Monday, December 26, 2011

Mega Center, mega espera, mega estupidez

Hoy espere 40 minutos para poder entrar en el estacionamiento del Mega center de la ciudad de La Paz. Además tuve que pagar por este pésimo servicio, ahora lo mas trágico cómico, es que el gerente del Mega, en persona intentaba, sin éxito, resolver el problema de la mega trancadera, se aplazo como administrador y también como varita. Es incomprensible que en una inversión de 30 millones, no hayan pensado en un estacionamiento decente. Los espacios de maniobra son tan pequeños que no es posible que dos carros circulen, de entrada y salida, al mismo tiempo. En este caso, o Los arquitectos se aplazaron o los empresarios son Unos mata cambios, buscaron ahorrarse unos miles de dólares. Mega trancadera, mega incompetencia, mega avaricia, resultado pésimo servicio.

Sunday, December 25, 2011

Felices fiestas

Hola amigos(as) del blog Les deseo una Feliz navidad, con mucho amor, Paz, libetad y esperanza. Me tome un tiempo de vacaciones, pero este 1 ero de enero vuelvo a mi columna dominical de Pagina Siete y a escribir en este blog. Un gran abrazo

Sunday, October 30, 2011

La Economía del Sabor

Hace unos 15 años, cuando uno anunciaba un viaje a la Lima de abolengo y fina estampa, las recomendaciones eran sobre seguridad. “No vayas a tales barrios. No circules por las calles después de las nueve de la noche”, eran los encargos que se repetían. En la actualidad, cuando se comenta una visita a la Lima cosmopolita, las expresiones son una mezcla de sana envidia y agua en la boca. La primera reacción del interlocutor es “vas a comer rico”, seguida de recomendaciones de algún restaurante y/o, mejor, de algún apetitoso plato. “No olvides comer un chupe de camarones en el Pez-On; los piqueos y las causas de cevichería La Mar son insuperables; las pachamancas y el lomo salteado del Panchita son bárbaros; los ceviches del restaurante Pescados Capitales son imperdibles; el ají de gallina de la Gloria te va a dejar mudo por una semana; los picarones y suspiros a la limeña del Cala son maravillosos. Ahora, si tienes un paladar más fino, el salmón del Rafael es un sueño de bueno o el seco de Astrid y Gastón gana cualquier concurso”. Mucha gente en el mundo conoce y aprecia la calidad de la comida peruana. Un reciente estudio de la Sociedad Peruana de Gastronomía dice que el 42% del turismo que va al vecino país tiene orígenes gastronómicos. La cocina peruana atraviesa por un boom mundial. Se ha creado un cluster creativo en torno de la comida y los alimentos, que se ha acoplado a la ya dinámica industria del turismo. Veamos algunos números de la gastro(eco)nomía. En el año 2010, los restaurantes y hoteles participaron con un 4% en el producto interno bruto (PIB) del vecino país. Algo como 1.500 millones de dólares al año. En los últimos diez años, el crecimiento de estas actividades estuvo a la par del desempeño del producto, es decir, registraron tasa de crecimiento cercana al 10% al año. Aproximadamente, 350 mil personas trabajan directamente en la industria del sabor (chefs, cocineros, garzones y otros) y están formalmente registrados 66.000 restaurantes, de los cuales la mitad se encuentra en Lima. Pero la comida peruana no es solamente un fenómeno de mercado local, existen 70 franquicias de restaurantes peruanos que han abierto sucursales en 16 países, sólo en Estados Unidos existen 400 locales de comida peruana. La gastro(eco)nomía está conectada a la industria del turismo, que recibe dos millones de personas al año, generando un movimiento económico de 2.500 millones de dólares. La “revolución gastronómica peruana” ha generado una proliferación de escuelas de cocina. En Lima ha abierto una sucursal el prestigioso Cordon Blue. La carrera de cocina se ha convertido en una profesión de moda e incluso se ofrecen varios posgrados. El cluster de la comida vincula a mucha gente. Al campesino que sembró las papas para la causa o el agricultor que cosechó los limones para el ceviche o crió los terneros para el filete. La gastro(eco)nomía también impulsó el prestigio de los productos peruanos. De hecho, la agroindustria exportó cerca de 2.000 millones de dólares en verduras y frutas. Los productos estrella son los espárragos con 280 millones de verdes y los mangos que se venden en un valor cercano a los 60 millones de dólares. En la cadena de la industria gastronómica también interviene el pescador que cogió los peces y los mariscos para las sopas marineras. No hay que olvidar a las centenas de camioneros que transportan los alimentos a los mercados, supermercados o vendedores. Los cocineros y mozos que hacen llegar los platos a la mesa. A este cluster están vinculados, directa o indirectamente, casi dos millones de peruanos –cinco millones si contamos a sus familias- que dependen del sector de la alimentación. A esta cadena productiva también está vinculada la industria de la madera, metal-mecánica y los electrodomésticos, con productos como las mesas, sillas, cubiertos, todas las doras y cocinas. La industria de la cerámica y vidrio, con platos, vasos, floreros. La manufactura y confección con manteles y servilletas. Además todos los servicios de marketing, propaganda y creatividad. La mayoría de estas industrias con un fuerte componente nacional. Con un cluster como éste se resolvería el problema del empleo en Bolivia. Sin duda el éxito de esta cadena productiva está vinculado a liderazgos innovadores como el de Gastón Acurio, una especie de Steve Jobs de la cocina peruana que tuvo la visión y el empuje de convertir a la culinaria del vecino país en una de las actividades más apetitosas y competitivas del mundo, compitiendo con la prestigiosa cocina francesa. El Gobierno también apoyó de manera significativa la industria gastro(eco)nómica, promocionando la comida peruana en el mundo y apoyando al sector agropecuario. No es casualidad que esta semana, el gurú de la competitividad, Michael Porter, se haya reunido con el presidente Ollanta Umala, para seguir apoyando al cluster del sabor, que rescató la tradición de la culinaria andina y, a base de la creatividad, la impulsó a una dimensión internacional. Pero tal vez el hecho más interesante es que la gastronomía se ha convertido en un factor de amalgamiento social, de identidad cultural y de orgullo nacional. El 95% se siente orgulloso de su comida. Los peruanos están unidos por la barriga, lo cual es gran avance.

Sunday, October 9, 2011

El voto TIPNIS

La política está nuevamente en las calles, más precisamente en las carreteras, inclusive, en su clave simbólica, transita por las no carreteras, se mueve por el imaginario social de mano de las percepciones de la gente, algunas inducidas y otras no. Un camino que no existe ha puesto en movimiento a los ciudadanos (as) del país. Buena parte de la población apoya la marcha de los indígenas de las tierras bajas que se dirige a La Paz, impulsados unos por la indignación y la solidaridad, y otros por la convicción de que otro desarrollo económico y social es posible, aquel que no daña el medio ambiente. Otra parte de la sociedad que responde a la miel del poder y/o que cree que el progreso pasa por un camino, ha decidido realizar una contramarcha. Una ruta que no existe, que por definición debía unir geografías, culturas, vidas, esperanzas, viene provocando desencuentro, enfrentamiento, intolerancia e inclusive convoca a la pálida muerte, quien coqueta y solícita coloca sus mejores galas y zapatos para caminar por la estrada que no existe. La carretera que no existe, que en el trazo teórico une Villa Tunari con San Ignacio de Moxos, ha tenido la virtud de tender puentes virtuales, construir caminos secundarios, tierra solidaria y autopistas expresas de identificación que han unido a mucha gente en el país y el mundo. Los ojos de corazón de muchas personas han descubierto tierras y rostros antes lejanos. Un camino que no existe ha rescatado a la ciudadanía que estaba exiliada en el miedo, acurrucada en la indiferencia, sentada en la cómoda poltrona del consumismo. Una estrada que no existe ha sacado a mucha gente de la borrachera ideológica que era alimentada por el trago de la propaganda oficial. Una vía que no existe ha abierto nuevas sendas para el reencuentro entre todos. A través de un camino que no existe, el TIPNIS ha hecho realidad el concepto “glocal”, un hecho local que se globaliza gracias a la solidaridad y la movilización ciber-ciudadanos que sueltan su voz en las nubes-redes del internet. En efecto, una carretera que no existe ha comunicado el TIPNS con Río, Nueva York, París y Tokio. La solidaridad nacional e internacional hizo lo que nunca harán los tractores del progreso populista: unir sin destruir. Un camino que no existe está llevando al Gobierno de la gloria de la legitimidad a los difíciles pantanos de la ingobernabilidad. Pero a pesar del campanazo de alerta de la sociedad, la carretera que no existe continúa siendo bloqueada, con las piedras de la intolerancia, con los troncos de la intransigencia y las zanjas profundas del autoritarismo, por aquellos que en el pasado también bloquearon, aunque por causas más nobles. Un camino que no existe también debería permitir que el Gobierno reconduzca sus acciones. Una estrada que no existe ha permitido el tránsito de nuevas ideas sobre desarrollo, nos está dando la oportunidad de repensar, conjuntamente la población del lugar, fuera de la caja, es decir fuera del parque, una estrategia de desarrollo local, donde el camino es apenas una parte de la solución integral para los problemas de salud, educación, empleo y bienestar de la región. El TIPNIS, corazón del turismo ecológico, el primer parque tecnológico de biodiversidad y estudios del medio ambiente. Una carretera que no existe nos está dando la oportunidad de construir otro camino que no dañe el medio ambiente y sí lleve mejores días para la población del lugar. En suma, el camino que no existe abrió muchas vías, sendas, pasos, calzadas, avenidas, calles para que la sociedad se reinvente, renueve su espíritu democrático. Por eso mi apoyo al TIPNIS sale del parque y se conecta con otras esferas de la política y la ciudadanía. Por eso doy mi voto por el TIPNIS. Con mi mejor letra, lograda frotando colas de lagartijas de las pampas de Villazón, escribiré TIPNIS con “tinta sangre del corazón” donde pueda, en las paredes de mi ciudad, en los manifiestos de apoyo a los marchistas, en las ventanas virtuales del Facebook y en la papeleta de sufragio de las elecciones del Poder Judicial. Escribiré de esquina a esquina, TIPNIS, para que no crean que me pueden fumar en kullo pipa. La marcha por el TIPNIS permitió ratificar mi convicción por la democracia y mi repudio a la cachaña política, además me dio fuerza para afirmar que no creo que se pueda elegir entre aquellos, que los nuevos dueños del poder, ya eligieron. Con mi voto tampoco permitiré que se abra una carretera institucional y jurídica a gusto y semejanza del poder, creándose así las condiciones para seguir talando los árboles de los derechos humanos y civiles, matando los pájaros de libre expresión, acabando con el agua que alimenta la libertad, terminando con la división de poder que se fundamenta para la preservación del Estado de derecho. No creo en este camino amañado para cambiar la justicia en Bolivia, al igual que en el TIPNIS, estoy convencido que hay otras rutas que se debe seguir preservando la ecología de la democracia y apostado a un cambio real en el Poder Judicial, que se base en su independencia.

Tuesday, October 4, 2011

El Estado K'ollo

La brutal represión contra la marcha pacífica de los indígenas de tierras bajas marca un punto de inflexión en la política. No es el único, pero sin duda es más fuerte y con alto contenido simbólico. En estos días de dolor, de indignación, quiero concentrarme en el punto de quiebre que se ha producido en el sistema de gobernabilidad vigente desde el año 2006, con la elección del presidente Morales.

A mediados de los años 80, con la recuperación de la democracia, los partidos políticos eran los instrumentos de mediación entre los intereses de la sociedad y el Estado. Estos, durante más de 20 años, a través de diferentes pactos políticos, consiguieron ciertos grados de gobernabilidad lo que permitió equilibrios políticos y la implementación de un modelo de desarrollo económico fuertemente concentrado en la acción del mercado y el sector privado. Eran los tiempos de la democracia pactada. El desmoronamiento de este sistema comenzó cuando los partidos políticos tradicionales se alejaron de la sociedad y convirtieron al Estado en un espacio de arreglos espurios y clientelares que sólo reflejaban intereses de ciertas élites políticas y económicas.

