Tuesday, October 30, 2012

Mercado matrimonial. ¿Cuánto cuestas, cuánto vales, amor mío?

El premio Nobel de Economía 2012 fue dado a dos economistas norteamericanos. Lloyd Shapley, de la Universidad de California, por haber desarrollado un modelo matemático que explica cómo se producen ciertos intercambios de productos y servicios, sin que intermedien los precios. También se galardonó a Alvin Roth, de la Universidad de Harvard, por haber aplicado el andamiaje teórico anterior al mundo real, en concreto, fórmulas matemáticas que permiten explicar el encuentro de mujeres y hombres, de alumnos con escuelas, de donantes de riñones con pacientes que los necesitan y de médicos con hospitales. Ambos profesores trabajan en el campo de la teoría de juegos que, en simple, busca explicar el comportamiento estratégico de empresas y personas en mercados con fallas o incompletos. 

Veamos cómo actúan los mercados sin precios. Seguramente hoy, domingo primaveral, a usted, amable lector, le han mandado al mercado con lo justo para hacer compras para una parrilladita. Su menú incluye un par de kilos de carne, choclos, papa khati y ulupicas. Pues bien, en el mercado serán los precios los que “emparejarán” (una traducción forzada de “match”) sus deseos con los productos. Varios otros maridos oprimidos también competirán por los mismos productos. En competencia perfecta, oferta y demanda se encontrarán de la mano de los precios sembrando el día del Señor de suculentas parrilladas.

Los galardonados del Nobel 2012 van a mostrar que existen algunos “bienes” o “servicios” donde la mano invisible de Adam Smith no funciona. Éste sería el caso de “mercados” como el de los órganos humanos, de los médicos y estudiantes, donde existen muchas fallas de información, por lo que las cosas son muy diferentes. 

A continuación tropicalizo las explicaciones de Sala-i-Martín, profesor de la Universidad de Columbia, sobre los mercados sin precios. Puede que exista una persona súper camote por otra pero que no es correspondida, coyunturalmente es posible que se aplique lo de billetera mata galán, pero si ella (él) no se siente profundamente enamorada por él (ella), la pareja resultante no será estable. Lamentablemente existen sociedades machistas donde los ricachones todavía pueden comprar esposas, pero felizmente, en buena parte del mundo, estas deplorables prácticas fueron eliminadas, por lo que no existe un mercado matrimonial, pero en contextos de personas libres y conscientes de sus derechos, ¿cómo se encuentran dos almas gemelas?, o puesto en lenguaje de teoría de juegos y siguiendo a Sala-i-Martín, “¿cómo se pueden asignar hombres a mujeres -y viceversa- de manera que, una vez establecida la pareja, ninguno de los dos tenga incentivos a romperla para encontrar una media naranja mejor?”. 

Según Shapley, todos los hombres equivocadamente hacen suya la letra de la morenada boliviana “cuanto cuestas, cuanto vales, amor mío”, y de esta manera hacen una propuesta de amor a una mujer. Las bellas reciben una avalancha de proposiciones y pueden elegir entre ellas. Sala-i-Martín coloca el ejemplo de Angelina Jolie, quien puede escoger “entre los millones de ofertas. Lógicamente escoge a Brad Pitt (¡ve tú a saber por qué!). Los hombres rechazados pasan (o pasamos) a hacer una segunda oferta entre las mujeres que todavía no nos han rechazado y así sucesivamente, hasta que todo el mundo queda emparejado. De este modo, nuestra pareja acaba siendo ‘lo mejor a lo que podemos aspirar’ en el sentido de que cualquier pareja más deseable que la que nos ha tocado es una pareja a la que no podemos aspirar porque nos ha rechazado”. 

Los problemas aparecen cuando los tórtolos buscan hacer trampa y actúan estratégicamente. Conocen la teoría de juegos de manera intuitiva. Éste es el caso de Petunia, que manda a freír monos a José Augusto, para que éste busque a Julieta, dejando libre Enrique, con quien ella realmente quiere emparejarse. Para Sala-i-Martín también “este tipo de movimientos se observan, por ejemplo, en los procesos de solicitud a escuelas y universidades donde los estudiantes solicitan una serie de escuelas de peor calidad para ‘asegurarse’ que al menos son admitidos en alguna escuela, privando de ese modo a otros estudiantes de menor calidad de obtener esa plaza”. Para que este juego estratégico de alumnos y amantes no ocurra, Roth diseñó un mecanismo para que se dé un encuentro feliz. 

Veamos otro ejemplo, el de los órganos humanos. Felizmente, el mercado negro de órganos vitales está prohibido, aunque todavía, en algunos lugares, se puede comprar un riñón; pero para sustituir estas viles y condenables prácticas, Roth identificó el siguiente problema, al cual le dio una solución matemática. Supongamos “que Maruja necesita un riñón, y su marido, Pericles, está dispuesto a donarlo pero tiene un problema: su riñón no es compatible con el de su esposa. Imaginamos que otra pareja, de Violeta y Tito, tienen el mismo problema... pero los doctores dicen que Tito sí es compatible con Maruja, y Pericles con Violeta”. Si se da este cruce, y se produce un intercambio de riñones, las dos mujeres salvan la vida. Pero si este trueque esta prohibido y todos los riñones deben ir a un banco de donaciones que se reparten por orden de urgencia, es muy probable que Pericles y Tito no donen sus órganos, resultado que causa la muerte de las mujeres. “La única salida es que se cree un mecanismo de intercambio de riñones. Si el compromiso es serio, las dos parejas van al hospital al mismo tiempo y la permuta de riñones se lleva a cabo de manera simultánea”. Ahora, si más parejas entran al intercambio, el mecanismo se complica extraordinariamente hasta el punto que se necesita un complicadísimo algoritmo matemático que permita el intercambio entre centenas de parejas en la misma situación. Es justamente éste el mecanismo desarrollado por Roth, que permite el “match” entre donantes y personas que requieren un trasplante de riñón. La misma idea se aplica para hacer el emparejamiento entre buenas escuelas y alumnos sobresalientes, o médicos brillantes y hospitales de primera.

Monday, October 22, 2012

Presea, dáme, presea!


Domingo, 21 de Octubre, 2012
Desde inicios del año, el gobierno nacional viene alistando la emisión de bonos de deuda en los mercados internacionales. Todo indica que saldrán en las próximas semanas. Estos bonos o papeles son una forma que tienen los gobiernos de financiar sus actividades. El proceso de endeudamiento de un Estado se realiza de las siguientes formas: 1) Cré
ditos o empréstitos otorgados por bancos locales o internacionales, y/o tanto prestamos como donaciones de gobiernos extranjeros. 2) Emisión de bonos o pagarés, que son ofrecidos a los inversionistas o especuladores, quienes compran estos papeles a cambio de que al vencimiento se les devuelva el capital más intereses ganados. El bono que el gobierno pretende colocar es del tipo soberano, que tiene la particularidad de funcionar como un termómetro. “El spread o diferencial entre la tasa de interés de un bono libre de riesgo y el bono soberano indica la probabilidad que le asigna el mercado al cumplimiento o pago por parte del emisor de la deuda contraída. Por ello, dicho spread es conocido como ‘riesgo país’, pues indirectamente mide tanto la estabilidad de la conducción económica de un país como su deseo de cumplir con los compromisos”.

Si los mercados internacionales compran el bono boliviano y no exigen que la tasa de interés sea muy alta para adquirir el pagaré, es un reconocimiento al buen comportamiento de la economía. Si tanto el spread como la tasa de interés son muy altos, muestra desconfianza. De esta manera, la mano invisible del mercado internacional ofrece una medallita (una presea) de aprobación o condena al desempeño de la economía.

La administración del Presidente Morales busca conseguir 500 millones de dólares a través de la emisión de bonos. Pero, ¿por qué, quien dice nadar en dinero, sale a endeudarse al exterior? Recordemos que, desde el árbol del poder, con frecuencia se hace alarde de los 13 mil millones de dólares de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia, se realiza intensa propaganda sobre el superávit fiscal, y se constata que el sistema financiero nacional registra un excedente de 3 mil millones de dólares. Entonces, ¿Por qué pedir plata al odiado sistema capitalista en plena bonanza financiera nacional?

