saltos cualitativos y hacer una transformación productiva, competitiva y diversificar el aparato productivo y las exportaciones. Como nunca en la historia económica de los últimos 50 años hay una bonanza externa espectacular que se refleja en el superavit fiscal y comercial, tenemos 10 mil millones de dólares de reservas internacionales. En suma, la fotografía macroeconómica es muy tradicional, y la tomografía muestra viejos achaques.
El crecimiento del producto este año va a estar alrededor de 4.5%, es una tasa de crecimiento económica bonsái, para la enorme cantidad de recursos que se tiene es baja y muy parecida al periodo neoliberal, tampoco superó el capitalismo de Estado de los años 60 y 70. Comparada con la región también es modesta. En el 2010 el Paraguay crecerá al 10%, Brasil 7.5%, Perú 7% y nosotros volvemos a repetir una tasa de crecimiento de largo plazo muy enana. Cuando vemos los primeros cuatro años de gobierno de Morales, el promedio está alrededor de 4.7%, y si la comparamos al periodo de auge neoliberal del 95 al 98, es similar. Desde los años 80 tenemos un techo de crecimiento económico.
Por qué no superamos esta tasa de crecimiento?
Hace años el Banco Interamericano de Desarrollo hizo un estudio donde decía que se necesitaban 130 años para que Bolivia alcance el ingreso per cápita de Argentina del año 2000, si es que la tasa de crecimiento estaba entre 4.5% y 5% al año. Entre el 63 y 67, el crecimiento fue 6.29%, del 68 al 72, crecimos al 5.57%, en el auge del capitalismo de Estado, entre el 73 al 77, crecimos al 5.75% en promedio anual. El 2010 no hemos roto estos techos históricos ni en periodo neoliberal ni en el neoestatista. La explicación no está en la foto, están en la tomografía, en los problemas estructurales ya mencionados.
¿Entonces, cómo se explica el crecimiento de corto plazo?
En estos últimos años, el crecimiento fue jalado en gran medida por el consumo externo. Como nunca las exportaciones fueron, en el 2008, de casi 6 mil millones de dólares, después bajaron a 5 mil millones por la crisis internacional y este año probablemente estén por encima de los 7 mil millones. Esto se explica por lo que está pasando en China, India, Brasil, cuyo crecimiento económico produjo altos precios del estaño, el oro, la plata y otros minerales. En el decenio que va de 1999 al 2009, las exportaciones de recursos naturales crecieron en 16 por ciento. Este es un fenómeno de toda America Latina, que esta reprimarizando su economía, lo que nos hace muy vulnerables a los vaivenes del mercado mundial.
En los últimos dos años, el gobierno ha promovido la demanda interna especialmente con bonos, mayor inversión pública, para contrarrestar la crisis externa. En este contexto el consumo se disparó. Sospecho que estamos con burbujas de consumo, en varios sectores, uno de ellos el inmobiliario. Por lo tanto en el 2010, el crecimiento estuvo basado en el consumo interno y la recuperación de la demanda externa, pero no así en inversión productiva, especialmente la privada.