La ruptura entre la sociedad y los partidos políticos llevó a una crisis grave de gobernabilidad que posteriormente se convirtió en una crisis estatal. Las luchas intestinas entre caudillos, un modelo económico que no atendía las necesidades de la gente y un descrédito profundo de la clase política produjo la desaparición de este sistema.

Con esperanza, a partir del 2006, la sociedad boliviana votó masivamente por una alternativa política que prometía un nuevo sistema de gobernabilidad. Los intereses de la sociedad se reaglutinaron en grupos corporativos, los movimientos sociales. La voz política se legitimaba a través de sindicatos, comités regionales, agremiaciones, juntas vecinales, entre otros. La mediación entre sociedad y Estado pasaba por estos grupos.

El poder político del MAS se sustentaba en un pacto entre diferentes corporaciones, conocido como el Pacto de Unidad, que en un principio tenía su referencia aglutinadora en los grandes temas nacionales como: la nacionalización del sector de hidrocarburos o la elaboración de una nueva Constitución Política del Estado. Entendida esta última como un gran pacto social entre estos movimientos sociales. Era la oportunidad para la construcción de un nuevo bloque histórico que desmontaría el neocolonialismo y neoliberalismo. La Constitución era el plano arquitectónico que debería ser la guía para la construcción del nuevo Estado.

Elaborada la nueva Constitución y atendidas varias de las reivindicaciones en la letra muerta de la Carta Magna. Poco a poco los movimientos sociales colocaron en un segundo plano el horizonte de los intereses nacionales y comenzaron a buscar la materialización del pedacito del paraíso ofrecido por el proceso de cambio. Pasó el momento de la retórica y la poesía jurídica, comenzó el juego bilateral, entre corporaciones y Estado. La lucha por las rentas se puso más dura en un contexto de hiperinflación de expectativas. Se inicia la disputa por los pedazos de la felicidad económica instantánea que el Gobierno había prometido. No se puede atender a todos y el oficialismo está frente a la difícil tarea de priorizar las demandas de los movimientos sociales. ¿Quienes serán los elegidos? ¿Qué criterios utilizar para escogerlos? ¿Lealtad, capacidad de cuestionamiento al poder, capacidad de presión?

En el fondo, el tema del Tipnis es uno de los primeros choques entre dos movimientos sociales que tienen visiones y prácticas muy diferentes del desarrollo económico y manejo del ecosistema por ejemplo. Por una parte, los colonizadores y cocaleros apuestan a las carreteras para integrarse a un mundo cada vez más capitalista y globalizado. Por otra parte, las organizaciones de las tierras bajas optan por un desarrollo conservacionista del medio ambiente, buscando proteger sus tradiciones e intereses económicos. Frente a esta disputa, el Gobierno optó por los colonos y cocaleros, una especie de guardia Pretoriana del proceso de cambio, pero al hacerlo clavó un filoso puñal en el corazón del sistema de gobernabilidad político basada en los movimientos sociales. El conflicto del Tipnis podría ser el inicio de la erosión de las bases de la gobernabilidad. A partir de la intervención de la marcha nada será igual.

Todo indica que la conflictividad en el país volverá a sus cursos del pasado. Los problemas de gobernabilidad podrían, muy rápidamente, convertirse en crisis estatal. Y según los últimos datos sobre la caída de los precios de las materias primas, la economía ya no ayudaría a atenuar la crisis política como en el pasado inmediato. El peligro es volver al Estado K’ollo, un Estado que no avanza ni da vida a una nueva sociedad.

Sunday, September 25, 2011

El Avatar Chuto

En materia de resultados y desarrollo económico hemos vuelto a los años 30. Se ha consolidado nuestra vocación primaria exportadora. El 84% de nuestras ventas afuera siguen siendo minerales, energía y productos agrícolas. El péndulo de la historia ha vuelto a depositar su confianza en la acción del Estado adiposo e ineficiente en la economía. Todos esperábamos y apoyábamos acciones estatales de calidad, especialmente en el sector productivo, pero el viejo paquidermo gubernamental está de vuelta.

Como de costumbre, la pantomima de la ideología populista busca re-empaquetar, con el celofán de la propaganda, el viejo desarrollismo. Poses neorrevolucionarias, mitos recién lustrados por las consignas, eslóganes, retórica estridente y coquetos puños en alto anuncian un cambio con las mismas prácticas del pasado. Dos ejemplos: ¡Muerte a la microeconomía! se corea desde Comibol. Aquel que denuncia que el costo de producción del estaño, en una empresa estatal, está por encima de los precios internacionales, a la calle. La matemática de costos es neoliberal.

Además vuelve el desarrollo de arriba hacia abajo, impuesto por la tecnocracia. Caminos para llevar civilización a los “buenos salvajes”, sacrificio del medio ambiente y la biodiversidad. El progreso y orden debe llegar de mano del sector económico más globalizado y competitivo: la coca.

A lo largo de los últimos 50 años los objetivos del desarrollo se han multiplicado. Para las primeras teorías del desarrollo de los años 50, la meta principal era aumentar el ingreso per cápita de la población, incrementando la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Las políticas públicas debían focalizarse en obras de infraestructura. Posteriormente, se ampliaron los objetivos incorporando criterios como la reducción de la pobreza y la equidad. Fue la época de los índices de desarrollo humano como medidas del bienestar.

En la actualidad, el concepto del desarrollo es mucho más amplio y sofisticado; éste debe ser integral y sostenible, con participación ciudadana, respetuoso de los ecosistemas sobre la base de los modelos de desarrollo local. Más aún, ahora se entiende, gracias a Amartya Sen, que desarrollo es la ampliación de las libertades de elección. Varios de estos conceptos están en la nueva Constitución, pero las acciones desarrollista y pragmática de los dueños de poder vuelven a las propuestas de hace 50 años. Pasaron los tiempos del enamoramiento con los movimientos sociales. Lo que se hizo con la mano se borra con el codo. La revolución del modelo de desarrollo quedó en el papel y en las competencias de poesía jurídica que organizan los nuevos doctorcitos.

En el campo político, las antes gloriosas marchas organizadas por los pueblos originarios, donde participaban masiva y militantemente la gente que ahora está en el Gobierno, se han convertido en manifestaciones de marionetas digitadas por constelaciones de conspiradores: Usaid, las Naciones Unidas, la derecha, los traidores-resentidos con el proceso de cambio, organizaciones no gubernamentales y Sánchez de Lozada. Sólo falta un conspirador que en breve será descubierto con pruebas contundentes, la FIFA. Me imagino las reuniones de coordinación entre los compañeros del CEJIS, los gringos, los cascos azules, los gonistas, los medioambientalistas y los ex masistas para hacer pasar agua y comida frente al bloqueo policial, por ejemplo.

Así están las cosas en el paraíso de la revolución. Pero, ¿qué se puede aprender de todo esto? Pues, la importancia de la coherencia en la acción de las personas. Los principios no se transan ni se acomodan a la lógica del poder. No todo vale para imponer acciones. En estos casos, los medios no justifican los fines. Las máscaras ideológicas no son para siempre. La acción política no puede ser administrada por el cuchillo del frío pragmatismo y la venganza. Las causas justas, como el derecho al desarrollo con respeto a la naturaleza, que están en la agenda de las políticas públicas, merecen mejores ideas, proyectos y acciones coherentes y no la cachaña política, el lodo de la intriga, el sistemático desprestigio del oponente y la imposición.

El país está perdiendo, en el caso del TIPNIS, una enorme oportunidad de colocar en práctica un verdadero nuevo modelo de desarrollo en equilibrio con la naturaleza y el medio ambiente. Parte de la solución es que el camino bordee el parque, pero más importante que esto es proponer y discutir con sus habitantes una estrategia de desarrollo integral para la zona que abarque cultura, economía, sociedad, turismo ecológico, biodiversidad, parques de biotecnología. Esto se lo debemos a las nuevas generaciones para evitar que Bolivia sea conocida en el mundo como la tierra del Avatar chuto.

Thursday, September 22, 2011

El "Doc" Morales

Conozco al Dr. Juan Antonio Morales desde siempre. Sin duda alguna es uno de los pocos economistas bolivianos que juega, con solvencia y enorme capacidad técnica, en las ligas mayores de la profesión en los últimos 30 años. Tiene libros que son referencia en el pensamiento social boliviano y ha publicado varios artículos en revistas arbitradas de prestigio internacional. ¿Qué significa esto último? Pues revistas, como el American Economic Review o el Trimestre Económico, que solamente publican artículos que pasan por rigurosas evaluaciones técnicas de comités editoriales. Juan Antonio publicó varios artículos en este tipo de revistas porque una de sus virtudes es la investigación sofisticada.

Al inicio de su carrera se concentra más en temas econométricos, un trabajo pionero es por ejemplo: Bayesian Full Information Analysis, publicado en Alemania. Entre los años 80 y 90, es uno de los economistas que más estudió y publicó sobre las causas de la hiperinflación boliviana y los fundamentos de la estabilidad. Un trabajo clásico, escrito con Jeffrey Sachs, es: Bolivia's Economic Crisis, publicado por el prestigioso National Bureau of Economic Research. Otras investigaciones relevantes sobre el temas son: Creación de dinero y demanda por dinero durante la alta inflación boliviana, de 1982 a 1985. Y Estabilización y Nueva Política Económica en Bolivia.

Posteriormente, las preocupaciones de investigación de Morales se centran en cómo la economía boliviana podía recuperar el crecimiento económico sostenido. Entre los trabajos más importantes podemos señalar: Bolivia’ s Post Stabilization Problems y The Transition from Stabilization to Sustained Growth in Bolivia. Ningún estudioso de este periodo de la historia económica de Bolivia podría dejar de revisar la obra de Juan Antonio. Todos estos artículos se encuentran en la página del Instituto de Investigaciones Socio-Económicas de la Universidad Católica Boliviana San Pablo. http://www.iisec.ucb.edu.bo/papers/1981-1990.htm.

A finales de los años 90 e inicios del nuevo siglo, el interés investigativo de Morales adquiere una visión más de largo plazo y se preocupa con los temas más estructurales y sectoriales de la economía boliviana. Entre los trabajos más destacables están: Economic Policy and the Transition to Democracy. The Latin American Experience escrito con G. McMahon. La Minería y los Hidrocarburos en Bolivia con la coautoría de Justo Espejo. Y Bolivia’s Economic Vulnerability: Crisis and Social Exclusion. Todos estos artículos fueron publicados en revistas internacionales o compilaciones de libros.

Una otra virtud de Juan Antonio a lo largo de todos estos años es de haber aproximado la teoría económica a la gente, ha escrito centenas de artículos en la prensa boliviana que se caracterizan por ser sencillos, llenos de metáforas y alusiones tanto a películas como a personajes de la literatura universal. Muchos de estos artículos se recopilaron en el libro del 2002 Informe escrito de un economista. Este trabajo no está dirigido a sus pares profesionales, sino a las personas comunes que todos los días maximizan sus utilidades haciendo coincidir sus restricciones presupuestarias con sus curvas de preferencias de consumo. El libro contiene artículos polémicos en materia de política económica y que reflejan paradojas que unen la vivencia personal del autor con la historia económica del país. Por ejemplo Canastón de Golosinas, un ensayo muy crítico del DS 21060, publicado en septiembre de 1985, le costó el trabajo a Juan Antonio. Años después su autor se convertiría en el guardián de la estabilidad financiera, como presidente del Banco Central, que justamente el referido decreto ayudó a crear.