Por supuesto que las razones no son financieras, sino una combinación de señalización a los radares de inversionistas y búsqueda de la aprobación de las políticas económicas del proceso de cambio por parte de los mercados capitalistas tan criticados en los discursos. Según reporta la prensa, ya se habría iniciado el road show (una pasada de sombrero elegante) organizado por Goldman, Sachs y el Bank of America Merrill Lynch, dos de los principales crupiers del casino financiero y actores principales del capitalismo de camarilla que derrumbó los aparatos productivos de varias economías desarrolladas.
Además el montaje está completo, calificadoras de riesgo como Standard & Poor’s y Moody’s ya han entrado en escena, para la venta de los 500 millones de dólares, subiendo sus puntuaciones a la economía boliviana. La primera aumentó su calificación de B+ a BB- y la segunda, subió la nota de la deuda soberana de Bolivia de B1 a Ba3. En cristiano, esto significa que en el concurso de belleza macroeconómico ya no estamos entre los más feos y además registramos un comportamiento de “caballeritos neoliberales”. El sapo barbudo revolucionario se convirtió en un príncipe yuppie. Ahora somos sujetos de crédito a pesar de los eructos discursivos ocasionales contra el capitalismo. Cabe recordar que éstas son las mismas calificadoras de riesgo que puntuaban con cinco estrellas doradas (triple A) a Fannie Mae, Freddie Mac & Lehman Brothers, como bancos de inversión seguros y confiables, pero que cuando estalló la crisis financiera norteamericana, se revelaron como entidades corruptas que habían montado vulgares estafas piramidales, que acabaron con los ahorros de millones de gringos.

Es importante también señalar, que una vez emitidos los bonos, estos entran al carrusel del mercado financiero, donde la implacable especulación y el anónimo mercado pueden convertirlos en “papeles basura”. Sino pregunten cuánto cuestan los bonos griegos, españoles o argentinos en el mercado bursátil mundial. En otras palabras, espero que este lo suficientemente claro que, con la emisión de los pagarés, estamos poniendo las guindas en el yunque del casino financiero, donde el martillo de la especulación puede golpear en cualquier momento. Después no vale echarle la culpa al vil capitalismo, y declarar desconocimiento de como funcionan estos mecanismos.

Es altamente probable que se vendan los bonos bolivianos, el mercado internacional está repleto de liquidez, pero sólo el tiempo dirá si atrajimos capitales especulativos o de inversión seria. Creo que esta operación financiera puede ser una señal incompleta y cara, veremos qué tasa de interés nos pide el mercado para prestarnos dinero. Sostengo que los buenos resultados macroeconómicos son insuficientes para atraer capital de calidad al país, también es fundamental las señales estructurales como detener las tomas de minas y tierras, disminuir el grado de conflictividad social, realizar cambios productivos y garantizar la seguridad jurídica.

Para terminar sólo algunas preguntas para que organice un debate en casa después del almuerzo ¿Y en qué queda coherencia ideológica del gobierno con esta transacción tan neoliberal? ¿Cómo antiimperialistas de turno piden la bendición y la plata de los ídolos de barro del cruel capitalismo financiero? ¿Cómo se explica que los neo-revolucionarios pidan la bendición de los satanes más extremos que bailan en el fondo de pozo del infierno financiero? ¿Será que los auto elogios locales a la política económica ya no son suficientes y ahora se quiere una presea internacional a cualquier costo? Buen provecho.

Monday, October 15, 2012

Electropaz. El poder del alicate


La teoría económica muestra que los monopolios son malos para la competencia, restan bienestar al consumidor, capturan parte o la totalidad del excedente de los ciudadanos. Uno de los peores poderes de mercado son monopolios naturales y las cosas se complican para los ciudadanos cuando están mal regulados por parte del Estado. 

Éste es el caso de la electricidad 
o el agua potable, dos servicios básicos que ahora se los considera derechos humanos. Electropaz es la única distribuidora de energía eléctrica de la ciudad de La Paz, con serias deficiencias en sus servicios. Sólo en el año que transcurre ya sufrí varios cortes de electricidad en mi barrio. Ahora bien, cuando los monopolios salen de los libros y tocan a su puerta, la teoría económica se convierte en una pesadilla de abusos.

Permítanme relatar mi caso. Tuve el infortunio de olvidar pagar una cuenta de luz, reconozco mi desliz, pero pagué caro el descuido. Estuve 15 horas sin energía eléctrica. Alrededor del mediodía del viernes 12 de octubre, una cuadrilla de Electropaz cortó la luz de mi casa desde la calle y no hubo manera de convencer a los funcionarios del monopolio que el pago estaba en camino. En efecto, al enterarme del hecho, salí corriendo de mi trabajo a pagar la factura de luz con más miedo de la reprimenda de mi media naranja que de la empresa. Pagué con el Jesús en la boca latigueándome por lo distraído que soy. Cabeza de chorlito, me decía mi papá. Para evitar a futuro el descuido, decidí que me inscribiría al sistema de pago automático. Pasado el susto, leí con más calma la factura de Electropaz y descubrí que la fecha límite de pago era el 24 de octubre del año en curso, faltaban 12 días para el plazo. En mi interpretación no había cometido un error, no entendía el iracundo corte, pero como todo monopolio abusivo que se preste, Electropaz había recurrido al viejo truco de la letra chica; en un recuadro del recibo dice que se corta la energía al segundo mes impago, pero gracias a una avalancha de detalles confusos en la factura, uno no sabe en qué mes se encuentra.

Al pagar mi obligación, la empresa me comunicó que en la próxima hora repondrían la energía, pensé, equivocadamente, que la reconexión sería otra operación de asalto, como fue el corte. Los rambos de Electropaz son eficientes con los alicates, pensé. Ingenuamente volví a mis quehaceres laborales, pero pasada una hora todavía no se había repuesto la energía. Decidí ejercer mis derechos de consumidor y llamar al servicio al cliente del monopolio Electropaz, donde operadores mal entrenados y lacónicos me dieron informaciones contradictorias y parciales.

La primera respuesta de la empresa fue que las reconexiones se hacían de cinco a ocho de la noche, debería tener paciencia y purgar mi pecado de pagador atrasado. Pero a medida que pasaban las horas, la luz no volvía y la máquina burocrática del monopolio abusivo me convertía en un número de reclamo frío e impersonal.

Al final de la tarde, las versiones de los operadores del centro de atención de la empresa cambiaron. Ahora se me decía que de acuerdo con la Ley de Electricidad, el monopolio de Electropaz tenía hasta 24 horas para reponerme la energía y que si no me gustaba me quejara a la autoridad reguladora. Además, a pesar de que había pagado mis cuentas, se me repetía que la culpa era mía y que el equipo de reconexiones sólo trabajaba hasta las seis de la tarde, y era imposible una solución, no podían hacer nada hasta el sábado por la mañana.

No me di por vencido. Después de mucha insistencia y reclamos, nuevamente cambiaron de respuesta, sí había un equipo técnico que podría reponerme la energía hasta las nueve y media de la noche. Una vez más no pasó nada y en una muestra de eficiencia y calidad en el servicio al cliente, el Fonoluz de 24 horas cerró sus actividades a las 22:30. El monopolio de Electropaz me había sentenciado a la oscuridad total, lo amparaba una ley neoliberal.

Sí, soy culpable de ser distraído y muy ocupado, pero no estoy de acuerdo en que la Ley de Electricidad faculte a un monopólico cortar la energía eléctrica, cualquiera que fuese la razón del no pago, porque vulnera un derecho humano básico a un servicio de primera necesidad. El camino deberían ser penalizaciones financieras y no el uso prepotente de los alicates. Porque cuando la empresa falla, poco puede hacer el consumidor.

Escribo este artículo a la luz de las velas, tiene algo de romántico pero el aire bucólico se pierde cuando me percato de que no pude colocar mi automóvil en mi garaje, tengo una puerta electrónica y manos de rodilla que no me permiten activar la parte mecánica en la oscuridad. Agradezco al altísimo que no tengo enfermos ni bebés en casa, que a estas alturas serían víctimas del monopolio abusivo de Electropaz.

