Saturday, August 21, 2010

Industrialización salomónica

Existe un consenso académico y práctico de que la diversificación productiva de una economía es la forma de generar desarrollo con inclusión social. Con la llegada al poder del Presidente Morales se abrió una ventana de esperanza para que el país inicie un proceso de diversificación productiva que permita el abandono de la maldición de los recursos naturales, cuyos síntomas más conocidos son el rentismo: Pare de sufrir, compañero, llegó el gas natural. Y el populismo económico: la chauichita de bonos.

En la propuesta del gobierno, la industrialización es uno de los ejes centrales del cambio. Hasta aquí las buenas intenciones y la poesía neo-desarrollista. En los crueles hechos, el modelo de industrialización propuesto se condensa en los eslogan “recodar es vivir” o “guagua que no llora, no mama”. Se basa en la vieja idea de que, paso a paso, se debe: i) generar algún valor agregado al gas natural o los minerales y ii) crear empresas estatales en diversos rubros, a saber: cartón, leche, cemento, papel, cítricos, sectores que han surgido del entusiasmo del discurso electoral y la presión social, antes que de un análisis de viabilidad técnica y de mercado del proyecto. En las varias campañas electorales de los últimos años, se fue sembrando ilusiones de modernidad prometiendo fábricas estatales a diestra y siniestra a lo largo y ancho del país. La propuesta de industrialización gubernamental recuerda los Gosplan soviéticos que buscaban hacer en cinco años, lo que otros países habían hecho en cincuenta.

En el caso boliviano, la industrialización ha tomado rumbos curiosos revelando una inspiración bíblica extraña al espíritu laico que dicen profesar nuestros gobernantes. Por increíble que parezca, la vena industrialista neo bolchevique con dejo pachamamista (a estas alturas de la columna puede Usted, amable lector, prender el incienso, si profesa el culto del “vivir bien”) se inspira más en las enseñanzas del Rey Salomón que en los sesudos análisis de los pensadores marxistas que hacen turismo revolucionario en el país. El último a visitarnos fue Samir Amin, uno de los padres de la teoría de la dependencia.

Como se fue ofreciendo fabricas estatales en ciudades y regiones, estas ahora cobran las promesas y disputan el lugar de ubicación de los proyectos. “Nosotros somos los agraciados por el progreso de balcón, así que esa empresita aquí se queda a la izquierda de cerro” Gritan, ciertos movimientos sociales. “¡No!, reclaman los otros, esa promesa es nuestra, así que la fabrica debe estar de nuestro ladito”.“Aquí se verá más bonita”. Frente al dilema, el hermano y compañero reycito Salomón, desde lo alto del poder, hace justicia y ofrece dos empresas de cítricos, dos fabricas de cemento, es la industrialización salomónica sorprendiendo al mundo y revolucionando la teoría económica. Como es conocido, Marx, en el libro tercero, relata la historia del Rey Salomón. Dos madres solteras pero revolucionarias dieron a luz a dos niños en el mismo periodo, en plena barricadas de la resistencia. Por la noche, una de ellas, en forma accidental asfixia a su bebé. Cuando despierta ve a su hijo muerto. Con el corazón roto, y presa de una desesperación pequeño burguesa, la mujer toma el bebé de la compañera dormida y coloca, el niño muerto, en su lugar. Más tarde la otra mujer despierta, y se dá cuenta del cambio. Las dos mujeres se presentan ante el compañero Rey Salomón, luchando por la posesión de guagua viva. Frente a esta tremenda disputa, Salomón pide una espada y ordena partir al niño. Enloquecida, la verdadera madre se arroja a los pies del Rey y suplica: no lo maten. La otra, fría como en asamblea universitaria, dice: ni para mí, ni para ti: que lo dividan. Así Salomón sabe quien es la verdadera progenitora y le devuelve su bebé. Al contrario, de esta historia, las regiones madres que disputan los bebes del progreso instantáneo, en base a paros y movilizaciones, sin decir: ¡Lenin Protégenos!, permiten la división de los proyectos de empresas estatales. Corte jefaso, que la plata es ajena. Poco importan, las economías de escala, los estudios de factibilidad, los análisis de mercado, la existencia o no de energía para las empresas. ¡Oh¡, ahora no tenemos una fabrica de cítricos o cementos, sino dos,two, paya. Es el milagro del proceso de cambio. El pueblo festeja agradecida por la sabiduría gubernamental. ¡Viva Marx! ¡Gloria al Che! Viva el Rey Salomón¡