¿A cuánto llegó la tasa de inversión en periodos exitosos?
En el periodo neoliberal, la inversión total ha estado por encima del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) y ahora está alrededor de 16%. En los años 60 estuvo en torno al 20%. En el pasado neoliberal ascendente (95 al 99) hubo mayor inversión privada, de alrededor de 2.000 millones de dólares, de los cuales, 600 millones de dólares eran inversión pública, otros 400 millones de dólares eran inversión nacional y 1.000 inversión extranjera directa.
En el periodo post-neoliberal, la tasa de inversión pública aumentó de 600 a 1.400 millones de dólares y para este año se prevé 2.500 millones, habrá que ver cuanto se ejecuta. Se ha invertido la ecuación, ahora el Estado pone más plata pero ha disminuido la inversión privada nacional y extranjera. La inversión extranjera el 2010, debió llegar máximo a 500 millones de dólares. Haciendo las sumas, se ve que la tasa de inversión total también esta alrededor de 2.000 millones de dólares.
Entonces el problema, es que la tasa de inversión es muy pobre en ambos modelos. Más aún, con la enorme liquidez que hay en el país, deberíamos estar creciendo mucho más, pero no lo estamos haciendo, este era el momento para desatar las fuerzas productivas de la economía porque hay plata L e estamos dando la espalda a la bonanza y seguimos con una tasa de crecimiento parecida a los años 90 y que no supera la época de oro del capitalismo de Estado de los setenta.
¿Cuánto de liquidez tenemos?
Como 10 mil millones de dólares en el Banco Central de reservas internacionales, la banca tiene otros 3.000 millones. El fisco tiene un superávit de alrededor de 1%. Estamos hablando de 700 millones de dólares, fácilmente un 80% del PIB de recursos que están durmiendo.
Un país que tiene tantas necesidades no puede darse el lujo de tener tanta plata en las vitrinas, cuando tienes pobreza, baja productividad, desempleo, etc.
El modelo económico no está pudiendo canalizar ese éxito de riqueza a la inversión productiva y una parte se está yendo al consumo, que ayuda, pero tiene patas cortas.
¿Ese es el factor por el que no podemos crecer más?
Bueno, esta es una parte de la explicación, también le serruchan el piso al crecimiento los problema de gestión, la falta de políticas públicas e incentivos al sector privado, yo creo que es como si tuvieras a varios caballos que quisieran correr pero están amarrados. El sector privado no puede correr por falta seguridad jurídica, política, falta de mercados, el sector público también podría ir más rápido pero está contenido, especialmente a nivel local. Todos están reprimidos porque no tenemos estrategias productivas, sigue prevaleciendo en el modelo de desarrollo la industrialización de los recursos naturales. Hay un modelo de industrialización parecido al soviético de los años 50 con grandes proyectos, deberíamos estar apoyados en focos productivos, exportación de carne de llama, cereales orgánicos, agregación de valor a la madera, turismo, dinamizando a otros sectores donde están las pequeñas y medianas empresas. Hemos vuelto a la vieja historia de los recursos naturales y no podemos hacer una revolución productiva con esos recursos, pese a que ahora es el momento de hacerlo.
¿Nos afectará la inflación?
Este año estará en torno 5%, la de alimentos estaba en 7.6% a octubre, lo que causó la perdida de bienestar de la población más necesitada. Se ha sentido que la inflación le ha comido parte del salario. Cabe recordar que la inflación de alimentos afecta a los más pobres, porque los que ganan un salario mínimo destinan el 70% de sus ingresos al consumo de alimentos. Además hay la duda de que se este midiendo bien la inflación de alimentos, recordemos que le han puesto un amortiguador al índice de precios de los alimentos hace dos años, han bajado la ponderación del peso de los alimentos que era del 49% al 39%, pero la gente igual se da cuenta al comprar en los mercados, sienten en sus bolsillos.
La inflación te está reflejando nuevamente problemas estructurales que están en la tomografía, porque no ha crecido la frontera agrícola en varios productos, no habido apoyo efectivo a la producción nacional. Es verdad que hemos tenido una inflación asociada a precios más altos en el exterior, pero hace 5 años era el momento para hacer políticas de seguridad alimentaria, ahora no se puede llorar por la leche derramada.