Les presento mi caso, que seguramente es pequeño en un mar de problemas. Ejerzo mi derecho como ciudadano a reclamar mejores servicios básicos; el corte de un derecho humano, como es la energía eléctrica, no debería ser el camino para castigar a los ciudadanos, hay otras opciones menos prepotentes para que se penalicen a distraídos como yo o a aquellos que por razones financieras no pueden pagar su factura en ese momento. Son este tipo de actitudes de un monopolio que seguramente hacen tan populares las nacionalizaciones.

Finalmente, a las dos de la mañana, sin ningún previo aviso reconectaron la luz. Yo enmendé mi error de no pago en menos de una hora, la empresa se tomó 15 horas para reponer mi conexión. La relación que establece la Ley de Electricidad es muy asimétrica, favorece a la empresa monopólica. Urge modificar esta norma que fue hecha a medida y semejanza de Goliat, que tiene gigantes alicates para defender sus intereses.

Sunday, September 2, 2012

Mister Proceso de Cambio ?Dinamita?

    Con frecuencia ciertos dueños del poder sacan a relucir los datos macroeconómicos para luego deshacerse en autoelogios y mimos frente al espejo. Practican un viejo deporte inventado por el neoliberalismo: el narcisismo macroeconómico, el arte de sólo mirarse los músculos en las cuentas nacionales y ocultar en el sótano los desafíos microeconómicos, productivos y sectoriales.

    Siguiendo la tradición, una vez más, frente a un enorme palco iluminado at extremis, Mister Proceso de Cambio (Mister PC) inicia su rutina de poses. El mastuco de recia mirada y blonda cabellera, de pie y de frente a los jueces del Banco Mundial y el FMI, pasa a exhibir los bíceps del crecimiento del producto. El jachote nacional, sigue de frente, y ahora infla el pecho-huminta para lograr la expansión dorsal y adquirir una acusada silueta en “V” gracias al incremento de las reservas internacionales.

    De perfil, es tiempo de exhibir la caja torácica fiscal que creció significativamente gracias a los impuestos a los hidrocarburos. Finalmente, de espaldas, doblete de bíceps, inflación baja y superávit comercial.

    Aplausos para el Hércules nacional desde la platea, un murmullo de suspiros de los enamorados del proceso de cambio, pero también preguntas más profundas sobre el desempeño del musculoso. ¿Los resultados macroeconómicos son buenos respecto a qué punto de comparación? ¿Frente a nuestro pasado inmediato o respecto a los últimos 50 años? ¿Qué si ponemos en concurso a Mister PC en certamen latinoamericano? ¿Los torneados músculos se logran a base de un esfuerzo productivo y de innovación tecnológica o sólo están inflados con anabólicos externos? ¿Son sostenibles las tasas de crecimiento muscular? Adoptemos tres perspectivas para evaluar a nuestro coqueto Mister PC, utilizando el crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB) y la tasa de inversión. Valoraremos la musculatura del fortachón en el periodo 2006 y 2011.

    Primera: la perspectiva histórica. La tasa de crecimiento promedio anual del producto, en los dos periodos del presidente Morales, fue de 4,7%, y la inversión total, como proporción del PIB, fue, en media, de 16%, ciertamente, resultados muy superiores al ciclo 2000 - 2005, cuando el cuerpo económico sufría de anemia financiera, hambruna fiscal y se desangraba socialmente.

    Pero si comparamos a Mister PC con un periodo parecido en contexto externo -a saber los años 1973 – 1977 ó 1994 – 1998- las cosas cambian. En los años 70 -en el auge del incremento de los precios del petróleo y de los minerales, contexto externo muy similar al actual- la tasa de crecimiento promedio del PIB fue de 5,75% al año, y la tasa de inversión llegó a representar el 20% del producto.

    En el periodo 1994 y 1998, cuando también Bolivia registró un shock de ingresos de ahorro externo, esta vez vía inversión extranjera directa, la tasa anual promedio de crecimiento de la riqueza fue también de 4,7 % y la inversión total rondó el 17% del PIB. Conclusión: en el mejor momento externo de los últimos 50 años, el crecimiento de Mister PC es similar al periodo de la bonanza neoliberal e inferior a los resultados obtenidos en los tiempos de la dictadura del general Banzer. Así que a trabajar más el cuerpecillo y sudar más la camiseta. La meta de crecimiento debe ser superior al 6% para alcanzar el objetivo de superar la pobreza extrema en 2025.

    Segunda perspectiva, la comparación regional. ¿Mister PC puede ganar en un concurso regional? No todavía, pero no le ha ido mal si analizamos la vecindad. En efecto, entre 2006 y 2011 el crecimiento promedio anual fue de 4,7%, superior a la región latinoamericana que registró un 3,9%, pero el resultado boliviano es inferior a desempeños de Perú (7,2%), Uruguay (5,8%), Paraguay (5,4%), Colombia (4,8%) para el mismo periodo. Conclusión: es posible aprovechar mejor la bonanza internacional y no confiar exclusivamente en la inercia, ni el piloto automático. Existen las condiciones para alcanzar tasas de crecimiento muy elevadas, como las del milagro asiático inclusive, si se cuentan con políticas más agresivas, especialmente en los sectores ligados a manufacturas e industria. Así que menos espejo y más trabajo en productividad, competitividad e innovación tecnológica.

    Tercera perspectiva, analicemos cuán sostenible es la musculatura de Mister PC. Cabe recodar que el aumento del producto en el periodo 2006 – 2011 fue impulsado, en un primer momento y de manera significativa, por la demanda externa y posteriormente con los ingresos fiscales obtenidos de la bonanza internacional fue posible el aumento del gasto e inversión publica.

    La demanda agregada depende en más del 80% de la evolución de los precios del gas natural, los minerales y la soya. A su vez, las rentas gubernamentales dependen en un 50% de los vientos externos. Por lo tanto es fácil concluir que la economía boliviana es muy vulnerable a las mudanzas de los precios externos. Conclusión: es un crecimiento prestado, sin una estructura ósea productiva sólida. Por lo tanto, urge iniciar la tan reclamada industrialización o cambio de matriz productiva aprovechando el exceso de recursos externos, éstos no serán para siempre.

    En suma, Mister PC luce bien, en la pasarela de la propaganda, pero su musculatura no fue lograda con esfuerzo productivo, diversificación de la matriz industrial y el cambio tecnológico. Buena parte de los bíceps y tríceps son inflados por los anabolizantes del fabuloso contexto externo. El Arnold Schwarzenegger nacional es de hule y hay que tener mucho cuidado con la decepción, no vaya a ser que el fortachón vuelva a su condición de Tarzán de jardín, al cual las poses ya no le sirvan y puede ser que hasta Jane lo abandone. Y lo que sería peor, que entre de moda el viejo estribillo que decía: “Tarzan, ¿sus brazos? ¡Dinamita!, ¿su pecho? ¡Dinamita!, pero su mecha bien cortita”.