El “Doc” Morales, como es conocido entre sus alumnos, también es un profesor de pura cepa: riguroso, didáctico y distraído. Es frecuente encontrarlo por los pasillos de la universidad bañado en tiza de los pies a la cabeza. Sus clases preferidas son: Econometría, materia con la cual varias generaciones de economistas de La Paz perdieron largas noches de sueño, y Macroeconomía, clase que durante años fue el semillero de discípulos que después se convirtieron en muy buenos economistas, que inclusive ahora trabajan en altos puestos del Gobierno Morales.

El profesor Morales enseñó en varias universidades del mundo. Entre las más importantes están: Boston University; Instituto Torcuato di Telli, en Argentina; Universidad de La Haban; Pontificia Universidad Católica del Perú, y la Facultad de Notre Dame de la Paix, en Bélgica.

En Bolivia, existe el criterio equivocado de que si se responde una idea o crítica se hace crecer al oponente circunstancial, somos campeones para empequeñecer el sano debate. Al contrario de esta tendencia, Juan Antonio es un elegante militante de la polémica. El “Doc” Morales no deja de responder e iniciar discusiones, independiente del tamaño del contrincante. A lo largo de varios años de amistad he tenido el privilegio de no estar de acuerdo con él. Debatir con Juan Antonio además de enriquecer mis análisis me han confirmado que es un hombre íntegro y leal, aún en la diferencia. Por ejemplo, una asignatura pendiente que tenemos es sobre la apreciación del tipo de cambio real y su impacto en la economía boliviana. Espero ansioso retomar la discusión.

Esta una breve semblanza e historia de Juan Antonio, que con absoluta certeza no fue mellada por el artero cuchillo de la revancha y la baja política. Ciertamente, el investigador, profesor y brillante polemista seguirá enseñando economía a las futuras generaciones y le dará lecciones de vida y honestidad a los carceleros de la inteligencia, la esperanza y la libertad.

Thursday, September 8, 2011

SOLIDARIDAD CON JUAN ANTONIO MORALES

SOLIDARIDAD CON EL DR. JUAN ANTONIO MORALES

La noche del 7 de septiembre de 2011 se ha cometido un atropello contra el Dr. Juan Antonio Morales por la fiscalía quienes, vulnerando sus derechos civiles y humanos e ignorando las normas del debido proceso, ha dispuesto su detención preventiva.

JAM es un brillante economista boliviano de exitosa carrera profesional y que ha prestado invalorables servicios al Estado Boliviano, como Presidente del Banco Central de Bolivia por más de 10 años y destacado académico dentro y fuera de Bolivia.

En el pasado, el Estado cubría suplementos salariales en el Poder Ejecutivo a través de recursos de diversas fuentes que eran aprobadas por el Presupuesto General de la Nación anualmente y por Ley que aseguraba su legalidad. En 2010, el gobierno del Presidente Evo Morales aprobó una Ley Anticorrupción que crea nuevos tipos penales de aplicación retroactiva, que hoy se pretende invocar para acomodar una acusación contra Juan Antonio Morales, por los orígenes de los fondos de su remuneración laboral. Esta es una aberración jurídica pues no cabe una aplicación retroactiva de la ley y menos en perjuicio de quien no cometió delito alguno. Se trata de un abuso a sus derechos, a las garantías del debido proceso y a la propia Constitución que garantiza la presunción de inocencia y la vigencia plena de los Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos.

En estos momentos difíciles para Juan Antonio Morales y su familia, expresamos nuestro apoyo y solidaridad y exigimos su inmediata libertad.



También los invito a leer la carta del hijo de Juan Antonio Morales

http://estebanmoralesb.wordpress.com/2011/09/08/liberen-a-juan-antonio-morales/

Monday, August 22, 2011

"El pasado es un futuro usado"

Millor Fernandes, un escritor brasileño solía decir: “el pasado es un futuro usado”, en Bolivia podría decirse que el futuro es un pasado recalentado con el fuego de la ideología de turno. Modelos económicos cansados, discursos políticos trasnochados y resultados macroeconómicos ya vistos son presentados como flamantes logros, siempre calificados, con tono solemne y acartonado, de hechos históricos.

El proceso de cambio en curso, especialmente en términos económicos, es un “museo de grandes novedades”. Las últimas piezas arqueológicas que han entrado a este recinto son los resultados del sector externo de la economía boliviana. Resulta que las exportaciones no tradicionales han bajado significativamente y Bolivia, como al inicio del siglo XX, vuelve a depender en más del 80% de las ventas de recursos naturales.

La repetición de estos resultados es presentada como un logro inédito, único, y magnífico. Así caminamos en círculo, el hocico del futuro muerde feliz la cola del pasado. Y se grita a los cuatro vientos que estamos avanzando a paso marcial hacia el año 1930, cuando también sólo exportábamos, ¿adivine qué? recursos naturales. Aunque eso sí el mercado era diferente, en aquellas épocas era Europa y Estados Unidos, ahora es sobre todo Brasil China y Corea. El mundo económico y comercial ha dado muchas vueltas en los últimos 100 años y nosotros seguimos orgullosos vendiendo lo mismo.

En el primer semestre de 2011, las exportaciones tradicionales alcanzaron 3.421 millones de dólares, esto significa un 37% más que el año pasado, en este periodo éstas representaron el 86 % del total exportado. Por supuesto este es un logro más de las fuerzas telúricas del cambio que hacen que los precios de los minerales suban. Estos precios fabulosos nada tienen que ver con el crecimiento de la China o la especulación en el mercado de la commodities.

Paralelamente, las exportaciones no tradicionales (confecciones textiles, azúcar, alcohol y derivados, girasol y derivados, soya y derivados), es decir, todo aquello que tiene cierto grado de valor agregado, se redujo en un 21% en precio y 40% en volumen.

Esto, por supuesto no es responsabilidad de las políticas cambiarias del gobierno que han apreciado la moneda nacional respecto al dólar perjudicando este tipo de exportaciones, tampoco nada tiene que ver con la pérdida de mercado para nuestras exportaciones de manufacturas a Estados Unidos, ni las acciones de prohibición de exportaciones.

La reducción de las exportaciones no tradicionales es de responsabilidad de productores nacionales que no se comprometen con el cambio e insisten en responder al sistema de precios y no al compromiso político.

En el mundo al revés de la política comercial y cambiaria del oficialismo, la cola mueve al perro. En el mundo real y no ideológico, la contracción de las exportaciones no tradicionales debe preocuparnos mucho, en especial las manufacturas. Para muestra basta un botón. Las ventas de estos productos a Venezuela cayeron de 29 a 2,6 millones de dólares. La hermandad revolucionaria no fue suficiente para evitar esta caída. Parafraseando a H. Kissinger, los países no tienen ni amigos ni hermanos, sino intereses.

En general, las clases medias en el mundo se forman y desarrollan en el sector manufacturero, según un estudio de Dani Rodrik: “Sin una base manufacturera vibrante, las sociedades tienden a dividirse entre ricos y pobres: quienes tienen acceso a puestos de trabajo estables y bien remunerados, y aquellos cuyos empleos son menos seguros y viven existencias más precarias. Además, la manufactura puede ser fundamental para el vigor de la democracia de una nación. Cuando este sector despega, puede generar millones de empleos para trabajadores no calificados, a menudo mujeres, que anteriormente estaban empleadas en la agricultura tradicional o en servicios menores. La industrialización fue la fuerza impulsora del rápido crecimiento del sur de Europa durante los años 50 y 60, y en el este y el sudeste de Asia desde la década de 1960”.

Para países como Bolivia el crecimiento de la industria manufacturera, volcadas al mercado externo e interno, es vital para mejorar la asignación de los recursos escasos en la economía y crear bases sólidas de crecimiento, Rodrik las denomina “actividades de ascenso”: “una vez que la economía recibe un punto de apoyo en una industria, la productividad tiende a aumentar rápidamente hacia la frontera tecnológica de ella”. Además las industrias manufactureras, en textiles y madera por ejemplo, “muestran lo que los economistas llaman “convergencia incondicional”, una tendencia automática a cerrar la brecha con los niveles de productividad en los países avanzados”.

La pérdida de dinamismo de la incipiente industria manufacturera en el país por falta de mercados externos impide seguir el camino mencionado y les cierra la puerta de la ascensión social.

En este contexto, cabe preguntarse: ¿donde esta el millón de personas, que según el gobierno, habría pasado a condición de clases medias en los últimos años? Ciertamente no está en el sector productivo manufacturero. De ser el dato correcto, estas nuevas clases medias tienen una condición muy volátil porque la mayoría se encuentran en el sector informal, asociado al comercio, los servicios de baja productividad, y en las actividades ilegales. Otras podrían estar en el sector construcción o financiero.

En ambos casos, su situación es muy etérea porque depende de la burbuja de consumo que vive Bolivia debido a la bonanza prestada de los recursos naturales. Pasado el verano de los precios espectaculares de las materias primas, muy probablemente, volverían a su condición de pobres. Para que estas clases medias construyan su futuro sobre cimentos sólidos deberían estar trabajando en el sector manufacturero, siendo la punta de lanza de las exportaciones no tradicionales. De esta manera, el futuro no sería un pasado usado, sino uno reinventado.

Thursday, August 11, 2011

El cometa turismo

Días patrios. Mi homenaje, una propuesta para relanzar el sector de turismo en Bolivia. Lo haré en forma de ayuda memoria: corto y concreto. Para animarlo en la lectura de su columna, en un día posiblemente de chaqui por los festejos nacionales, le presento la ruta crítica que seguiremos: Los antecedentes, las oportunidades, la propuesta, los caminos a seguir, el financiamiento. Y finalmente, un salud y seco por Bolivia con coctelito de tumbo paceño que no cura la resaca pero que prolonga la felicidad.

En el 2010, ingresaron en torno de 600 mil de turistas a nuestro país y dejaron unos 350 millones de dólares. Resultados modestos si los comparamos con datos de la región. En el mismo año al Perú llegaron 2 millones de visitantes, que dejaron 2 mil millones de dólares en la economía vecina. Chile o Costa Rica recibieron montos similares de personas y dinero. También en el 2010, al Brasil ingresaron más de 5 millones de turistas y contribuyeron con 6 mil millones al total de exportaciones de servicios. Huelga recordar que el potencial de nuestros atractivos turísticos, en algunos casos, es mucho mayor que la vecindad.

Tenemos diversos pisos ecológicos, diversidad cultural, atractivos como el salar de Uyuni, Tiwanaku, las Misiones y otras regiones, además somos el centro de América Latina. También es importante resaltar que la industria turística es un gran empleador. Hace muchos años que se habla del potencial turístico en Bolivia. No voy ha ahondar en esto.

En los próximos años pasará un cometa repleto de gente muy cerca del país. Es el cometa que el sector turismo boliviano estaba esperando hace muchos años. Debido a dos mega eventos deportivos que el Brasil organizará, el campeonato Mundial de Fútbol en el 2014, y las Olimpiadas en el 2016, el flujo personas que visitará el vecino aumentará entre 600 mil y un millón de personas por año. Si tomamos una ventana de oportunidad de cinco años, estamos hablando de cerca de 28 millones de turistas que estarán a cuatro horas de avión de La Paz o a dos horas y media de Santa Cruz y si la carretera Santa Cruz-Corumbá se termina, a 15 horas por carretera. Además, muchos de ellos, que vendrán de Asia, atravesarán nuestros cielos para llegar al Brasil, por lo tanto deberíamos invitarlos a hacer una paradita en nuestro país.

