- Con frecuencia ciertos dueños del poder sacan a relucir los datos macroeconómicos para luego deshacerse en autoelogios y mimos frente al espejo. Practican un viejo deporte inventado por el neoliberalismo: el narcisismo macroeconómico, el arte de sólo mirarse los músculos en las cuentas nacionales y ocultar en el sótano los desafíos microeconómicos, productivos y sectoriales.
Siguiendo la tradición, una vez más, frente a un enorme palco iluminado at extremis, Mister Proceso de Cambio (Mister PC) inicia su rutina de poses. El mastuco de recia mirada y blonda cabellera, de pie y de frente a los jueces del Banco Mundial y el FMI, pasa a exhibir los bíceps del crecimiento del producto. El jachote nacional, sigue de frente, y ahora infla el pecho-huminta para lograr la expansión dorsal y adquirir una acusada silueta en “V” gracias al incremento de las reservas internacionales.
De perfil, es tiempo de exhibir la caja torácica fiscal que creció significativamente gracias a los impuestos a los hidrocarburos. Finalmente, de espaldas, doblete de bíceps, inflación baja y superávit comercial.
Aplausos para el Hércules nacional desde la platea, un murmullo de suspiros de los enamorados del proceso de cambio, pero también preguntas más profundas sobre el desempeño del musculoso. ¿Los resultados macroeconómicos son buenos respecto a qué punto de comparación? ¿Frente a nuestro pasado inmediato o respecto a los últimos 50 años? ¿Qué si ponemos en concurso a Mister PC en certamen latinoamericano? ¿Los torneados músculos se logran a base de un esfuerzo productivo y de innovación tecnológica o sólo están inflados con anabólicos externos? ¿Son sostenibles las tasas de crecimiento muscular? Adoptemos tres perspectivas para evaluar a nuestro coqueto Mister PC, utilizando el crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB) y la tasa de inversión. Valoraremos la musculatura del fortachón en el periodo 2006 y 2011.
Primera: la perspectiva histórica. La tasa de crecimiento promedio anual del producto, en los dos periodos del presidente Morales, fue de 4,7%, y la inversión total, como proporción del PIB, fue, en media, de 16%, ciertamente, resultados muy superiores al ciclo 2000 - 2005, cuando el cuerpo económico sufría de anemia financiera, hambruna fiscal y se desangraba socialmente.
Pero si comparamos a Mister PC con un periodo parecido en contexto externo -a saber los años 1973 – 1977 ó 1994 – 1998- las cosas cambian. En los años 70 -en el auge del incremento de los precios del petróleo y de los minerales, contexto externo muy similar al actual- la tasa de crecimiento promedio del PIB fue de 5,75% al año, y la tasa de inversión llegó a representar el 20% del producto.
En el periodo 1994 y 1998, cuando también Bolivia registró un shock de ingresos de ahorro externo, esta vez vía inversión extranjera directa, la tasa anual promedio de crecimiento de la riqueza fue también de 4,7 % y la inversión total rondó el 17% del PIB. Conclusión: en el mejor momento externo de los últimos 50 años, el crecimiento de Mister PC es similar al periodo de la bonanza neoliberal e inferior a los resultados obtenidos en los tiempos de la dictadura del general Banzer. Así que a trabajar más el cuerpecillo y sudar más la camiseta. La meta de crecimiento debe ser superior al 6% para alcanzar el objetivo de superar la pobreza extrema en 2025.
Segunda perspectiva, la comparación regional. ¿Mister PC puede ganar en un concurso regional? No todavía, pero no le ha ido mal si analizamos la vecindad. En efecto, entre 2006 y 2011 el crecimiento promedio anual fue de 4,7%, superior a la región latinoamericana que registró un 3,9%, pero el resultado boliviano es inferior a desempeños de Perú (7,2%), Uruguay (5,8%), Paraguay (5,4%), Colombia (4,8%) para el mismo periodo. Conclusión: es posible aprovechar mejor la bonanza internacional y no confiar exclusivamente en la inercia, ni el piloto automático. Existen las condiciones para alcanzar tasas de crecimiento muy elevadas, como las del milagro asiático inclusive, si se cuentan con políticas más agresivas, especialmente en los sectores ligados a manufacturas e industria. Así que menos espejo y más trabajo en productividad, competitividad e innovación tecnológica.
Tercera perspectiva, analicemos cuán sostenible es la musculatura de Mister PC. Cabe recodar que el aumento del producto en el periodo 2006 – 2011 fue impulsado, en un primer momento y de manera significativa, por la demanda externa y posteriormente con los ingresos fiscales obtenidos de la bonanza internacional fue posible el aumento del gasto e inversión publica.
La demanda agregada depende en más del 80% de la evolución de los precios del gas natural, los minerales y la soya. A su vez, las rentas gubernamentales dependen en un 50% de los vientos externos. Por lo tanto es fácil concluir que la economía boliviana es muy vulnerable a las mudanzas de los precios externos. Conclusión: es un crecimiento prestado, sin una estructura ósea productiva sólida. Por lo tanto, urge iniciar la tan reclamada industrialización o cambio de matriz productiva aprovechando el exceso de recursos externos, éstos no serán para siempre.
En suma, Mister PC luce bien, en la pasarela de la propaganda, pero su musculatura no fue lograda con esfuerzo productivo, diversificación de la matriz industrial y el cambio tecnológico. Buena parte de los bíceps y tríceps son inflados por los anabolizantes del fabuloso contexto externo. El Arnold Schwarzenegger nacional es de hule y hay que tener mucho cuidado con la decepción, no vaya a ser que el fortachón vuelva a su condición de Tarzán de jardín, al cual las poses ya no le sirvan y puede ser que hasta Jane lo abandone. Y lo que sería peor, que entre de moda el viejo estribillo que decía: “Tarzan, ¿sus brazos? ¡Dinamita!, ¿su pecho? ¡Dinamita!, pero su mecha bien cortita”.
1 comment:
Excelente analisis de doping economico de nuestro publicitado Mister Proceso de cambio. Las cifras son claras y la prosa inconfundible.
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