Sunday, July 15, 2012

Deconstruyendo la pacenidad

Hoy domingo, vísperas del gran 16 de julio, un homenaje a mi ciudad. En La Paz, las leyes de la física no se aplican. En un trufi diseñado para cinco personas, los maestritos, la pobreza y la falta de regulación estatal realizan la magia de meter hasta el doble de pasajeros en el auto, sin que nadie diga este poto es mío. Los paceños viajamos calientitos y los más sacrificados sentados en el freno de mano, mudos, estoicos, mirando fijamente al frente para no despertar sospechas de la incomodidad mecánica. Nos gusta la proximidad pero nos matamos con la indiferencia. Hablar con los compañeros de viaje, ni pensar. Tal vez, sólo comentarios ácidos y telegráficos contra el mal gobierno. Los paceños de cuna o adopción hablamos con eco y decimos “yaaaa” en todas sus versiones, colores, énfasis, entonaciones, acentos y momentos. Para ilustrar sólo algunas perlas: Bolivia avanza por el luminoso camino del cambio, y el eco responde: de cambio, ¿a ver? A lo que le sigue un ¡yaaaa! agudo y largo. El Vice se va a casar, y el eco entona: se va a casar, ¿a ver? Ver para creer, seguido de un ¡yaaaaa! de soprano ñusta potosina. El Gobierno está dando una cátedra de economía, el eco se emputa y no responde. Tan sólo surge el ¡yaaaa, su huevada! El Papirri Monroy tiene una música espectacular sobre el eco de los paceños. Un buen paceño es un cultor de los picnics potosinos. Yo tengo el privilegio de la doble nacionalidad, soy potoco y chukuta, por lo que conozco sobre el tema. La mejor alternativa para combatir la thayachera, los fríos de pelar, son los días de campo potosino, de los cuales existen varias versiones. Para nuestros amigos lectores de los valles y trópicos, conceptualmente significa encamarse todo el día aplastado por frazadas de grueso calibre. Apolillar debajo de los pullus con chullo, calcetines y las ladies, medias Textilón, que dicen que es mejor de condón. La versión de fin de semana del picnic potosino incluye buena comida y malas compañías. Se recomienda a media tarde servirse un falso conejo con fideo corbatita. El postre debe ser frutas de la temporada, naranjas pendencieras, mandarinas coquetas, pasank’allas y maní discretos. Se sugiere usar platos para comer, porque el extravío de semillas y otros restos en el laberinto de colchas puede tener un destino no deseado. Estar entrepiernado casi 48 horas no es una tarea fácil, por eso se recomienda un poco de televisión, el mejor programa para este tipo de ocasiones es un viejo capítulo de Viaje a las Estrellas con el señor Spock. Opcionalmente se puede ver el canal estatal, con Carlita Revollo, para ver la vida color de rosa. Las noticias del 7 son un buen antidepresivo. En sus programas, todo brilla y el mundo se divide entre los malos neoliberales y los buenos neoevolucionarios. Y colorín colorado, la revolución ha avanzando. Los paceños/as estamos locamente enamorados, es decir, estamos camotes del Illimani. Desde cualquier canto de la ciudad lo coqueteamos sin medida ni clemencia, absorbemos su energía, contemplamos embobados sus curvas y rubores. Por eso cantores, pintores, fotógrafos, y poetas le han cantado, pintado, retratado y/o ofrecido sus mejores versos. Toda vez que estoy por el centro de la ciudad, mi lugar preferido para verlo es desde la avenida Camacho entrando por la calle Bueno, donde queda la empresa estatal YPFB, a la cual le cambiaron la fachada pero no las malas prácticas de meter la cuchara al dulce. En este lugar me planto varios minutos mirándolo para recargar las pilas. Un paceño que se presta sabe de la vida nocturna. Añora el Socavón, el antro de antaño donde se hizo temblar las noches y las buenas costumbres. Además, una buena paceña tiene que haber bailado en el Loro en su Salsa, para que se construya la Cinemateca y parqueado por horas en el Fórum esperando a sus retoños. Y ahora disfruta de la Costilla de Adán y de otros boliches cuyos nombres no pueden ser revelados por pudor bohemio. JEn materia de morfe, el paceño debe poseer paladar negro y estómago de hule para enfrentar, de pecho abierto y lampiño, un fricacho en la Alexander, y mostrar que en vez de venas tiene cañerías Tigre por donde el colesterol resbala como agua santa. Tiene que haber degustado las salchipapas de la Díaz Romero que son la prueba definitiva de la existencia de los ángeles de la guarda que protegen a los paceños, porque sin ellos las salchichas de origen indefinido serían como sables afilados para penetrar el duodeno. Y qué decir de los Jot doc de la Pérez, y los Menchos de la calle 21 que demuestran que, en materia de embutidos, no existe lucha de clases. Las tucumanas de El Prado que matan cualquier hambre y a las 10:47 saben a manjar de dioses andinos. ¿El keperí de las benianas de Villa Fátima? , que tiene la semblanza y textura de los abdominales de Bruce Lee en su película Operación Dragón. Otra delicatesen paceña es el sándwich de huevo con chorrellana de cebolla roja de vergüenza en el mercado Lanza, después de comer este bocadito es mejor no dar una palabra de aliento a nadie, menos a la media naranja. En el mercado Camacho está el supervitamínico que cura caries y que es mejor no preguntar por sus ingredientes. En referencia a los lugares de dancing, el mejor si duda es un clásico miraflorino: The Love City, la única discoteca trotskista del planeta, el templo de la conjunción obrero-patronal, el nido de amor de la nueva burocracia revolucionaria, donde el deseo horizontal baila suelto de manera vertical, piecitas movidas como: “Devórame otra vez” o apechugaditas como: “Hoy tengo ganas de ti”, interpretada por Miguel Gallardo. En fin, para terminar ayúdeme a decir: ¡Viva La Paz y nada más!, ¡¡¿¿yaaaaa??!!

Sunday, July 8, 2012

Carta a un estudiante

Estimados estudiantes, les escribo esta carta desde la trinchera de la nostalgia. Ofrendaría mi libro más querido de macroeconomía y mis apuntes más prolijos de microeconomía para volver a sentir la sensación, de enorme libertad y sano miedo, que se produce cuando uno da el primer paso para elegir una carrera. Comenzar una profesión en ciencias sociales es una aventura maravillosa, especialmente en un país que necesita un cambio productivo radical para superar la pobreza.

Confieso sin ningún rubor que descubrir una vocación no es una tarea sencilla. Uno no despierta un bello día de invierno y descubre que quiere ser economista, administrador, emprendedor, antropólogo, ingeniero financiero o profesional de los negocios internacionales.

Por lo menos en mi caso no fue amor a primera vista con la economía, más bien fue un enamoramiento lento, saboreado a cada materia que pasaba, sembrado de dudas e inseguridades, fue como aprender a tomar buen vino, sorbo a sorbo, degustando todos los recovecos del tinto, hasta descubrir que si uno vino al mundo y no toma vino, ¿a qué vino?

Por lo tanto, mi pasión por la economía es y fue construida en dosis homeopáticas. Digo más, creo que uno no es economista o sociólogo cuando termina su curso. En realidad, se “está” economista en cuanto uno mantiene la llama de la indignación intacta frente a los problemas de nuestra sociedad, y cultiva el virus de la inquietud intelectual buscando una constante actualización e innovación en la profesión. Pero sobre todo, se “está” economista si uno “ama de pasión” el trabajo que hace. Lo mismo debe ocurrir para otras profesiones en las ciencias sociales. Además cabe recordar que en tiempos de globalización, la fila de las ideas avanza muy rápidamente, por lo que hay que acompañar los cambios siempre, incluso a la tierna edad de 80 años.

Soy de profesión profesor universitario y muchos padres de familia acuden a mi legítimamente preocupados sobre el futuro profesional de sus retoños. Me manifiestan que sus hijos no saben qué estudiar. Dudan entre economía, creación y desarrollo de empresas o ciencias políticas. Siempre respondo que la duda es un signo de salud mental, y que si nuestros jóvenes de 18 años supiesen exactamente lo que quieren, deberíamos comenzar a preocuparnos.

A una temprana edad, las dudas son buenas y se van disipando, poco a poco, con información y experimentación. La deliciosa enfermedad de la juventud sólo se cura con el tiempo. Por eso es recomendable elegir una universidad que ofrezca un programa flexible de materias en los dos primeros años, así un cambio de carrera no es costoso ni desde el punto de vista financiero ni desde la perspectiva del tiempo.

En mis primeros años de estudio de economía estuve seducido seriamente tanto por la sociología como la historia, y la ciencia política me coqueteó descaradamente. Debo reconocer que fui presa fácil, cedí a las tentaciones y tomé muchas materias de estas otras ciencias. Esta experimentación enriqueció mi formación.

Me arrepiento de no haber cursado más materias de filosofía, emprendedurismo, creatividad o tecnología. En mis épocas estas últimas materias recién se comenzaban a impartir, ahora existen muchas más posibilidades. Así que, queridos estudiantes, aprovechen estas oportunidades, porque ahora uno estudia no sólo para buscar trabajo, sino para crear empleos para otros.

Creo en la multidisciplinariedad de las ciencias sociales. Un economista puro puede ser más cuadrado y aburrido como ascensor sin espejo y con la foto de Hugo Chávez. De éstos hay muchos, y por alguna razón inexplicable, casi todos están en el Gobierno actual y creen que han inventado un nuevo modelo de desarrollo.