Es decir, con fecha y hora podría haber un choque de demanda gigantesco para el turismo nacional. Siendo modestos podríamos colocarnos la meta de doblar el número de visitantes en el país y, por ejemplo, llegar al 1.200.000 visitantes que podrían dejar cerca a mil millones de verdes y crear miles de empleos de calidad. Ésta es una oportunidad única para que el sector turístico nacional se ponga los pantalones largos. Entones ¿qué habría que hacer para aprovechar esta oportunidad?

Implementar un cluster para el turismo con la participación del Gobierno, los operadores del sector, universidades e institutos vinculados al turismo, comunidades, líneas áreas, artesanos, hoteles, restaurantes, regiones, municipios y otros actores con el objetivo de doblar el ingreso de visitantes en los próximos cinco años. Entre las tareas concretas a ser realizadas están un acuerdo marco con Brasil para convertir los aeropuertos bolivianos, digamos El Alto y Viru Viru, en hubs de distribución para ambos eventos deportivos. De esta manera, se ayudaría a descongestionar la presión sobre los aeropuertos brasileños y se permitiría un punto para que se inicien rutas turísticas dentro de Bolivia.

Paralelamente, se podría crear el “BolBras pass”, un paquete turístico (hoteles y pasajes) que incluya varias ciudades Brasil y Bolivia que se vendan junto a las entradas al mundial y a las olimpiadas. La inversión pública debería concentrarse en infraestructura de transporte (caminos y aeropuertos) vinculada al turismo. El aeropuerto en Uyuni es un gran avance. El sector privado debería invertir en cadenas de hoteles, restaurantes y mejorar capital humano. Para concretar estos proyectos se requería un gran pacto económico entre todos los actores del sector turístico.

Para concretar estos proyectos se debería crear un fondo de desarrollo de turismo con contribuciones del Gobierno central, gobernaciones y municipios.

El cometa del turismo vinculado a dos eventos mundiales pasará muy cerca de Bolivia, no podemos perder esta oportunidad para dar un impulso a la economía boliviana. Para terminar el brindis de ocasión. Salud por una Bolivia que realice una revolución en el sector de servicios.

Sunday, July 31, 2011

Es Usted un revolucionario? Guia revisada y definitiva

En los últimos meses han surgido varios grupos disidentes del otrora monolítico proceso de cambio. Intelectuales y políticos se desencantaron de la revolución y, ahora, le ven muchos defectos a la novia. Desde el árbol del poder los acusan de traidores y otras cosas peores.

Según los sacerdotes oficialistas, los nuevos herejes anidan en sus vigorosos pechos de bronce sentimientos pequeño burgueses que les hacen temblar las rótulas. Se han endurecido pero aún mantienen cierta ternura por los placeres materiales. Inexplicablemente le hacen el juego a la derecha o responden a los intereses ponzoñosos de alguna ONG.

Se dice que en las puertas de todas las reparticiones del sector público se instalarán sofisticados detectores de neoliberales y nuevos extraviados, desarrollados con tecnología venezolana. Estos aparatos de última generación recuerdan a los detectores de metales de los aeropuertos. ¿Cómo funcionan estas maravillas creadas por el ingenio del socialismo del siglo XXI, que amenaza con convertirse en el tercer ítem de exportaciones de Venezuela, después del petróleo y las misses Universo?

Cuando algún fanático del mercado o disidente pasa por estos aparatos se activan fuertes alarmas y altoparlantes poderosos que repiten sin parar improperios como: vende patria, pillo, sarnoso neoliberal, traidor, revisionista y otros adjetivos irreproducibles en este casto periódico.

Ahora bien, si un auténtico revolucionario atraviesa el artefacto, que recuerda una Puerta del Sol metálica, los parlantes sueltan la melodiosa voz de un cantor de protesta de los años 70 cantando “Que la tortilla se vuelva, que los pobres coman pan y los ricos MM”, acompañado por un coro de zampoñas orureñas en do mayor. Pero lo más interesante es que de lo alto del detector se proyecta luces multicolores que dibujan en el suelo la silueta del Comandante Che con su acullicu que señala el glorioso camino del cambio.

La colocación de los detectores causó mucho nerviosismo en las filas oficialistas y los disidentes. Bueno, pero no pierda la calma, este domingo le ofrezco un sencillo cuestionario para comprobar, de manera definitiva, si usted es un revolucionario o si más bien se ha convertido en un opositor.

Así que papel y lápiz, apreciado lector y/o preocupados compañeros. Los resultados sólo serán de su conocimiento. Éste es un cuestionario de múltiple elección, sólo escoja una respuesta. Se recomienda tomar el test agarrado de El Capital, para dar mayor seguridad.

A seguir las preguntas vinculadas a economía: 1) ¿Qué es lo que limita el crecimiento económico? a) La escasez de ahorro. b) La falta de inversión pública, tecnología e instituciones. c) La acción del imperialismo. 2) ¿Cómo aumentar las inversiones en un país? a) Establecer reglas de juego, jurídicas y económicas, claras y fomentar el mercado de capitales. b) Promover políticas públicas que fomenten la acción privada. c) Nacionalizar las peluquerías. 3) ¿Cómo expandir las exportaciones? a) Políticas industriales de todo tipo. b) Apertura de la economía. c) Vender más productos a los países del ALBA. 4) ¿Cómo se debe manejar el equilibrio fiscal? a) El déficit público debe ser administrable y sostenible. b) El objetivo prioritario es el superávit. c) Establecer más impuestos a los ricos formales e informales. 5) Para mejorar la redistribución del ingreso, se debe: a) hacer crecer la economía. b) Focalizar los gastos públicos en los más pobres. c) Aumentar la cantidad de bonos. 6) Los mercados son: a) Eficientes pero injustos; b) Asignan recursos de manera adecuada. c) Son una creación del engendro de Satanás. 7) El sector privado: a) Es el único factor del desarrollo. b) Tiene enormes potenciales pero requiere el complemento del Estado. c) Es el origen y fin de la explotación capitalista.

Ahora algunas preguntas vinculadas a temas socio políticos. 1) El origen de las desigualdades sociales y étnicas se explica por: a) El neoliberalismo y neocolonialismo. b) Las acciones de Estado corrupto e ineficiente. c) Las conspiraciones de la derecha y el imperialismo. 2) La construcción del nuevo Estado integral se basa en las ideas de: a) Grasmci y su concepción de bloque histórico y hegemonía. b) Toni Negri y su idea de multitud. c) Los dos anteriores autores en una relectura pachamámica. 3) La defensa de la Madre Tierra significa: a) Pensar en los hijos de ésta y hacerles entender que las carreteras son sinónimo de progreso. b) Defender a los nativos de las organizaciones no gubernamentales que defienden interese foráneos. c) La victoria del pragmatismo sobre los ideales. 4) La autorización del ingreso de autos chutos es una estrategia a) Leninista de acumulación de fuerzas con los compañeros contrabandistas. b) Que sigue a Maquiavelo, el fin justifica los medios. c) Es el complejo camino del socialismo chuto. Finalmente la pregunta más importante. 5) Cómo votará en las elecciones para jueces y magistrados. a) ¿Caerá en la trampa de elegir aquellos que ya fueron elegidos por el MAS? o b) ¿Les mostrará el dedo anular contrayendo los otros cuatro?

Estimados lectores, sus respuestas pueden ser enviadas a mi blog “Villazón Business School” http://www.chavezbol.blogspot.com/ donde podrán ser cotejadas con las respuestas. ¡Pare de sufrir! Descubra si es usted todavía un revolucionario o se ha pasado al otro bando. Las respuestas serán tratadas con la debida confidencialidad que el caso amerita.

Monday, July 25, 2011

Ser Neo-Estructuralista en la Bolivia de Hoy

El debate nacional en materia económica, en general, es bastante pobre. Desde el árbol del poder se califica como pensamiento neoliberal a todo lo que no se entiende. Se maneja una matriz sobre ideologizada que sólo admite feligreses u opositores al proceso de cambio. Se han perdido los matices y colocado en la misma bolsa a muchas escuelas del pensamiento económico. Todo lo que hace el gobierno en materia económica se etiqueta de revolucionario, inclusive quitar subsidios, por ejemplo. En la perspectiva de la oposición la situación es más desalentadora, sólo se articulan algunas ideas reactivas a la propuesta oficialista sin un norte teórico. Es decir el gobierno establece la agenda económica y la oposición política se encarga de descalificarla sin proponer alternativas. Lamentablemente, el debate académico también cae en la trampa del negro o blanco.

En la actualidad, los indicadores macroeconómicos, como en los años noventa, son la medida y el fin para medir buenos, regulares o malos resultados. La mayoría de los defensores de políticas públicas, los analistas económicos y otras yerbas se inclinan ante el altar de los datos macroeconómicos. Los oficialistas prenden velas e inciensos a los milagros registrados por las cuentas nacionales. Los opositores quieren acuchillar la robusta macroeconomía. En muy pocas oportunidades entra en debate los aspectos microeconómicos del desarrollo, los temas de competitividad y productividad, los desafíos del encadenamiento de la economía, los retos sectoriales del desarrollo, la revolución tecnológica y lo que es más importante, la necesaria integralidad que debería existir, tanto en el nivel microeconómico como macroeconómico, entre las tareas económicas y las necesidades sociales. Es necesario recuperar una aproximación neo heterodoxa de la economía. Esta sería una forma de recuperar una lectura estructural de la economía boliviana. Salir de la trampa autoritaria del pensamiento único. Es decir, es reinvindicar el pensamiento latinoamericano de origen keynesiano que sostiene que los mercados sufren de muchas imperfecciones, que los desafíos del desarrollo son multidimensionales (económicos, sociales, institucionales, políticos) y que el Estado tiene un rol muy importante en el cambio de la economía pero apoyando y coordinando con el sector privado.

Para no ir muy lejos, el pensamiento heterodoxo tuvo una de sus raíces en Raúl Prebisch fundador de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), quien realizó una relectura de la realidad latinoamericana a partir del pensamiento de Keynes. Identificó los cuellos de botella estructural de la economía regional y atribuyó al deterioro de los términos de intercambio el origen del subdesarrollo y la pobreza.

En una perspectiva sociológica, un libro clásico, que acompañó a las múltiples caras de la escuela heterodoxa en América Latina, fue “Dependencia y Desarrollo en América Latina” de Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto. Con ellos, el subdesarrollo y la relación entre el centro rico y la periferia pobre adquirió una dimensión socio política. Una burguesía nacional debería romper la dependencia económica.

Todos estos pensadores, con diferentes énfasis y dinámicas, apostaron a la creación de un estado nacional y a hacer del desarrollo económico y social el centro de la política pública. A mediados de los años '80, la estrategia de sustitución de importaciones y el desarrollismo entraron en colapso y con ella varios de estos pilares teóricos que los habían sustentado. Surge entonces con mucha fuerza las ideas neoliberales cuyo devenir conceptual no lo describiré en esta oportunidad por falta de espacio. Sin embargo, el pensamiento estructuralista no desapareció. De hecho se intentó dar respuestas a la crisis fiscal e inflacionaria de los años 80 que afectó a toda la región latinoamericana. En la época, esta vertiente del pensamiento heterodoxo se había renovado incorporando ideas post-keynesianas e institucionales. Con esas matrices conceptuales se construyó el plan Inti en Perú y el plan Cruzado en Brasil. Los principales teóricos fueron Persio Arida, André Lara Resente, Edmar Bacha o Roberto Frenkel. Éste fue un verano heterodoxo que duró poco, porque los procesos inflacionarios en la región latinoamericana terminaron destrozando este marco teórico a finales de los ochenta. En los años 90 reinó el neoliberalismo, sin embargo, el pensamiento heterodoxo se volvió a reinventar, esta vez bajo el influjo de la academia norteamericana. Los autores más influyentes son Dani Rodrik, Joseph Stiglitz, Paul Krugman, entre otros.