Sunday, August 8, 2010

Armas versus celulares

Los cambios tecnológicos, la revolución de las telecomunicaciones y la ampliación de la sociedad de la información se han convertido en pilares centrales del desarrollo económico y social en el mundo, en especial para países en vías de desarrollo como Bolivia. En la actualidad, el desafío de combinar cambios tecnológicos con desarrollo es doble: cerrar la brecha de pobreza y al mismo tiempo, acortar la brecha digital. Las tecnologías de la información y comunicación (TICs), ofrecen oportunidades concretas para fomentar la inclusión social y la reducción de la pobreza y de esta manera realizar revoluciones productivas y de servicios en beneficio de la gente. Las TICs son herramientas fundamentales para ampliar derechos sociales y económicos en la base de la pirámide de la sociedad. Tener computadoras de bajo costo, acceso a la Internet, estar conectado, desarrollar tecnología aplicada a las necesidades de las personas y las empresas, ampliar los servicios para la población son algunas de las armas contemporáneas para generar bienestar económico y menos pobreza. Los estados modernos enseñan a sus ciudadanos a manejar celulares, computadoras o máquinas, y no armas, que es típico de mentalidades autoritarias, que aún militan en los oscuros callejones de la muerte y destrucción, porque le tienen miedo al futuro.
En Bolivia hay 4,5 millones de celulares, es decir, la tasa de cobertura de la red de telefonía móvil es del 46%. Esta penetración tecnológica ofrece una gran oportunidad para introducir innovaciones financieras y bancarias a través de las redes que soportan los celulares. En concreto, se puede promover la inclusión de gente de bajos ingresos al mercado financiero a través del acceso a la telefonía móvil
India y Kenia y otros países en Asia, han sido exitosos en la incursión de iniciativas públicas y privadas para universalizar el acceso a TICs y tecnologías inalámbricas. A través de programas de uso masivo de teléfonos móviles, denominado Mobile-Money o M-Banking, se ha logrado implementar programas de creación de empleos en las áreas rurales,se ha permitido a los migrantes enviar remesas a sus lugares de origen, pagar las cuentas de los servicios básicos sin hacer colas en los bancos, o simplemente como un medio de pago o de ahorro.
Esta actividad tiene impactos económicos potenciales, que están relacionados con el hecho que facilita el comercio. Imagínese, por ejemplo, pagando en el mercado Rodríguez, las Siete Calles o la Cancha con su celular que está conectado a un banco o que simplemente, Usted, recargado con Bs 100 en la esquina de su casa. “Caserita, ¿a cuánto tu papa? Siete con cincuenta centavos, la cuartilla. Qué bien, te pago con un mensajito de mi celu”. La caserita que también tiene su móvil, recibe el pago aceptando la transferencia. “Gracias, cibercaserito, tan churro con su aparatito”. Al final del día del trabajo, el vendedor no tiene que manejar su plata como chuño debajo de sobaco. Apenas apretando un botón de su celu sabe cuánto vendió en la jornada. El consumidor controló mejor sus gastos y no tuvo que estar cargando billetes y monedas. El celular se convirtió en billetera y banco al mismo tiempo. El Mobile-Money (billetera electrónica) o M-Banking (banco móvil) también fomenta el ahorro de los hogares, a través de la promoción del crédito de persona a persona; mejora la calidad de la inversión al permitir realizar transacciones a distancias muy grandes a bajos costos (por ejemplo, el Juancito Pinto se podría pagar por este sistema); facilita la diseminación del riesgo (al poder hacer transacciones al segundo); y finalmente, constituye en sí, un seguro contra robos. Si te afanan el celular, no te roban la mosca.
En una sociedad entre bancos y empresas de telecomunicación coordinados por alguna agencia del gobierno, se podría implementar este sistema en Bolivia. Los teléfonos celulares, las computadoras, la Internet y los diversos servicios que pueden brindar estos instrumentos, ayudan aumentar la productividad de la economía, fomentan el consumo y incrementan las ganancias de personas y empresas, y finalmente, las TICs facilitan la participación de la gente en redes familiares, sociales y empresariales, contribuyendo, de esta manera, al aumento del stock de capital social en un país.
La educación cívica y productiva del siglo XXI prepara a sus ciudadanos para cavar trincheras productivas desde donde se dará la batalla al desempleo y el hambre, los entrena para desarrollar su creatividad y espíritu emprendedor, crea campos de entrenamiento donde se realizan cursos de todas las tecnologías de la información. Las armas del futuro son los celulares y sus diversos servicios; las computadoras y sus aplicaciones productivas; los programas de computación que ayudan a organizarnos mejor. Estas son las armas para derrotar a la miseria, la pobreza y exclusión étnica. Además, apostar a las tecnologías de la información, como una de las bases de nuestro desarrollo, es darle alas cibernéticas a la vida y a la paz.