Redoble de tambores, coro de ñustas vírgenes en do mayor: La economía estatista. ¡Cómo no se nos ocurrió antes! En fin, eviten los fanatismos y fatalismos ideológicos como de ésos que ahora levantan el puño como los gatitos chinos.

Cuidado con el poder y los cultos ideológicos. El capital humano se deprecia muy rápidamente en el Estado, si no, vean algunos de nuestros gobernantes que de intelectuales se convirtieron en burócratas autoritarios con déficit de ideas. Pasaron de la sensata recomendación de Joan Robsinson de que decía que se debe creer en todo lo que es verdad, al consejo que viene de espejo, que dice que en todo lo que creo es verdad y aquel que diga que no, palo y persecución.

En suma, el mundo es diverso y heterogéneo y hay que estar preparado con los instrumentos y la sensibilidad para entenderlo y transformarlo así. Por ejemplo, en la actualidad, Bolivia apuesta al cambio, pero no hay un solo camino, como piensan los neorrevolucionarios, si no que para un espíritu cultivado en la democracia de las ideas y actitudes, existen muchas vías para realizar transformaciones. Nadie tiene el monopolio de la sensibilidad social. Una buena carrera en ciencias sociales debe apostar a la diversidad de pensamiento e instrumentos.

Así que todos aquellos que quieran meterle a la ciencias sociales en general o a la economía en particular, no deben temerle a la incertidumbre del corto plazo. Sólo la experiencia y el estudio nos ayudan a construir futuro.

Monday, July 2, 2012

La Diplomacia Paquiderma

El manejo de nuestras relaciones internacionales no goza de buena salud, para usar un lenguaje diplomático. El recuento de metidas de pata es largo y persistente.

Para preservar su hígado, tan sólo nos referiremos a las últimas. Asamblea de la OEA en casa, donde la mayoría de los países del continente nos dicen que el tema del mar es bilateral con Chile. De nuestra parte, confusión total: vamos a la Corte de La Haya, no, mejor renegociamos el Tratado de 1904, no, que tal si lo desconocemos.

Dos días después de este revés diplomático, otro cocacho mayúsculo: Brasil acepta el pedido de exilio del senador Pinto. Las relaciones bilaterales se tensionan con el aliado político más relevante de la región y con el mercado más importante para nuestro gas natural, y como prevalece el tacto de elefante en nuestra diplomacia, el presidente Morales llega en el mismo avión con Mahmud Ahmadinejad a la reunión de Río de Janeiro, cuando se sabía que Dilma Rousseff no recibiría al Presidente iraní, mandando un mensaje claro que no estaba de acuerdo con el tema de los derechos humanos y el tratamiento de las mujeres en ese país.

La lectura fina e inteligente de los códigos y mensajes de las relaciones internacionales no es el fuerte del Gobierno. Con mucha frecuencia, el elefante se pone a arreglar la cristalería. Parece que sólo se piensa con las entrañas ideológicas y no así con la cabeza. Finalmente, en el recuento de las metidas de pata, Bolivia ignora y es olímpicamente ignorada por la Alianza del Pacífico.

En esta oportunidad nos centraremos en este último punto y optaremos por un análisis estratégico de largo plazo de nuestras relaciones económicas internacionales.

Para comenzar, visualicemos el mapa de América Latina. Bolivia, en el centro del continente, está frente a dos tsunamis económicos y políticos. Por el lado oriental del país, Brasil va camino a convertirse en una potencia económica a nivel regional y mundial. De hecho ya es la sexta economía en el mundo y uno de los sectores más pujantes son los agronegocios; en concreto, Brasil es una potencia en cereales, biocombustibles y granos como la soya, por ejemplo.

Aquí el destino geográfico es contundente. Con este país nos une una frontera de más de 3.400 kilómetros. El modelo económico agroindustrial brasileño será cada vez más influyente en departamentos como Santa Cruz, Beni y Pando. De hecho, se dice que más del 50% de la producción de soya en Bolivia estaría en manos de propietarios brasileños.

Además, las relaciones políticas y económicas serán cada vez más complejas en temas como migración, hidroenergía, madera, manejo de ríos, castaña, narcotráfico, contrabando, entre otros.

Los fenómenos descritos son hechos de la realidad y no proyecciones, por lo que la política económica internacional boliviana debe contar con una visión clara sobre la relación bilateral y las proyecciones conjuntas a nivel internacional y regional. Aquí nos referimos a los desafíos de la integración continental y bilateral que deberían pasar por temas productivos y no repetir la historia de la exportación de recursos naturales.

Por el lado occidental de Bolivia está el segundo tsunami económico que se origina en el Asia en general y en China en particular, y que, atravesando Chile y Perú, tiene su influencia en los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí y Cochabamba.

Las olas más grandes del maremoto son sobre todo comerciales. Es el “made in China” que se encuentra en todos los mercados del país y que se refleja, en parte, en los nueve mil millones de dólares de importaciones.

Además, están las exportaciones de minerales a la región asiática que se duplicaron en los últimos años tanto en Bolivia como en el resto de los países del continente. Es decir, la influencia del modelo chino de exportación de manufacturas y compra de materias primas tendrá una influencia económica determinante en los países conectados con el Pacífico.

De manera indirecta, Bolivia no será una excepción. Es bajo esta lógica que los países ribereños con este océano constituyeron, a inicios de junio de 2012, la Alianza del Pacífico, un bloque regional que agrupa a Chile, Perú, México y Colombia. Ecuador se automarginó.

La alianza supone un mercado de 207 millones de consumidores, representa más de un tercio del PIB total de América Latina y más del 50% de su comercio. Pero sobre todo, la alianza se constituye para aprovechar y gestionar el tsunami económico chino, convirtiéndose en una plataforma tanto en exportaciones como importaciones y en un mecanismo para atraer inversiones asiáticas.

Cabe recordar , además, que estos países tienen tratados de libre comercio con más de tres mil millones de potenciales consumidores, la mayoría en el Asia. Bolivia debería estar en esta Alianza del Pacífico para ser parte del nuevo orden económico internacional que se construye, en el que China ya es un polo de fundamental.

Brasil, por el oriente boliviano, y China, por el occidente, son y serán, más aún a futuro, factores económicos fundamentales que afectarán nuestro desarrollo. En este contexto, nuestra acción internacional debe recuperar el sentido de la defensa de los intereses nacionales, sobre todo económicos y comerciales, y dejar de lado la diplomacia paquidérmica que es corta de visión, carente de estrategia de largo plazo, demasiado ideologizada y poco sutil en el día a día.

Cabe recordar una frase clásica de la escuela realista de las relaciones internacionales que me permito adaptar a nuestros tiempos: los países no tienen amigos, compañeros o hermanos, tienen intereses.

Monday, June 18, 2012

El TGN y la Política Monetaria

El Tesoro General de la Nación (TGN), dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas, ha colocado en el mercado financiero el Bono Tesoro Directo (BTD). Este papel del Gobierno ofrecerá tasas de interés a diferentes plazos y rendimientos. Al plazo de un año rendirán 4%. A dos años, el interés será de 4,50%, a tres años se pagará 4,80%, a cuatro años, el rendimiento será de 5,10%y, finalmente, el que aplique a cinco años obtendrá un retorno de 5,40%. Los pagos de los rendimientos se harán cada seis meses.


Estos bonos sólo podrán ser comprados por personas y no por bancos o empresas. El Banco Central de Bolivia (BCB) hace dos años que también vende bonos directos al público y está pagando intereses que están en torno del 4% al año. En varios países del mundo, los gobiernos venden papeles ya sea utilizando sus bancos centrales o tesoros. Los más famosos son los Títulos del Tesoro Norteamericano. En el caso boliviano, es la primera vez que el TGN vende bonos directo a las personas, quienes podrán invertir hasta un máximo de 140.000 bolivianos, un poco más de 20.000 dólares. Estos papeles no son negociables ni en la bolsa ni en un mercado secundario.