¿Se están aplicando políticas para afrontar el desempleo?
Este es un tema difícil de analizar, el desempleo en Bolivia en el sector formal está alrededor de 7%, pero este indicador es valido sólo para un 20% de la población ocupada, el restante 80% sobrevive en el sector informal y ese es otro de los temas estructurales: parte del crecimiento económico masivo que se ha dado en el sector informal, vinculado al comercio, al contrabando, al narcotráfico. Son millones de personas que viven de la economía informal, donde no hay revolución, allí siguen las crueles fuerzas del mercado, el neoliberalismo extremo, ejemplos son la feria 16 de Julio en El Alto, La Cancha en Cochabamba, La Ramada en Santa Cruz, donde el capitalismo trabaja de manera desalmada, con jornadas laborales de más de 15 horas al día, los niños trabajan, no hay protección ni seguridad social, son empleos de sobrevivencia y de baja calidad donde hay mucha explotación. El crecimiento del comercio informal en parte se explica por la apreciación del tipo de cambio real que se dio entre el 2008 y 2009.
Yo creo que a Bolivia le ha dado la enfermedad holandesa que ocurre cuando tu tipo de cambio real tiende a apreciarse. La enfermedad holandesa es un mal económico que hace que el tipo de cambio sea definido por la venta de recursos naturales, perjudicando a las otras industrias tanto en el mercado interno (competencia vía importación barata) como externo (dificultad de exportar productos con valor agregado).
Un día el gas se hace gas, es decir, desaparece el choque externo positivo de ingresos vinculados a los recursos naturales y la economía se queda con una mano adelante y la otra atrás. Las secuelas de la enfermedad: desindustrialización y/o inhibición del desarrollo productivo. En otras palabras, la cabeza de tu economía ha crecido enormemente (recursos naturales) y sus patitas son delgaditas (aparato productivo) te ha dado la enfermedad holandesa.
El tipo de cambio, creo que ha sido equivocadamente congelado en los últimos años, quizás para controlar la inflación pero no para ayudar a nuestras exportaciones productivas no tradicionales. Además se fomentó artificialmente las importaciones.
¿Qué futuro le ve a la bolivianización en la economía?
El grado de bolivianización es interesante y puede ayudar a canalizar recursos nacionales a la inversión, pero se requiere otras políticas de apoyo institucional.
Las tasas de interés están bajando y eso está generando que haya más crédito, pero no va a la producción, porque hay incertidumbre política, jurídica. Más bien, las tasas de interés más bajas son el origen del boom de la construcción: por dos razones: una, el dinero no rinde en los bancos y por otra parte, los créditos se han abaratado, resultado, la gente esta invirtiendo en ladrillos, compra de departamentos y terrenos. Antes un crédito para vivienda estaba a 8% y ahora entre 5% y 6% en bolivianos o dólares y esto está presionando por el lado del consumo y de la construcción crece al 12% y tiene que ver con la política monetaria porque cada vez se ha vuelto más expansiva. El problema de eso es que sea una burbuja inmobiliaria. Hay que tener mucho cuido con esto. La gente no tiene otras opciones de inversión.
¿Y qué pasa con los microcréditos?
El microcrédito hace unos cinco años estaba en 500 millones de dólares, ahora está hasta en 1.500 millones de dólares. El 80% de esos prestamos son para servicios y comercio, es otro indicador del crecimiento informal. El desafió del microcredirto es volcarse al sector productivo.
¿Hay algunas medidas positivas?
Entre las cosas positivas que uno podría ver en términos económicos yo diría que los bonos son una gran cosa. En dos dimensiones: uno, la continuidad de la renta dignidad por más de 10 años, aunque le hayan cambiado el nombre y el financiamiento sea diferente, es una cobertura de seguridad social básica y universal para todos los bolivianos y bolivianas de la tercera edad. Eso es un logro de institucionalidad que se ha mantenido; eso tiene un efecto sobre los niveles de pobreza. Los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy son más chicos, pero tienen un efecto de mediano y largo plazo sobre educación, bienestar de mujeres, pero yo los conectaría a temas de desarrollo productivo, porque la pobreza también se la ataca a través del empleo, porque la mejor política social es un trabajo digno.
¿Qué ha pasado con el gas?
Otro tema que sale en la tomografía, pero no en la fotografía es el asunto del gas natural. Yo creo que el sector gasífero ha sido visualizado por éste gobierno como la palanca financiera para realizar transformaciones productivas. Yo tengo la sospecha que en el tema del gas nuevamente hemos perdido el tren y en gran medida por falta de inversión, pero la inversión extranjera ya no viene con la fuerza y el apetito suficiente a Bolivia, no sólo por las inestabilidades políticas sino también, porque la matriz energética de América Latina ha cambiado de manera muy fuerte y desfavorable para nosotros. Es decir que los mercados se han achicado para el gas natural boliviano.
Cuando hace 10 años uno veía el mapa energético de integración del continente, Bolivia era el centro de distribución de gas, se veía al medio con ductos como una telaraña exportando a Brasil, Chile, Argentina y la integración estaba pensada a partir del gas natural. Y éramos el corazón de la exportación, el anillo energético, una potencia gasífera.
Cuando se ve ahora el mapa regional, ha cambiado porque los ductos siguen existiendo pero son más pequeños y ha surgido un competidor importante que es el LNG (Liquefied Natural Gas) –Gas Natural Licuado- que ha logrado construir plantas en varios países. Esto probablemente está asociado a que los precios de los energéticos están por los cielos, que han hecho viable las plantas de LNG, el tema de seguridad energética, nacionalización, fracaso de exportación de Argentina a Chile, todo eso genera un cambio que a hecho que los países diversifiquen sus fuentes de energía y el LNG es un competidor importante del gas natural boliviano.
Además, Brasil tiene ahora a 300 kilómetros de su costa, reservas brutales de gas natural que lo van a convertir en un país todavía más importante del ajedrez energético. Están comenzando a pensar que en cinco años van a empezar a explorar el presal. Una primera idea era agarrar el gas y el petróleo y llevarlos por ducto a su costa, pero ahora están diseñando plantas de LNG en altamar para mandar por barcos a su territorio y poder vender ese gas licuado donde quieran. El LNG será una competencia dura para Bolivia, claro que todavía tenemos ventajas porque es más barato producir gas natural que el LNG, a este hay que congelarlo y descongelarlo y eso cuesta. En suma, al sector hidrocarburífero le será mas difícil ser la gallina de los huevos de oro para financiar los cambios.
Viendo la tomografía, ¿Bolivia podría salir de la pobreza?
El ritmo va a ser muy lento, implica cambiar el chip, hay que apostar a la lucha contra la pobreza que debe ser el centro de la revolución. En Bolivia el centro de la revolución son las reformas políticas, la Constitución, porque poco importa que la Constitución diga que somos el país más increíble del mundo, cuando no se puede exportar carne de llama.
Se necesitan políticas más concretas. Cuando ves el sector agropecuario, se a hecho poco, no hay una política de fomento. Nos falta mucho, necesitamos crecer al 8% o 10% al año de manera sostenida y para eso se necesita doblar niveles de inversión, se necesitarían 7 mil millones de dólares y cambiar el chip del rentismo por un chip de la producción y la revolución de los servicios. Hay que dejar de ver sólo a la Pachamama y concentrarse en el cielo de la tecnología, pasar de la revolución de los papeles a la revolución productiva.