En suma, ser neo-heterodoxo en Bolivia, implicaría recuperar una memoria larga de las ideas de Keynes y Prebish y volver de manera crítica a los pensadores estructuralistas latinoamericanos y de otras las latitudes. Sería volver a los temas microeconómicos. En el análisis y debate de estas ideas podríamos encontrar muchos insumos para recuperar una saludable visión de la economía y la sociedad como un proceso complejo en diferentes múltiples dimensiones y romper con los credos religiosos.

Sunday, July 17, 2011

Los motores del crecimiento en América Latina

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha publicado su tradicional estudio económico para la región. Las noticias siguen siendo muy alentadoras para la mayoría de los países del continente.

Para 2011 se proyecta un crecimiento promedio de 4,7%. Los países con mayor dinamismo serán Panamá, Argentina y Perú. Para la economía boliviana se vaticina un crecimiento de 5,3%, cifra que nos coloca levemente por encima del promedio y nos coloca en el medio de la tabla de posiciones regional.

Éste es un resultado aceptable y muestra que desde el punto de vista del crecimiento económico nos va mejor que en el fútbol, pero aún estamos lejos de los punteros. El buen desempeño regional se explica por el funcionamiento de tres motores, a saber:

a) El fabuloso contexto internacional. Los precios de las materias primas continúan por los cielos. Ni en los mejores sueños se pensó el gas natural a diez dólares o el estaño por encima de 14 verdes la libra fina.

Según la CEPAL, la mayor parte del aumento de las exportaciones de América del Sur se explica por el efecto precio, que para el año 2011 sería de 23,7%, en cuanto el efecto volumen tan sólo alcanzaría el 10%. En el caso boliviano, el efecto precio sobre nuestras exportaciones sería similar al de la región en cuanto el efecto cantidad alcanzaría tan sólo el 7%.

b) El aumento del gasto y la inversión pública. Después de la crisis de 2008, todos los países de la región se volvieron keynesianos. El gasto primario está en torno del 7% del PIB.

c) El ingreso masivo de ahorro externo a través de la inversión extranjera directa (IED). En el 2010, entraron a la región 110 mil millones de dólares, en especial a Brasil y Chile. Buena parte de estos recursos se dirigió al sector servicios. En el pasado la IED se concentraba en los recursos naturales.

La nave económica boliviana no vuela con este motor, más bien se sustenta en las exportaciones y el gasto público. En Bolivia, la inversión externa, en 2010, apenas sobre pasó los 500 millones de dólares y sigue concentrada en minerales y gas natural.

El buen momento de la economía latinoamericana contrasta con los serios problemas económicos y financieros de Europa y Estados Unidos, de hecho este país corre el riesgo que le bajen su calificación crediticia.

La economía internacional registra resultados positivos gracias a la pujanza de las economías emergentes como Brasil y Chile en América Latina y China e India en otros continentes. En efecto, en 2011, los países desarrollados crecerán al 2%, en cuanto los países en desarrollo registrarán un crecimiento del producto de 6,2%.

El referido informe también señala que existen luces rojas que opacan, parcialmente, el éxito regional. Éste sería el caso del aumento de la tasa de inflación, especialmente de alimentos, que seguiría mermando el salario de los latinoamericanos. En Bolivia, el aumento de precios también nos quita el sueño.

Otra preocupación es la fuerte apreciación del tipo de cambio real. En varios países de América Latina, entre los que se destacan Venezuela Brasil y Colombia, registran apreciaciones de sus monedas que varían entre el 20 y 30%. Esta situación encarece el país y resta competitividad a las exportaciones no tradicionales.

El boliviano también está apreciado aunque en menor escala. Finalmente, a la CEPAL le preocupa el deterioro del saldo en cuenta corriente (que se define como la diferencia las exportaciones y compras de afuera de bienes y servicios), debido al incremento significativo de las importaciones que se explica por el crecimiento del Producto Interno Bruto en la región. Es así que en el Cono Sur en 2011, del comprado en el exterior, 21,6% representaría efecto volumen y 12,9% sería el impacto del precio.

El caso boliviano es similar a Colombia, Ecuador y Venezuela, donde el efecto volumen sobre lo importado alcanzaría al 18,4%, en cuanto el efecto precio sería tan sólo del 11,5%. De una manera más sencilla, antes importábamos máximo unos 2.000 millones de dólares, ahora sobre pasamos los 5.000 millones de verdes.

Las proyecciones de la CEPAL para 2012 son más modestas. América del Sur crecería tan sólo 4,2%, Bolivia estaría muy próxima de este promedio. La desaceleración de la economía regional se debería a los problemas de recuperación de la economía estadounidense, la compleja crisis europea y una pequeña reducción del crecimiento de países como China e India.

El informe económico también presenta otros riesgos y desafíos. Mencionemos solamente los más importantes por cuestión de espacio. Latinoamérica se ha convertido en una región más vulnerable a los movimientos de capitales especulativos especialmente en países grandes como Brasil, Argentina y Chile y a los choques externos vía reducción abrupta de precios de las materias primas.

Ésta es una debilidad de la economía boliviana. Así mismo preocupa que estén surgiendo burbujas especulativas en los mercados inmobiliarios y financieros. En toda la región el metro cuadrado de la vivienda se ha multiplicado por dos o por tres. En Bolivia se registra una fiebre de construcción. También preocupa que la bonanza de los precios internacionales haya llevado a la reprimarización de la economía latinoamericana.

La región nuevamente es un masivo exportador de recursos naturales, lo que se ha cambiado es su destino, antes Estados Unidos y Europa, ahora China y otros países en vías de desarrollo. Bolivia es cada vez más dependiente de Brasil y Argentina en el tema energético.

En suma, se trata de un informe optimista sobre los próximos dos años en la economía latinoamericana, pero enfatiza que la región tiene dos velocidades, la de aquellos países que están creciendo y realizando transformaciones estructurales en dirección de una mayor industrialización y aquellos que sustentan su crecimiento tan sólo en una burbuja de consumo que se origina en mejores precios de las materias primas. Estos últimos deben vivir con el Jesús en la boca.

Monday, July 11, 2011

La Banda Borracha

La Banda Borracha es un super pasadito caliente. Que tire la primera piedra quien no ha bailado esta cumbia cantando a voz en cuello el pegajoso estribillo “lo que pasa es que la banda, esta borracha, esta borracha, lo que pasa es que la banda esta borracha, esta borracha”. El gobierno ha resucitado del panteón de las malas ideas a la banda de precios, un mecanismo burocrático que establece precios máximos y mínimos para ciertos productos, que, les aseguro, muy rápidamente se tomaran los largos tragos del ocultamiento y la especulación en los mercados negros, y saldrán zigzageante por las calles de Bolivia, cantado “lo que pasa es que la banda de precios esta borracha”.

Los controles de precios son tan antiguos como la humanidad y siempre cuentan historias de ineficiencia. Hoy me permito compartir con Ustedes cuatros casos sobre el control de precios y las bandas.

En el año 301 D.C. el emperador romano Diocleciano emitió su "Edicto sobre Precios Máximos" que regulaba prácticamente todo el comercio de bienes y servicios dentro del Imperio Romano, incluyendo tarifas de transporte y salarios de soldados y jornaleros. La banda de precio alcanzaba a 1.500 productos. En la época, la guardia pretoriana recorrían los mercados en búsqueda de comerciantes inescrupulosos que aumentaban los precios y no respetaban la banda. Muchos de ellos eran cogidos in fraganti. Sobre el pucho, se los ajusticiaba. En plazas se hacían hervir gigantescas ollas de bronce con aceite a la espera de especuladores. A todos los comerciantes que no cumplían con el Edicto de precios máximo, se los quemaban en aceite, vivitos y coleando, era una especie de fondue humano. Las filas para comprar alimentos y para quemar a la gente eran gigantes. El emperador Diocleciano tuvo que suspender el control de precios por falta de aceite.


A mediados de los años 80 aparecieron en Brasil los ´fiscales del Sarney´. Una versión tropical del ejército de Brancaleone (L\'armatta brancaleone es un clásico del cine italiano que muestra un ejército medieval de héroes chambones). A éstos, el gobierno de Sarney había delegado el cumplimiento del control de precios. Los fiscales eran entusiastas y bien intencionados ciudadanos que salían a controlar supermercados con las listas de precios que el Gobierno había emitido. Después de los primeros días de acciones exitosas, el Gobierno se dio cuenta de que los precios eran diferentes por regiones y sabiamente, publicó listas de precios por estados: había una para San Pablo y otra para Santa Catarina. Pero no era suficiente, después aparecieron tablas por municipios y, al final, incluso por barrios, supermercados e inclusive tiendas. Los valerosos fiscales del Sarney salían con varias fotocopias de tablas de precios y sin saber cuál aplicar. Dado que el control de precios no funcionaba, se decidió confiscar algunos productos para que el Estado revenda. Por ejemplo, frente al aumento del precio de la carne, se encomendó, a los patriotas fiscales, que salieran por el Brasil rural a la caza de bueyes y vacas con lazo en la mano. La idea era confiscar el ganado. El resultado de la cruzada del Plan Cruzado fue una hiperinflación del tamaño de un buey bien gordo.

En la gloriosa época de la Unidad Democrática y Popular (UDP) se contaba la siguiente historia. Regía un control de precios respaldado por marciales propagandas contra el agio y la especulación. Cuando alguien iba al mercado, evidentemente, en éste se exhibían coquetos cartelitos y pizarritas con los precios de la papa. Severos guardias de la municipalidad, que antes eran azules y ahora visten un lila bien sospechoso, circulaban por los mercados supervisando carteles. Sin embargo, cuando uno se acercaba a una caserita, ocurría la siguiente conversación: Véndeme tus tomatitos. Sí, joven churro revolucionario, estos coloraditos están a seis pesos la libra para ti. -¡Hua!, pero la pizarra dice que cuestan cuatro pesitos. -Ay, esta huahuita de pecho, tan bonito con su puño levantadito, ¿acaso usted le cree a todos los letreros que lee? Por ejemplo, allá al frente dice que Bolivia cambia, a su izquierda otro cartelito dice que si uno toma este refresquito se vuelve feliz. No puede creerle a todos los cartelitos, pues. Bueno, pa\'qué nos vamos pelear en vano, al final, si quieres tomate barato, comprate del letrero, papito. ´¿Y dónde está el guardia?´, grita desesperado el consumidor. Se está sirviendo un ají de toalla, como también se conoce a la “ranga ranga”, donde la Bolita. Ahorita viene.

Hace unos meses atrás el precio del azúcar se fue por los cielos, entraron en acción la policía, la empresa estatal Emapa, los corta palos, entre otras. Se colocaron controles de precios para el endulzante y los resultados fueron los mismos de la época del Imperio Romano. El azúcar desapareció, se formaron largas filas a parecieron los “cuperos” oficialistas, desde Ministros de Estado hasta simples funcionarios que por su vinculación al gobierno tenían el preciado almíbar y lo revendían. El mercado se descontrolo completamente y sólo volvió a su normalidad cuando Adam Smith vino en socorro del proceso de cambio, liberando los mercados. Desaparecieron las colas, Emapa se fue con la cola bajo las piernas y se endulzó nuevamente la relación de la gente con el gobierno.

El control de precios es como el segundo matrimonio, es la victoria de la esperanza ingenua sobre la experiencia tozuda. Así que, caserito revolucionario, una vez más nos bailaremos, “lo que pasa es que la banda de precios esta borracha, esta borracha… “

Monday, July 4, 2011

Visualizando la industrilización

Desde esta columna se ha defendido una revolución productiva como camino para salir de la pobreza. Hemos hecho varias propuestas de políticas públicas. A través de mi blog Villazón Business School varias personas exigen que seamos más concretos aún en los análisis y sugerencias. Proponer diversificación productiva para salir de la cantaleta de los recursos naturales, suena a consiga y parece una faena sencilla, pero en realidad es una tarea muy compleja donde intervienen decenas de actores. Los economistas hemos probado, a lo largo de la historia, la validez de un viejo refrán: el papel aguanta todo. Si la industrialización se pudiera hacer con consignas y planes, Bolivia podría ser la vanguardia mundial de los microchips. En la práctica, el asunto es mucho más complicado, que los buenos deseos. Esto lo saben los emprendedores y empresarios. También conocen del calvario del desarrollo industrial, los gerentes públicos con experiencia en estos menesteres.