Según el Gobierno, el objetivo del bono es ofrecer a los pequeños ahorristas una opción financiera con mejores tasas de interés. Los bancos privados están pagando intereses menores al 1%. La persistencia de estas bajas tasas de interés pasivas, junto a menores tasas activas, está promoviendo un boom o burbuja inmobiliaria. No se cuenta con información suficiente para afirmar si en este mercado la demanda se origina en un déficit de vivienda (estamos frente a un boom de la construcción) o es fruto de especulación (estamos frente a una burbuja inmobiliaria).


El Ministerio de Economía y Finanzas, a través de un banco estatal, está colocando un piso mínimo para la tasa de interés pasiva; si esta estrategia atrae muchos recursos es una presión, vía mercado, para forzar a la banca comercial a que aumente las tasas de interés que paga a la gente que tiene depositado sus ahorros. Esta estrategia puede beneficiar a los ahorristas. Los bonos directos del Banco Central Bolivia, que pagan 4% al año, atrajeron aproximadamente 40 millones de dólares. No es un cifra significativa considerando que la liquidez en el sistema financiero es superior a los 3.000 millones de verdes. Habrá que analizar por qué los bonos del BCB no atrajeron más dinero y no se constituyeron en una competencia efectiva para la banca comercial. Los bonos del TGN tendrían que correr mejor suerte para obligar a mejorar las tasas de interés pasivas que los bancos comerciales ofrecen en la actualidad.


En caso de que los bancos busquen competir con los bonos directos del TGN, es posible que también aumenten sus tasas de interés activas, aquélla que uno paga al banco si se ha prestado dinero de él. Esto perjudicaría a miles de prestatarios de los diferentes sectores, pero en especial a aquellos que se han prestado para comprar departamentos o casas. Para no correr este riesgo, que podría pinchar el boom (¿burbuja?) del sector inmobiliario por ejemplo, debería estar, en el menú opciones del Gobierno, la colocación de un techo para las tasas de interés activas.


Desde una perspectiva macroeconómica, los bonos del TGN si son exitosos ayudarían a retirar liquidez y así reducir la presión del exceso de consumo sobre la inflación. En el pasado inmediato, las operaciones de esterilización hechas con la colocación de títulos del Banco Central beneficiaron a los bancos. Parte de los mil millones de dólares que ganó el sistema bancario en los últimos años se explica por la política monetaria neorrevolucionaria del BCB.


Volviendo a la perspectiva de los ahorristas, las tasas de interés que ofrecen los bonos del TGN son muy atractivas. Sin embargo, un análisis complementario que se debe hacer es ver qué pasará con la inflación. Si un ciudadano compra un bono que rinde 4% al año, y la inflación a 12 meses es mayor, digamos 5%, la tasa de interés será negativa y el ahorrista sólo habrá preservado el valor de su inversión de manera parcial. Por lo tanto, para que la gente realmente gane algo de la inversión de su dinero en un bono del TGN, la tasa de inflación tiene que ser menor a los rendimientos ofrecidos.


No hay duda de que los bonos públicos son una alternativa interesante para los pequeños ahorristas, pero el desafío de fondo para el exceso de liquidez en el sistema financiero es despertar las inversiones productivas que duermen anestesiadas por la incertidumbre jurídica, económica y social, y la falta de políticas industriales efectivas. El mejor destino que se puede dar al ahorro de los bolivianos, en el largo plazo, son las inversiones productivas que generen empleo sostenible. Ésta es la manera de promover una mejor distribución del ingreso.

Tuesday, June 5, 2012

Pesimismo económico vs. esperanza tecnológica


El mundo desarrollado vive una profunda crisis económica, desempleo, pobreza, concentración de la riqueza, contaminación del medio ambiente, quiebra de bancos y empresas. Los países en vías de desarrollo, como Bolivia, sufren de pobreza extrema, exclusión social, degradación de suelos, baja productividad, contaminación y destrucción de la biodiversidad, extrema dependencia de recursos naturales. Cuando uno aborda todos estos temas, desde una perspectiva económica, nos encontramos en un callejón sin salida. A futuro prevalece una visión pesimista: el mundo camina a su autodestrucción, se ratifica una vieja definición de economía que sostiene que lo único que resta a las sociedades es la administración de la escasez. El petróleo, los alimentos y muchos de los recursos naturales están llegando a su fin inevitablemente. La Ley de Malthus, que sostiene que la población crece más rápido que la producción de alimentos, inevitablemente se cumplirá. Esta definición tradicional de economía se basa en dos premisas: 1) Los recursos totales de la economía son escasos y 2) toda sociedad tiene una frontera de posibilidades de producción, por los tanto tiene usos alternativos (por ejemplo, el factor agua puede emplearse para producir energía eléctrica o para regar tierras de cultivo).

Abundance (Peter Diamandis y Steven Kotler) es un libro que rompe con este paradigma y sostiene que desde la óptica de la tecnología pocos recursos en la sociedad son escasos, en realidad son momentáneamente inaccesibles. Los cambios tecnológicos hacen que los recursos de la economía se amplíen y/o se hagan accesibles. Por lo tanto, la tecnología convierte la escasez en abundancia. Los autores del libro cuentan que, durante el imperio Romano, el aluminio era escaso y raro, era más valioso que el oro. Este metal sólo se encontraba en la baixita y extraerlo era muy caro y complicado. Con la electrolisis, una innovación tecnológica de amplia difusión en el siglo XIX, el escaso aluminio del pasado se convirtió en un material abundante y barato.

El libro de Diamandis y Kotler se  basa en cuatro ideas. La primera sostiene que los cambios tecnológicos en la informática, las energías renovables, la medicina, las telecomunicaciones, la biotecnología  y una serie de otras áreas están mejorando a un ritmo exponencial. Los avances son significativos. La segunda es que la revolución tecnológica ha revalorizado al individuo. Centenas de innovadores (do-it-yourself innovators) están creando nuevos servicios y productos sin depender del Estado y/o las empresas transnacionales. Con escasos recursos y poca mano de obra se logran avances en ingeniería, medicina y la biología sintética. La tercera es que la tecnología ha creado una generación de tecno-filántropos (como Bill Gates y otros), que están invirtiendo miles de millones en la solución de problemas como el hambre y muchas enfermedades. Los recursos para investigaciones creativas vienen también de fuentes privadas. Y finalmente, está la idea de que, gracias a la tecnología, la base de la pirámide social mejora su situación y se convierte en un impulsor de más innovaciones tecnológicas. Un ejemplo que toca a Bolivia sería la explosión de la tecnología financiera del micro crédito.

Otros ejemplos de innovación tecnológica mencionados por el libro son: la desalinización del agua de mar que resolvería la escasez de este líquido elemento. La energía generada por hidrógeno que avanzaría en la democratización de la electricidad y rompería los grandes monopolios privados o públicos. En la misma dirección iría la reducción de costos de los paneles solares.

También están los robots cirujanos que pueden realizar procedimientos simples y urgentes en los países en desarrollo, donde los médicos son escasos o hacen huelgas. Asimismo, el libro Abundance menciona las "granjas verticales" para las grandes ciudades.

El otro ejemplo es el laboratorio-en-un-chip, un dispositivo que puede estar en un teléfono celular, que puede tomar muestras  de sangre o saliva y realizar pruebas de diagnóstico en unos pocos minutos y enviarlo a un laboratorio vía una llamada telefónica. En países pobres, como Bolivia, podría ofrecer un diagnóstico a millones de personas que carecen de acceso a los laboratorios costosos y salvar muchas vidas. Varios centros de investigación están experimentando con las impresoras 3D que pueden producir de todo, desde un violín a los vasos sanguíneos. O sensores digitales (que pueden estar en la muñeca) para mantener una vigilancia constante en los órganos vitales de una persona. En caso de que se encienda algún foco en el teléfono inteligente le dirá a la persona cuándo necesitaría ver a su medico. Un dispositivo como este hubiera salvado la vida del entrañable amigo Guido Riveros, que se fue demasiado rápido y dejó unas “saudades” enormes.

Para los autores, el futuro es de abundancia, lo que no significa lujo, sino más bien una vida posible y digna. Recomiendo este fascinante libro polémico, pero que llena de esperanza, a pesar de que el mundo parece caminar rumbo a la sombra, al pesimismo económico.