Sunday, August 1, 2010

¡Gracias a Manco Kapac y Mama Ocllo!

En la reunión de evaluación del gobierno realizada en la bucólica región de Huatajata, el domingo pasado, y después de 12 horas de deliberación, el Gobierno identificó dos debilidades en su gestión: la falta de inversión tanto pública como privada y el déficit del capital humano. Se reconoció que la actual administración no cuenta con equipos técnicos y personal competente. Esta es una buena noticia, abre la posibilidad de que se dé un golpe de timón en la gestión pública, la que en los últimos casi cinco años, estuvo concentrada más en la acumulación de poder que en la creación de riqueza y prosperidad económica. ¡Gracias a Manco Kapac y Mama Ocllo por esta iluminación ancestral.
Al Gobierno le tomó casi 5 años descubrir que una economía competitiva y que promueve la equidad necesita capital humano competente y que una buena administración pública no se puede reducir a levantarse más temprano, estar imbuido de un entusiasmo romántico y hacer poesía jurídica. 
Pero reconocido el problema, es necesario hacer un buen diagnóstico para ver porqué el Estado boliviano no puede retener y/o atraer profesionales competentes en diferentes sectores. Primero, la inestabilidad laboral; en el aparato estatal a cada cambio de ministro, viceministro o director de área tiemblan las sillas y sólo queda rezar y apelar al llunquerío para mantener la pega. Muchos buenos funcionarios no están dispuestos a participar de los rituales del besa mano al nuevo jefe. 
Segundo, salarios muy bajos, esencialmente después que el presidente Morales decidió bajar a la mitad su ingreso nominal, algo más de 15 mil bolivianos por mes. Medida demagógica pero de gran impacto electoral. Por supuesto nadie habla del sueldo real de la primera autoridad nacional, quien vive en una casona, no paga ningún tipo de transporte, ahora inclusive tiene un avioncito de 38 millones de verdes. Ciertamente tampoco tiene gastos ni en alimentación ni vestimenta. Indudablemente que con éste subsidio del erario nacional es muy fácil rebajarse el salario nominal. Nada en contra de que el Presidente se trate bien dada la envergadura del cargo. Lo que cuestionable es que obligue al resto del sector público, de ministros para abajo, que no tiene estos privilegios, a sobrevivir con salarios bajos. Indudablemente, esta situación ahuyente al personal técnico que tiene mejores opciones en el sector privado, en las ONG o en la cooperación internacional. El resultado del populismo salarial en el sector público es una reducción de la productividad media que se reflejada en la calidad de los servicios públicos. 
Tercero, el sector público se ha convertido en una especie de culto ideológico newage, donde sólo los devotos del partido oficialista o los recién convertidos pueden frecuentar. En esta secta, la lealtad es más importante que la eficiencia, razón por la cual se práctica la caza de neoliberales y de otras alimañas. 
Cuarto, el aumento de los riesgos en el sector público. Con la nueva Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, conocida también como Ley Guillotina, sólo aquellos que no tienen nada que perder, algunos fanáticos del régimen, gente desinformada o desesperada por trabajo entran en un sistema donde se presume culpabilidad antes que la inocencia en cualquier acto administrativo. Aquí, justos y pecadores ponen el cuello de igual manera. 
Vivimos un período histórico donde el Estado tiene una responsabilidad fundamental en el desarrollo económico y social. Para que esto suceda se requiere de institucionalidad y capital humano competente. Durante los primeros años de la administración, Morales apostó, a nivel del discurso, a la incorporación de grupos y clases tradicionalmente excluidas de la gestión pública. Esto sin embargo, se quedó en el mundo de los buenos deseos, porque cuando uno analiza del poder ejecutivo, se encuentra una geografía humana compuesta de profesionales de las clases medias, muchos de ellos vinculados a las organizaciones no gubernamentales. Son muy pocos indígenas en la gestión de gobierno, una muestra de ello es la composición del gabinete de ministros. Entonces los problemas de gestión no se explican por un tema de inclusión o exclusión, sino más bien por falta de capacidad y experiencia.

La dolarización, pros y contras

Javier Milei, el vencedor de las elecciones primarias en Argentina, tiene como centro de su propuesta la dolarización de la economía para ac...