En este domingo de julio invernal permítanme responder a una pregunta central del desarrollo y que con toda razón preocupa a mis críticos que creen que estamos en la estratosfera intelectual: En la práctica, ¿cómo se impulsa la industrialización? Veamos el caso de los muebles de madera, un rubro que tiene un enorme potencial en Bolivia.

Producir muebles de madera de calidad, tanto para el mercado interno como externo, requiere de un conjunto de insumos de producción muy específicos que solo van a funcionar en este sector y no en otro. Es decir, si la política de industrialización no le achunta al sector, perdemos plata y tiempo. En este caso partimos del supuesto los espíritus emprendedores están sueltos y que producir muebles despierta una fiebre como la búsqueda de oro. En realidad, el emprendedurismo también requiere de apoyo. Colegios, universidades y el propio Estado, trabajando en conjunto, deben apoyar a la gente que quiere iniciar una empresa a través de incubadoras y aceleradoras de empresas y/o institutos técnicos donde se formen profesiones y técnicos vinculados al rubro de la madera.

En el siguiente paso, se necesitarán hornos secadores de madera, colas, máquinas aserradoras, torneadoras, serruchos, clavos, lijas, para mencionar los principales insumos. Detrás de cada insumo y maquinaria deberá aparecer un ofertante y demandante. El Estado y/o el mercado deberán hacerse cargo de la provisión de estos insumos e instrumentos de trabajo. También se precisarán trabajadores con habilidades particulares. Cepilladores, cortadores, administradores, soldadores, escultores y otros. Es decir, un mercado laboral en acción y algún sistema que entrene continuamente esta gente. Nuevamente deberían entrar en acción universidades e institutos técnicos. Además, se requerirá de infraestructura y logística de transporte tanto de los insumos, madera sobre todo, como de los productos finales, muebles. La infraestructura tendrá que ser provista por los gobiernos municipales o departamentales y también los privados. Así mismo, tendrá que estar establecido un sistema de propiedad sobre bosques y un esquema de contratos que todos los participantes de la cadena respeten. Aquí es fundamental que el sistema judicial funcione para atender a las posibles disputas. El gobierno local o nacional regulará el uso de los insumos y productos. Habrá una legislación laboral detrás de la actividad de carpintería. Proveedores y productores del sector requerirán créditos, algún sistema de financiamiento, público, privado o mixto, deberá estar en funcionamiento.

Lo que acabo de describir de manera muy somera e incompleta, sería algo que podríamos denominar como un proceso de industrialización. Claramente una tarea muy compleja. Y repare que me cuide de no tomar partido sobre quien debe hacer esto, gobierno o sector privado. Tan solo describimos posibles procesos, pero a partir de esto podemos sacar algunas conclusiones.

Primera, los mercados, que generalmente presentan ineficiencias, actúan en redes. La forma en que se organiza el mercado de la madera depende de la manera en que otros mercados se estructuran. Imagínese varias telas de arañas conectadas a través de nodos. Igual razonamiento sería pertinente si se promoviera la industrialización vía Estado. Redes de burocracias trabajando. Varios ministerios coordinando acciones y recursos. Segundo, cada mercado requiere de reglas y normas, muchas de ellas establecidas por el Estado, otras resultarán de acuerdos formales/informales entre actores, que establezcan con claridad roles y responsabilidades. Tercero, las acciones del Estado, para ser eficientes deberán tener una enorme especificidad, en nuestro ejemplo atender a las necesidades del sector de madera/muebles. Cuarto, transar en estos mercados es muy costoso, regularlos desde el gobierno también. Por lo tanto, para que la cadena se conecte, el sistema de precios debe funcionar o debe existir mucha eficiencia en la acción del Estado.

Existe un consenso de que la economía boliviana debe caminar rumbos a un mayor industrialización, pero cabe recordar que es un proceso muy complejo, casi tan largo como un laberinto, con características específicas en cada sector y que como resultado de esto debe tener una alto contenido de política publica local, sea municipal o departamental, pero sobre todo se necesita acciones de cooperación entre todos los actores del desarrollo, liderados por un Estado eficiente.

Monday, June 27, 2011

El FMI, las Gallinas y las Suegras

La evolución de la economía boliviana recuerda al vuelo de la gallina. Bueno, es mucho decir que estas aves regordetas vuelan. En realidad corren, aletean, dan pequeños saltos y en algunos casos se levantan del suelo unos centímetros por breves segundos y nada más. El crecimiento económico bonsai del periodo neorrevolucionario, que en promedio se sitúo tan solo en 4,5%, a pesar de un fabuloso contexto internacional, es una prueba del vuelo gallináceo de nuestra economía. Pero en el gallinero, estas coquetas plumíferas posan como si estuvieran volando como cóndores. Pero esta pose solo se la creen algunos gallos, que en realidad tienen otras intenciones, y los analistas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El último staff  reporter del FMI  de junio de este año es una prueba de que este organismo internacional sigue con una visión conservadora de la economía aunque ahora ha desarrollado técnicas de camaleón. En la jerga popular, la suegra del FMI sigue siendo la misma  aunque se dice menos metiche y se presenta como una tía mansa que busca pasar desapercibida. Además, ahora tiene una miopía oportunista, ve cóndores donde solo hay la misma gallina de antaño. También, como en el pasado, su análisis se concentra en los resultados macroeconómicos de corto plazo y ve logros económicos donde en realidad hay espejismos y burbujas de consumo. Concentrémonos en dos puntos del referido reporte.

En el corto plazo, el Reporte del FMI recomienda al gobierno que la política macroeconómica debe buscar un regreso a una inflación más baja, políticas monetarias contractivas para subir las tasas de interés e insiste en seguir apreciando el boliviano respecto al dólar. Esta es la  vieja receta neoliberal conservadora que impide la diversificación productiva. Ahora bien, el problema no es que la vieja cacatúa del FMI siga repitiendo lo mismo, lo preocupante es que las autoridades económicas actuales sigan estas recomendaciones, cuando habían prometido cambiar el modelo de gestión económica. La suegra FMI debe estar chocha de la vida, porque sin cocachear al nuero, ni presionarlo con el dinero, este sigue sus sugerencias, además, feliz como una lombriz,  poniendo cara de revolucionario.

Un verdadero grito de libertad frente a la antipática suegra del FMI sería que la gestión macroeconomía abandone su sesgo  financiero, que se sobreconcentra en la estabilidad de precios y que, más bien, se sintonice con una revolución productiva. Es decir, optar por  el concepto de estabilidad macroeconómica que recupere su vena keynesiana, que implica una combinación de equilibrio interno (pleno empleo, mejor distribución del ingreso, crecimiento económico estable e inflación baja) y externo (balanza de pagos equilibrada). Además, como sostiene el economista José Antonio Ocampo, las políticas macroeconómicas deben ampliar sus objetivos e incluir múltiples dimensiones,  y volviendo no solo la estabilidad fiscal o de precios, sino también la evolución del producto, las relaciones de endeudamiento sostenibles, balance público – privados saludables, moderadas tasas de interés de largo plazo, tipos de cambio competitivos y lo más importante, retomar el objetivo keynesiano final: el pleno empleo. Este enfoque permitiría avanzar en la generación de un entorno macroeconómico más democrático y flexible para los diversos agentes económicos y sociales que generan el producto.

El Reporte del FMI también recomienda el fortalecimiento de la política fiscal desmintiendo al gobierno, que había anunciado un déficit del 5% del PIB, un cucu  que sirvió para hacer retroceder varias de las reivindicaciones sociales, pero que según el FMI, en el 2011, en realidad registraremos un superávit entre 0,7 y 2% del producto. Y dado que la bonanza externa continuará, recomienda administrar mejor la riqueza de hidrocarburos y evitar el gasto público pro cíclico.  En buen romance esto significa que, ahora que los bolis tienen mosca, que no le casquen y más bien que guarden la marmaja para las épocas malas. La suegra del FMI no cambia, sostiene que la plata está hecha para guardarla y que el país siga endeudándose, a tasas de interés más elevadas, prestándose de otros organismo internacionales, como el Banco Mundial (BM). Ahora que Bolivia es un país de ingresos medios debe pagar más intereses y sentarse a contemplar sus reservas internacionales. Aquí, una ruptura con la segunda madre implicaría usar parte de las reservas internacionales para la creación de  fondo de desarrollo productivo para apoyar una diversificación del aparato industrial.

En los pasillos de la historia económica se cuenta la siguiente historia: El primer día Dios creó el sol y el demonio creó las tinieblas. El segundo día Dios creó el sexo y en  respuesta, el demonio creó el matrimonio. El tercer día Dios creó una suegra, el BM. Esto fue un golpe para el diablo, pero, al final, después de pensarlo mucho, creó una segunda suegra, el FMI. En el cuarto día, la Pachamama creó a los economistas del MAS, para que tengan dos suegras y vivan felices debajo de sus faldas, creyendo que están haciendo una revolución.  

Sunday, June 19, 2011

Socialismo Chuto

La legalización del contrabando de autos chutos es un ejemplo de libro de texto de las serias distorsiones que enfrenta la economía boliviana y la muestra de una inconsistencia ideológica gubernamental que busca mostrar cambio económico donde, en realidad, sólo se ve más de lo mismo: un viejo capitalismo de Estado navegando en un mar de informalidad.

En este domingo que casi abre el invierno, adoptemos una perspectiva microeconómica en el análisis. La nacionalización del contrabando de autos chutos ilustra dos fallas de mercado muy conocidas en la literatura especializada: las externalidades negativas y la asimetría de información.

En la economía se presenta una externalidad cuando las decisiones de un productor y/o consumidor tienen efectos colaterales sobre terceras personas o empresas. La contaminación de un río por parte de una empresa, donde también pescan la población para sobrevivir, es un típico caso de externalidad negativa. La vacunación de las personas tiene un impacto efectivo sobre toda la colectividad, evitándose epidemias. Este es un ejemplo de externalidad positiva.

El ingreso masivo de automóviles usados al parque automotriz generará un conjunto de externalidades negativas, a saber: aumento de la contaminación medioambiental, caos vehicular, transporte público inseguro e incremento del tráfico en las grandes ciudades del país. Transitar por nuestras principales calles será una verdadera tortura y una actividad cada vez más insalubre y peligrosa.

Cuando existe una externalidad negativa, el costo social, medido en enfermedades pulmonares y respiratorias, pérdida de tiempos en las calles y accidentes, es mucho más alto que el costo privado de cada nuevo conductor que circulará en su carro chutito.

Además, al costo social mencionado hay que sumar el costo fiscal del subsidio a la gasolina. Más automóviles circulando, mayor el consumo de gasolina subsidiada, más fuerte la presión sobre el déficit público. ¿Cómo se soluciona un tema de externalidad negativa? Los nuevos dueños de automóviles chutos deberían internalizar los costos de la contaminación, los peligros de accidentes y el mayor tráfico provocado. Deberían hacerse cargo de estos problemas, efectivos y potenciales, a través de una solución privada y/o pública.