Sunday, May 20, 2012

La negociacion y las naranjas

Los conflictos interminables y/o la champa guerra eterna en la que están enfrascados el Gobierno, la oposición y los grupos corporativos desde siempre en Bolivia, después de provocar heridos, perdidas económicas, grandes perjuicios para la mayoría de la población y algunas lamentables muertes, al final, terminan en una mesa de negociaciones. Es conocido que desde 1982 hasta la fecha se han registrado miles de conflictos sociales. Con tanta experiencia en confrontaciones deberíamos haber desarrollado grandes capacidades de negociación y pacto, porque muchos de estos problemas sociales, políticos, económicos, regionales y de otra índole se superaron, diluyeron, resolvieron, o, en la mayoría de los casos, se pospusieron, pero la sangre de la violencia extrema nunca llegó al río, estoy pensando en una guerra civil, por ejemplo. Entonces la pregunta central que guía a este artículo es: ¿sabemos negociar los bolivianos después de tanto jaleo? ¿Podemos realizar pactos de largo plazo con tantos años de experiencia en conflictos? En este domingo de azul invierno le propongo realizar un simulación de negociación para que, desde un ejercicio concreto, usted responda a estas preguntas. Para ello, en casa o en la oficina, divida a la familia, sus amigos o compañeros de trabajo en dos grupos. Digamos los verdes y los guindos. Recomiendo que se siga al pie de la letra las instrucciones porque el ejercicio le puede ser muy útil en el amor, las actividades privadas y sobre todo si es devoto de la religión del cambio y está en el árbol del poder. También puede utilizar este artículo en una clase para enseñar técnicas de negociación. Imagínese que están en juego 40 coquetas naranjas, de ésas que dan ganas de pellizcarlas por su atrevido color. Cada uno de los grupos quiere 30 cítricos. Pues bien, que comience la negociación y la posición es clara: el grupo verde debe buscar llevarse 30 naranjas y el guindo, la misma cantidad. Para ser efectivo en la negociación, ahórrese todo el desgate inútil de las descalificaciones y acusaciones de su contraparte. Generalmente en el país, una negociación de cualquier tipo comienza con amenazas, amedrentamientos, huelgas, marchas y acusaciones entre las partes. Un argumento común es que detrás de la búsqueda de las naranjillas están los gringos, la oposición, los con y sin miedo e inclusive la FIFA. Siguiendo esta tradición es probable que en el medio de la negociación se lancen algunas de las naranjas. También aparecerán las maniobras políticas, los engaños, las cachañas de estudiante universitario. Pero al final de todos los juegos pirotécnicos igual deberá sentarse a negociar. Un segundo paso en este tipo de negociaciones en el país es afirmar, con tono profesoral, que el problema es más complejo que las 30 naranjas. Desde el trono de la falsa sapiencia se dirá: “Este es un reduccionismo economicista. A rigor de verdad lo que se debe discutir es la calidad del suelo donde nacen la naranjas, la cantidad de árboles que hay en el país, el ciclo climático de los cítricos, los recursos invertidos en la producción, el modelo neoliberal que, en realidad, está detrás de la cosecha de los frutos”. El siguiente paso es formar varias comisiones, uno por cada tema e iniciar interminables discusiones declarando varios cuartos intermedios. Pero después de la chachara, los grandes discursos sobre el imperialismo y las naranjas, la denuncia de los enemigos de no sólo las naranjas, sino también las mandarinas, las bases piden sus 30 cítricos y punto. El espíritu de Salomón se hace presenta en la negociación y con gran sabiduría dice: 20 naranjitas para cada grupo y se acabó la discusión, pero nada. Ninguna de las partes quiere ceder, porque el “mita y mita” es una perdida para ambos. Seguramente a estas alturas usted se ha dado cuenta que está atrincherado en una guerra de posiciones. No hay forma humana de salir de este entuerto. Los grupos están a punto de agarrarse de las mechas. Pero que ocurriría si cada grupo se pregunta: ¿para qué necesitamos las naranjas? Es decir ¿cuáles son los verdaderos intereses en la negociación? Estas son preguntas difíciles de responder. Profundizando el análisis. ¿Qué pasaría en la negociación si el grupo verde manifiesta que necesita las naranjas para hacer jugo con ellas y el grupo guindo las requiere para hacer mermelada con las cáscaras? ¿Cambiarían sus estrategias de negociación? ¿A que tipo acuerdo llegarían? ¿Con cuántas naranjas se quedaría cada grupo? Bueno, que tal si nos damos hasta mañana para poner las respuestas a las interrogantes en mi blog Villazón Business School (chavezbol.blogspot.com) o también mandarme un correo electrónico con su solución a chavezbol@hotmail.com. Al final de la tarde, su humilde escribidor de domingo pondrá una posible solución mostrando cuán buenos o malos son los bolivianos para negociar en el blog y en el Facebook. Mientras tanto, que siga el máscara contra cabellera, pero amable lector piense que en una buena negociación se debe separar los intereses de las posiciones.

Tuesday, May 15, 2012

Inversión EXtranjera. Entre el amor y el odio

El crecimiento económico de América Latina ha sido significativo a partir de la crisis mundial de 2008. Tres motores han sostenido el vuelo de la economía de la región. 1) El aumento significativo de los ingresos de exportación asociado a los espectaculares precios de la materias primas en el mercado mundial. 2) El incremento del gasto e inversión pública. Todos los gobiernos del continente se volvieron keynesianos; es decir, creen que el Estado tiene un papel fundamental en la reactivación del aparato productivo. 3) El ingreso masivo de inversión extranjera directa (IED). En el caso boliviano, los dos primeros funcionaron muy bien. El motor de la IED estuvo casi parado.



La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha presentado un último informe sobre la IED en la región, por lo que vale la pena detenerse en el análisis del rol que jugó el ahorro externo en el crecimiento económico de la región. El año 2011 estos recursos alcanzaron la cifra de 153.000 millones de dólares, lo que representa el 10% de los flujos internacionales. Brasil es el país que mayor inversión extrajera recibió en el periodo señalado, a saber: 66.660 millones de dólares, lo que representa casi la mitad en total recibido de toda América Latina y el Caribe. En el cono sur le sigue Chile (17.299 millones), Colombia (13.234 millones), Perú (7.659 millones) y Argentina (7.243 millones).



Cabe resaltar este orden que coloca al vecino del Río de la Plata detrás de la economía peruana y chilena. Según la CEPAL, ha Bolivia habrían ingresado 859 millones de dólares en 2011, esto representa el 0,5% del total de la IED. En América Central se destaca México, país que recibió 19.440 millones de verdes. Parte de este dineral es reinversión de utilidades. El buen momento económico por el que atraviesa América Latina y la crisis de los países desarrollados, en especial Europa, son algunas de las explicaciones del incremento de la marea de la inversión extranjera en la región.



Para América del Sur, excluyendo Brasil, buena parte de la IED se dirige a sectores tradicionales como la minería y petróleo, lo que refuerza la reprimarización de la economía latinoamericana. En 2011, el sector recursos naturales recibió 57% del total de la IED. En cuanto a manufacturas y servicios, registraron el 7 y 36%, respectivamente, de los recursos externos. La situación cambia cuando se analiza Brasil; este país sólo recibe el 9% de la IED para recursos naturales, pero 48 y 44% del ahorro internacional va a manufactura y servicios.



De acuerdo con la CEPAL, el destino diferenciado de la IED en estas dos regiones en el mismo continente muestra también modelos de desarrollo disímiles. En Brasil y en menor medida en Chile se destacan “las inversiones en sectores con mayor contenido tecnológico en la industria manufacturera, así como en actividades de investigación y desarrollo (I+D). Este tipo de inversiones tienen mayores repercusiones en materia de creación, absorción, difusión de conocimiento y, por tanto, generan efectos dinámicos que contribuyen al cambio estructural” (CEPAL , 2007). En el resto de los países de la región, la IED refuerza el patrón primario exportador de las economía. Piense en el caso boliviano, donde más del 80% de nuestras exportaciones son gas, minerales y soya.