2 comments:

Anonymous said...

La pobreza quizás sea más un resultado, un "output", una fotografía de un proceso de naturaleza psicosocial y profunda llegando al tuétano del ser, no del operador económico.

Toda lucha, cualquier revolución solo confronta un escenario de conflictos y de contradicciones, resolviéndolos con nuevas contradicciones.

La toma de consciencia, su despertar, es la única vía para evitar la visión y percepción dualista conflictiva del mundo. En ese ámbito, lo material es inconsecuente. Y la bioesfera se conserva.

Bolivianizacion para otros tiempos said...

La bolivianizacion es buena medida PERO NO EN ESTOS TIEMPOS.

Al parecer no es optimo, ni bueno , ni recomendable hacer una politica de bolivianizacion en estos tiempos, la inflacion ya esta por encima del 5% y se acerca al 6%, pronostico que algun analista ya lo dijo alguna vez, la apreciacion del boliviano no parece haber disminuido la inflacion mas al contrario parece que la esta aumentando, ya que al aumentar la bolivianizacion se aumenta la oferta monetaria en bolivianos en exceso, al aumentar la oferta monetaria en bolivianos aumenta la velocidad de circulacion, al aumentar la velocidad de circulacion, aumenta la INFLACION, algun ministro del pais de las maravillas no creia en los pronosticos de un sesudo analista que pronosticaba que la inflacion estaria en 6% a fin de ano.

La apreciacion del boliviano en estos tiempos genera incertidumbre, la gente no sabe cuando se va apreciar la moneda, no sabe cuanto se va apreciar, los ahorristas, inversionistas, deudores, prestamistas, prestatarios, se ponen nerviosos, no saben que va a pasar manana, los exportadores tambien se ponen suceptibles, para los que transaban en dolares y aun transan en dolares, ya no saben que van a hacer, mover el piso asi no mas, genera incertidumbre, y la incertidumbre genera mas INFLACION, lo que el BCB deberia de hacer es generar mayor TRANQUILIDAD ,CONFIANZA, MARCA PAIS, EFICIENCIA, y no mayor incertidumbre, asi no mas cambian las reglas, suben el encaje legal, suben las tasas en dolares, a si no mas habia sido, asi no mas le meten, comportense pues como un pais en vias de desarrollo,sabemos que somos un pais subdesarrollado, pero disumelen pues, lo menos.

Ademas se puede incentivar a que los prestatarios, prestamistas, invercionistas, deudores, usen la moneda nacional , pero no se los puede obligar, NI MOVER EL PISO ABRUPTAMENTE.

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