En el primer caso podrían tener un ataque de conciencia y asumir una actitud pro-medio ambiente. Circular poco en sus automóviles o instalar filtros anti-contaminantes en sus carros chutos. En la actualidad la salida privada no existe. En la segunda opción, el Gobierno podría colocar controles a los niveles de contaminación, regular la circulación de carros y/o colocar impuestos a los nuevos automóviles nacionalizados en la amnistía oficialista. Tareas de políticas públicas complejas que no cuentan ni con la voluntad política ni la institucionalidad necesaria. Al final del día, esta externalidad negativa tendrá un costo social que lo pagaremos todos los ciudadanos con el deterioro de nuestra salud física y mental.

El blanqueo de autos chutos también agudizará otra falla de mercado que se produce por asimetrías de información entre compradores y vendedores de automóviles usados.

Si alguna vez compro un bólido de segunda mano, recordará que el vendedor siempre le dice que el auto está casi nuevo. Que en Corea, de donde lo trajeron, lo manejaba una viejecita que sólo lo sacaba los domingos, que tiene poco recorrido, que esta flaman. Usted vera el carro brillando, algunos más desconfiados buscaran la opinión de algún mecánico que lo revisará superficialmente. Y salvo que se pague una fortuna para un diagnóstico profundo, realizará la compra en situación de desventaja.

El vendedor de carro tiene mucho más información sobre el estado del carro, la legalidad, la manutención que se le hizo, los choques que tuvo y otros aspectos técnicos. El comprador enfrentará mucho riesgo al comprar un carro usado. Enfrentará un problema que técnicamente se conoce como selección adversa, le ocultarán información.

Debido a esta falla de mercado, los autos de mala calidad, la mayoría chutos, terminan expulsando a los de buena calidad en el mercado, lo que resultará que el intercambio de carros no sea de beneficio a las partes.

En el parque automotriz prevalecerán demasiados automóviles chatarra. Los únicos automóviles que se encuentren en el mercado serán de mala calidad, lo que colocará en riesgo a los ciudadanos que usan transporte público que a su vez usan carros chutos y a los ciudadanos que se ven obligados a conducir transformers.

¿Qué hacer frente a esta falla de mercado? El Gobierno nacional o local podría regular la compra y venta de autos de segunda mano, además debería hacer controles técnicos periódicos, que como se sabe en Bolivia la supervisión de los autos, camiones y minibuses es un saludo a la bandera. Resultado final, un parque automotriz chatarra, aumento de los accidentes y pésimos servicios de transporte público.

Los problemas de externalidades y asimetrías de información se presentan con más fuerza en economías que apuestan a un capitalismo salvaje sin fronteras basados en enormes sectores informales. Un capitalismo estatal y de camarilla que se ocupa de la gestión prebendal de los recursos naturales, pero que es muy pragmático y neoliberal a la hora de atender clientelas políticas. Ayer fueron los comerciantes de ropa usada, ahora son los contrabandistas de autos chutos. Sin duda éste parece ser un camino curioso al socialismo, al socialismo chuto, por supuesto.

Saturday, June 11, 2011

Recursos Naturales. Una vez más. ¿Maldición o bendición?

Comienzo con una pregunta directo a la yugular: ¿Estamos manejando adecuadamente la bonanza económica que se origina en el aumento extraordinario de los ingresos por la exportación de nuestros recursos naturales?

Esta fue una de las interrogantes que guió una interesante Conferencia en la que participe en Johannesburgo en Sud Africa. Managing Natural Resource Wealth: Sharing of South – South Experiences. El evento estuvo organizado por el Banco Mundial. Como referencia también ver el libro: Los Recursos Naturales en América Latina y el Caribe. ¿Más allá de bonanzas y crisis? de E. Sinnott, J. Nash y A. De la Torre.

La pregunta con la que comienza el artículo es antigua en América Latina y vuelve al debate toda vez que se da un boom en los precios de las materias primas en el mercado internacional, pero para África el tema de la dependencia es relativamente nuevo, aunque muy relevante, dado que la próxima década será el continente con más dinamismo los sectores de recursos naturales.

La economía boliviana a lo largo de toda su historia ha dependido de la explotación de los recursos naturales. Tuvimos el ciclo de la plata, el estaño y el gas natural. A futuro podría iniciarse el ciclo del litio.

A estas alturas de la historia, los bolivianos deberíamos ser expertos en como convertir la riqueza de los recursos naturales en crecimiento económico sostenible, empleo y bienestar social. Lamentablemente, este no es el caso. Africa debería verse en el espejo de Bolivia, y elaborar un compendio de las cosas que no habría que hacer en materia de manejo de recursos naturales.

Pero no todo esta perdido, desde el 2005, se abrió una nueva ventana de oportunidad para los países exportadores de recursos naturales, cómo Bolivia. Volvió otra vieja pregunta. ¿ estamos frente a una maldición o bendición de los minerales?

El boom de los precios de la materias primas en el mercado internacional no será eterno, esto lo saben todos los políticos pero nunca lo reconocen. Mas temprano que tarde los precios tenderán a la baja, así lo confirma la historia del capitalismo contemporáneo. Los precios de las commodities suben y bajan y esta volatilidad se transmiten a los ingresos del gobierno y a toda la economía. Este es un hecho conocido y medido. Uno de los mecanismo para anular la volatilidad no esta en los libros de economía, sino en la Biblia. El Antiguo Testamento, capítulo 41 del Génesis, sugiere ahorrar en los años de abundancias, el periodo de las vacas gordas, para sobrevivir para los años de escasez y de hambre, la etapa de las vacas flacas. Creo no equivocarme en afirmar que José fue el primer macroeconomista en proponer un fondo de estabilización para una economía que dependía de recursos naturales. De una manera más técnica, reglas fiscales claras para el manejo de los ingresos extraordinarios y la creación de fondos de estabilización macroeconómicas. Chile es el mejor ejemplo en el manejo de los ciclos de los precios de las materias primas.

Uno otro problema que surge cuando la economía depende demasiado de los recursos naturales es la enfermedad holandesa, dolencia económica que se manifiesta a través de la apreciacion el tipo de cambio real debido al exceso de dólares y aumento de los precios de los no transables, piense en lo caro que están bienes inmuebles en Bolivia. Resultado: sobre concentración de la economía en la producción de recursos naturales, desindustrialización local por la competencia de las importaciones baratas, o en casos como el boliviano, inhibición la diversificación productiva. Al final del espejismo cambiario se tiene crecimiento sin creación de riqueza. En nuestro caso, un día el gas se hace gas y nos quedamos con una mano adelante y otra atrás. ¿Como evitar esta enfermedad? La vacuna es conocida: Agresivas políticas industriales y de desarrollo productivo. Creación un fondo desarrollo, con las ganancias extraordinarias provenientes de la explotación y exportación de los recursos naturales, para apoyar al sector publico y privado. Además tomar acciones que lleven a la reducción de costos, vía aumento de la productividad, de todos los sectores de la economía. Nada del otro mundo, el problema es tener la voluntad política para hacerlo.

Economías que registran una fuerte dependencia de las explotación de recursos naturales también carecen de instituciones para mediar los conflictos que se dan sobre las gestión de estos recursos. Además, tienden a generar comportamientos rentistas tanto en la sociedad y como en el gobierno. Este ultimo tiende a embarcarse en prácticas clientelísticas y acciones populistas. Bolivia no es ajena a este diagnóstico, que se presenta también en varios paises de Africa y América Latina. ¿Cómo evitar este comportamiento? Mas democracia, participación social institucionalizada de la sociedad civil organizada en el proceso decisorio sobre el destino de los ingresos de los recursos naturales, e incentivos para desarrollar el talento creativo y emprendedor de los actores productivos con el apoyo del Estado. Estas ideas están hace rato están en la mesa del debate. Nuevamente, el desafío es implementarlas.

Otro elemento clave de un manejo de la economía de los recursos naturales es la protección y sostenibilidad del medio ambiente. Al respecto reglas claras para las empresa estatales y transnacionales y una sociedad activa con Estado fuerte. La recomendación también es conocida pero no existe la fortaleza institucional para llevarla adelante. En Bolivia se conoce muy bien sobre los problemas y desafíos que enfrenta las economías basadas en recursos naturales. Pero es hemos hecho muy poco para que este sector se convierta en una bendición y no en una maldición.

Monday, May 30, 2011

La economia y Los espejitos

Después del fallido gasolinazo de diciembre del 2010, que reveló que la economía boliviana tiene serios problemas estructurales, nuevamente el Gobierno ha sacado a relucir los resultados macroeconómicos, en imágenes relucientes, en el intento de colocar en un segundo plano el problema de la falta de inversión, la hipertrofia del sector informal, los cuellos de botella en la agricultura boliviana, la baja productividad tanto del sector privado como públicos, el reverdecer de la conflictividad social, la precariedad del empleo, para sólo mencionar las más importantes restricciones.

Esta vez las declaraciones sobre temas macroeconómicos de nuestras autoridades tuvieron el mensaje de que nadie es profeta en su propia tierra. Los bolivianos no entenderíamos lo maravilloso del manejo macroeconómico y siempre estaríamos pidiendo más, en cuanto universidades y profesores en los Estados Unidos habrían quedado deslumbrados frente al milagro económico nacional. Evoeconomics rumbo al Nobel.

Espejito, espejito ¿dime cuál es el modelito más bonito? ¡Huay! de que nos respondas adecuadamente. Te llevaremos a los tribunales de espejos para juzgarte por no reflejar la verdad revolucionaria. Ahora bien, es sorprendente que el equipo económico necesite la aprobación y beneplácito de una academia que en general difunde y apoya ideas neoliberales.

Debería ser más bien motivo de preocupación que a los intelectuales imperialistas, en este caso el uso del lenguaje común de nuestro Gobierno, elogien el manejo macroeconómico. ¿Será porque seguimos con la misma receta macroeconómica del pasado?, ¿y a quienes se aplaude se los considera neoliberales de izquierda?

El discurso triunfalista de la macroeconomía sigue alimentando mayores expectativas en ciertos grupos sociales y en otros genera desconcierto. ¿Por qué el país de las maravillas que se exponen los power points no le llega a los bolsillos de la gente? La mayoría de las personas no tienen trabajo decente, ganan muy poco, y sobreviven en la informalidad impulsada por burbujas de consumo. Como siempre se hace uso de la estadística para mostrar un mundo mágico a nivel macroeconómico, sin embargo, un análisis más sereno muestra que las cosas no son tan interesantes y tienen pies de barro. En el 2010, el crecimiento económico alcanzó el 4,1%, en los últimos cinco años el promedio anual fue de 4,6%, resultado similar al periodo de auge neoliberal. 1994 – 1998, cuando en promedio también crecimos al 4,7%, en contexto externo mucho menos favorable. El desempeño del producto del periodo neorrevolucionario aún sigue por debajo de la era de oro del capitalismo de Estado cuando el crecimiento promedio estuvo en torno de 6%.

En la vitrina oficialista también se exhibe una tasa de desempleo menor de 5,7%. Ciertamente un dato relevante pero para menos del 20% de la población que trabaja en el sector formal, porque el restante 80% sobrevive en bravo mar de informalidad, donde el neoliberalismo pasea sus mejores galas. A rigor el tema relevante en Bolivia es la precariedad del empleo, cuya solución depende de políticas microeconómicas y productivas que no se aplican. También se menciona el aumento del consumo de los servicios públicos (electricidad, agua y luz) que ciertamente es destacable pero habrá que ver si éste no esta sólo asociado a la burbuja de consumo que se vive en el país debido al aumento del gasto público y el boom de las exportaciones.

Sólo el tiempo nos dirá si el choque de ingresos positivos, que sostiene el aumento del consumo, es permanente o transitorio. En el sector externo, la explosión de las exportaciones y el superávit comercial consiguiente que se explica, en gran medida, por la bonanza de los precios internacionales de las materias primas. Ésta es una historia vieja y se la debemos, sobre todo, al milagro chino.

Así mismo se habla con orgullo, de que la inversión extranjera directa estaría en 650 millones de dólares en el 2010, éste es un resultado que más bien nos debería provocar sonroja. Esta cantidad sólo está reponiendo a la depreciación de capital, además si la comparamos con lo que reciben nuestros vecinos debería abochornarnos. En el 2010, Brasil recibió cerca a 50.000 millones de dólares, Chile 15.000 y Perú en torno de 8.000 millones de verdes. ¿Golpearse el pecho por el 4% de lo que recibió Chile? ¡No way José!

Para terminar, cabe hacer un apunte sobre la sostenibilidad de estos resultados macroeconómicos. Tres motores que impulsan el crecimiento bonzai de la economía boliviana a saber: el sector externo, la inversión y el gasto público, y la inversión extranjera y nacional.

De estos tres impulsores sólo las exportaciones muestran, aún, alguna fortaleza en el corto y mediano plazo. En el tema fiscal ya se encendió la luz roja del déficit público, que este año pude que llegue al 5% del producto. Es decir que el motor de la demanda interna impulsado por el gasto público puede quedar sin gasolina. Y, definitivamente, en ningún momento la economía boliviana pudo encender el motor de la inversión extranjera directa y las inversiones nacionales estuvieron a media máquina.



Gonzalo Chávez A. es economista.
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Sunday, May 22, 2011

Prebish y el efecto China

Uno de los economistas latinoamericanos más importantes fue Raúl Prebisch, fundador de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). En los años cincuenta Prebish analizó el deterioro de los términos de intercambio como una de las causas del atraso y subdesarrollo de la región. En base a datos sobre exportaciones e importaciones mostró, desde una perspectiva de largo plazo, que los precios de las materias primas que exportaba América Latina tendían a bajar, mientras que los precios de los bienes industriales que se compraban de las economías desarrolladas tendían a subir.

Comparando los precios de exportación e importación se verificó una tendencia estructural a recibir cada vez menos ingresos, hecho que era una de las causas de la pobreza y vulnerabilidad en América Latina.

La solución propuesta por Prebisch fue una estrategia de sustitución de estas importaciones caras; para ello los países de la región debían promover procesos de industrialización y diversificación productiva. En los años 60 y 70, varias economías iniciaron este camino con diferente éxito, tal vez los que más avanzaron fueron Brasil, Argentina y México.

Uno de los problemas que enfrentó el proceso de sustitución de importaciones fue la falta de recursos para la inversión local.

A partir del nuevo milenio, se inicia un ciclo comercial que parece ir contrarruta del concepto de deterioro de los términos de intercambio, porque en la primera década del siglo se ha registrado un mejora sustancial de los precios de las materias primas que América Latina exporta, en especial del petróleo, gas natural, minerales y cereales, que al contrario del pasado, proporcionan inmensos recursos a las economías latinoamericanas para que puedan retomar procesos de industrialización.

El auge de los precios de los productos básicos, que se tradujo en incrementos significativos de los ingresos de exportación de América Latina, se debió al aumento de la demanda de los chinos; éstos compran cada vez más petróleo, minerales y cereales de la región, pero al mismo tiempo el mayor consumo chino en el mundo también ha influido, de manera indirecta, a que los precios de los productos básicos suban a nivel internacional.

De manera simple una parte relevante de la bonanza externa de la región se la debemos al efecto China. Rhys Jenkins ha calculado este valor en su trabajo El “efecto China” en los precios de los productos básicos y en valor de las exportaciones de América Latina revista CEPAL 103, abril 2011.

El estudio analiza el comportamiento de los precios de los siguiente grupos de productos: energía, minerales y metales, (soya y sus derivados), comidas y bebidas tropicales, productos cárnicos y forestales. Según Jenkins, para el año 2007, las ganancias de América Latina derivadas del mayor precio de los recursos naturales atribuibles a la demanda china estarían en torno a los 56.000 millones de dólares.

Para el caso boliviano, la estimativa de ganancia varía entre un 40 y 23,8% si tomamos como punto de partida el año 2002, a través de tres productos: gas natural (vía incremento del barril de petróleo), minerales y soya. En valores estaríamos hablando de una cifra que oscila entre 830 y 1.400 millones de dólares que se originan en el efecto China.

América Latina, y en especial Bolivia, le debe más a la revolución capitalista china que a la revolución socialista dizque en curso. Aunque la práctica común por estas tierras es ganarse indulgencias de ingreso de exportaciones con avemarías ajenas, y sin decir Jesús. Los tercos hechos muestran que el efecto China es mucho mayor que el efecto Evo.

Aunque ciertamente, habrá alguien del Gobierno que sostenga que el éxito chino capitalista es, en realidad, un resultado del luminoso proceso de cambio nacional, es decir, que la cola mueve al perro en la globalización. Posterior a la crisis de 2008, el efecto China continuó siendo muy grande porque nuestras exportaciones sobrepasaron los 7.000 millones de verdes. De hecho en el decenio 1999 – 2009, las exportaciones se incrementaron en 16,3%, el más grande de la región latinoamericana, en cuanto en el decenio anterior apenas habían aumentado en 2,6%.

El estaño que hace unos años costaba cuatro dólares la libra fina, ahora no baja de 14 verdes, el oro sobrepasa los 1.500 dólares la onza , el gas natural sigue también elevado. En términos económicos, estamos frente a una revolución en los precios, el resto es poesía. El choque de ingresos en los últimos cinco años debe estar en torno de 20.000 millones de dólares que lamentablemente no se los ve en la inversión ni el empleo.

Ahora bien, es desconcertante, para decir lo mínimo, que frente a este excelente contexto de precios de las materias primas impulsada por la demanda china, la producción de minerales (en 2010, sólo la producción de estaño y wólfram aumentó), alimentos y petróleo en el país sea menor. ¿Será una ingeniosa manera de luchar contra el neoliberalismo? Si el precio sube, nosotros ofertamos menos, así aboliremos una ley más, la ley de la oferta y la demanda. En cuanto el gran Raúl Prebisch debe estar rezando, en el cielo de los economistas, para que aprovechemos la mejora substancial de los términos de intercambio propiciada por la China y realicemos una revolución productiva.

Sunday, May 8, 2011

¿Cómo matar a un zombi?

En las últimas semanas resucitó el DS 21060 de la mano de la COB. Cuando todos pensaban que la nueva Constitución le había clavado la hoz y el martillo en su negro corazón, el referido decreto apareció en calidad de zombi, muerto viviente, al cual se le organizó un pomposo entierro pero sin cuerpo presente.

En vida, el 21060 reconoció y promovió la vigencia del mercado como asignador de los recursos escasos en la economía. Según sus preceptos deberían ser los precios los que equilibren la oferta de los productores de bienes y servicios con la demanda de las personas.

La propuesta fuerte era que todos los mercados deberían autorregularse, incluso el laboral, a través de la libre contratación y despido de los trabajadores.

Desde 1985 hubo varias tentativas de asesinatos de esta forma de organizar la economía que, al final, terminaron tan sólo en cortes de uñas a la mano invisible del mercado. Así, se comenzaron a regular varios mercados, como el financiero, el transporte, el agua, la luz, las telecomunicaciones y otros. Tal vez el cuchillazo más profundo que se le dio al zombi 21060 fue cuando la administración Morales introdujo una mayor supervisión del mercado laboral, ampliando los derechos de los trabajadores.

En suma, hasta ahora se avanzó en supervisar y controlar algunos mercados pero no substituirlos por un mecanismo de planificación estatal de precios. El propio Gobierno del presidente Morales se rindió ante la magia de la mano invisible. Frente a la escasez de azúcar del año pasado, y ante el fracaso de la intervención en la cadena del producto a través de tiendas estatales (Emapa), al final tuvo que venir Adam Smith en socorro de la revolución y subir los precios del endulzante, en un 73 %, para que el mercado se normalizara.

La mano del muertito fue muy útil y salvó el pellejo del Gobierno. A rigor, los mercados son una construcción histórica en el mundo y en Bolivia y están enraizados en todas las formas de producción.

Esto es aún más extremo cuando constatamos que cerca del 70% de la economía boliviana se mueve en el sector informal, donde las filosas espadas de la oferta y la demanda se encuentran todos los días en áreas donde el Estado no toca pito.

Son en estas actividades donde en realidad reina un neoliberalismo extremo. La selva del mercado, sin ningún tipo de protección social o regulación, rige la vida de miles de bolivianos. Por eso resulta tierno ver que alguna de nuestras autoridades digan que han matado a la dictadura del mercado.

Frente a este descubrimiento las caseritas del Merlan, la Feria 16 de Julio, la Cancha o La Ramada, en coro responden: “¡yaaaaa! Esta jovena revolucionario tan lindo que se habla. ¡Joven churro! ¿Cómo quieres comprarte mis productos? Tus encantos discursivos no alcanzan. Aquí es poniendo precios y pidiendo rebajita, a lo mucho. Mejor, de tus libros anda comprate. ¡Guagüita de pecho!”.

En su primera juventud, el DS 21060 propaga a los cuatro vientos que las economías eran como los paracaídas, sólo funcionaban si estaban abiertos. Es decir, que debía existir libre circulación de bienes, servicios y capitales. A pesar de los rezos, mantras y exorcismos revolucionarios, el zombi de la apertura externa persiste hasta ahora, y con mucha fuerza. Sin ir lejos, en el periodo actual, creció el comercio formal e informal gracias a un tipo de cambio real apreciado. Nunca la economía estuvo tan abierta. Habría que llevar a nuestras autoridades, en un minibús chuto, a que conozcan las ferias de ropa usada, el Miamicito y las decenas de ferias que hay en el país donde se vende de todo, la mayoría de origen chino. Y como dice mi amigo Papirri Monroy: “del libre mercado me hablan estos perlas, yo sólo quiero comprar, vida y libre en el Rodríguez”. En lo que se refiere al comercio externo, el muerto goza de buena salud y manda saluditos.

El 21060 defendía un Estado mínimo, por eso se privatizaron o capitalizaron diferentes empresas públicas, en este caso se hizo la tarea y se le midió bien el aceite al engendro neoliberal, pero sin matarlo. De hecho volvieron todas las empresas estatales a la cabeza de YPFB. Es en este caso, donde probablemente se avanzó más en la reversión del modelo económico, en especial, aumentando el flujo de ingresos para el Estado, aunque los resultados de estos cambios, en términos productivos y de crecimiento económico, aún están por verse.

Finalmente, el 21060 proponía un conjunto de las políticas económicas. El Bolsín (un tipo de cambio sucio) fue muy efectivo para estabilizar el precio del dólar en Bolivia y así, señalizar las expectativas de inflación de los agentes económicos. Esto no ha cambiado y el Bolsín es el corazón de la política cambiaria.

El maldecido decreto seguirá respirando por este mecanismo y es muy poco probable que se lo cambie, sin producir un estrago en la administración de la estabilidad. La política monetaria tenía la función de controlar la inflación y contribuir a la manutención de la estabilidad. Este objetivo e instrumento tampoco han cambiado y es otra señal clara de que el zombi 21060 vive protegido por Banco Central de Bolivia.

En lo que se refiere a la política fiscal. ésta sí cambió de signo, al contrario del neoliberalismo, ésta se volvió más expansiva y la inversión estatal aumentó significativamente en gran medida gracias a la bonanza externa. Pero un Estado más gastador no fue suficiente para matar al muerto viviente

La comisión creada por el Gobierno, para ahora sí matar al zombi 21060, tendrá una tarea difícil. Un camino a seguir es realizar una revolución productiva que acabe con el desempleo y la pobreza que alimentan al zombi. Pero cuidado con crear un peor engendro que el 21060, como el que se vislumbró con el decreto del gasolinazo.

La dolarización, pros y contras

Javier Milei, el vencedor de las elecciones primarias en Argentina, tiene como centro de su propuesta la dolarización de la economía para ac...