Según el informe de la CEPAL, la Unión Europea y Estados Unidos son los principales inversionistas en América Latina. Las compañías transnacionales de los Países Bajos y España tienen el 21% y 14%, respectivamente, de la inversión total. Estados Unidos fue responsable del 18% de la IED en la región. Cabe también resaltar la participación de Japón y China; si bien las inversiones de este último país son pequeñas, en torno a los 15.000 millones de dólares, se muestra como una de las más agresivas. En efecto, se observa un incremento de las compras de activos de empresas Europeas por parte de sus pares japonesas o chinas.



Otra tendencia de largo plazo relevante de la IED es el aumento de la participación de las empresa translatinas, las empresa transnacionales brasileñas, colombianas, chilenas, peruanas, entre otras, que invierten sobre todo, aunque no exclusivamente, en la región. En 2011, estas compañías transnacionales latinas invirtieron 22.605 millones de dólares, siendo que Colombia y Argentina fueron las que crecieron. Brasil, el jugador más importante, redujo sus flujos externos.



En buena parte de América Latina los gobiernos han encontrado fórmulas pragmáticas para atraer y convivir, de manera efectiva, con la IED y ésta se ha constituido en un motor importante de crecimiento económico y el desarrollo. Entre tanto, en países como Bolivia no se resuelve la relación de amor y odio con las empresas transnacionales. Es así que en una prueba rara de coherencia, en la mañana se nacionaliza una empresa, como la Transportadora de Electricidad, y en la tarde se entregan flores a una transnacional petrolera, ambas del mismo país.

Monday, May 7, 2012

La nacionalización de las peluquerias

El primero de mayo de 2006, el recién iniciado Gobierno del MAS realizó un truco de magia política que encantó a toda la audiencia del país. Renegoció contratos con las empresas petroleras y a este acto lo llamó la nacionalización de los hidrocarburos. El mago neorrevolucionario sacó el sombrero de cuello alto, se puso los guantes blancos, llamó al Ejército, colgó sendos letreros decorados con vistosas wiphalas y comenzó el ritual del “Nada por aquí, nada por allá. Fuera manos, trabaja vista” y a la cuenta de tres, extrajo un gordo conejo de la galera ante el asombro y júbilo del público.

Dicen que el renombrado ilusionista David Cooperfield, al enterarse de semejante hazaña, se preocupó por su reinado en el mundo del encantamiento. En un país pequeño como Bolivia, la magia de la nacionalización había generado cientos de millones de dólares adicionales a las arcas del Estado y elevado la popularidad del hechicero en 80%. Los trucos de hacer desaparecer elefantes o edificios quedaron avergonzados ante la aparición de montañas de dinero con la ayuda de los precios internacionales. Frente a semejante éxito, año tras año, la prestidigitación de la nacionalización se fue repitiendo. En octubre del mismo año, el Estado tomó el control de Huanuni. En 2007, se nacionalizó la fundición Vinto. El primero de mayo de 2008 se compró el 100% de la Compañía Logística de Hidrocarburos y de la telefónica ENTEL. Además se recuperó la mayoría accionaria de las empresas petroleras Chaco, Panamerican Energy, Andina (Repsol YPF) y de Transredes (Ahsmore y Shell). En 2009, le llegó el turno a Air BP. Al año siguiente se nacionalizó el sector eléctrico Corani, Guaracachi, Valle Hermoso y la empresa distribuidora de energía Cochabamba. Este último “primero de mayo, víspera del dos de mayo”, como dice el huayño, volvió el ilusionismo con la expropiación de las acciones de la Transportadora de Electricidad (TDE). Pero después de repetir el mismo acto cada año, el show político está viejo y mucha gente ya le conoce el truco al encantador. Y ahora, al contrario del pasado, del sombrero del mago sólo salió un falso conejo. Además, desde el punto de vista económico, las nacionalizaciones a cuentagotas, uno o dos por año, presentan varios problemas.


Primero, producen un adormecimiento estructural tanto de la inversión privada nacional como extranjera y promueven acciones preventivas y oportunistas de las empresas. Éstas saben que es cuestión de tiempo su nacionalización, pero no conocen si son la siguiente en la fila, están en el puesto quinto u ocupan el último lugar de la línea. En el callejón, rumbo a la guillotina del poder, adelantan sus ganancias, deprecian más rápido sus activos, posponen y en algunos casos, detienen su inversión. Muchas de ellas esperan ansiosas la nacionalización, porque podrán, con un poco de paciencia, recibir jugosas indemnizaciones por sus devaluadas acciones.

Segundo, desde un punto más agregado, las nacionalizaciones comandadas por el ciclo político y electoral sólo generan incertidumbre macrosocial y producen el desalineamiento y descoordinación de todo el aparato productivo. Si prevaleciesen criterios económicos en las nacionalizaciones, éstas deberían ser hechas todas en un solo saque. Así el Estado boliviano debería colocar a trabajar los sectores estratégicos, los servicios básicos y otras industrias nacionalizadas, de una sola vez, para fomentar el crecimiento económico y la equidad social. Los nuevos jugadores estatales coordinarían mejor y las reglas de juego estarían claras para el sector privado que sobrevivió al hambre estatista. La estrategia del goteo sólo es funcional a la búsqueda de popularidad instantánea.

Tercero, hasta la fecha los resultados económicos de las nacionalizaciones son dudosos. Veamos el más importante. En el sector de hidrocarburos la inversión se paralizó, las importaciones de diésel han aumentado, el mercado brasileño se ha congelado, las reservas de gas natural se redujeron y a rigor, el aumento de los ingresos se explica en gran medida por los fabulosos precios del gas y, finalmente, después de mucho show y propaganda, el Gobierno volvió a dormir con las otrora odiadas transnacionales, otorgándoles jugosos incentivos (30 dólares por barril pagadores en notas de crédito). En el sector eléctrico nacionalizado, los apagones son cada vez más frecuentes por falta de inversión.

Cuarto, no hay la menor duda de que las nacionalizaciones son unos anabólicos esteroides políticos apetecibles, producen un crecimiento substancial de los músculos del apoyo popular. Sin embargo, existen abundantes evidencias sobre los perjuicios que causan al cuerpo social y económico, su prolongada y repetitiva utilización. El desafío no es sólo de cambio de propiedad sino de gestión, capital humano, gobiernos corporativos y desarrollo institucional.

Finalmente, si se continúa con las nacionalizaciones dictadas al calor de la política, una cada año, y para quien quiere quedarse mucho tiempo en el poder, faltarán empresas para ser nacionalizadas; ya la fila es corta, quedan pocas empresas, tal vez las ferroviarias, algún banco y compañías más pequeñas. La gran pregunta es: ¿qué pasará cuando se acaben las empresas nacionalizables? ¿Será que las peluquerías de argentinos serán las próximas? A alguien se le puede ocurrir que los cortes foráneos de estos peluqueros, a la Justin Bieber, por ejemplo, están contaminando las cabezas nacionales. Las recias melenas deben volver a las manos de los estilistas capilares nacionales, así volverían los cortes: firpo marcial, revolucionario romano, el medio hongo de oenegista, estilo libro chapareño o el corte Joselito.

Monday, April 30, 2012

Campeonato de fealdad

Vinícius de Moraes, el gran músico brasileño, en su poema Receta de mujer, afirma: “Las muy feas que me perdonen, pero belleza es fundamental”. Antes que mi feminista media naranja me clave el puñal de la crítica, en mi alegre corazón, por comenzar mi columna con una cita machista, debo aclarar que uso la frase para referirme a las nuevas construcciones y edificios que se levantan en las ciudades del país. Como resultado del boom inmobiliario, arquitectos y constructores han entrado en un feroz campeonato de fealdad. Salvo raras excepciones, a las cuales yo también les pido disculpas, las edificaciones que se erigen son “el infierno de lo bello”, como diría Karl Rosenkranz. Una combinación de mal gusto de los arquitectos y avaricia de los constructores, que buscan bajar costos en todo lo que pueden, está conspirando contra nuestras ciudades, frente a la pasividad, y en algunos casos complicidad, de las autoridades municipales. Cada día gigantescos y espantosos edificios cubren de sombra y frío a los antes simpáticos e inclusive bucólicos barrios de Sopocachi, Miraflores o Calacoto en la ciudad de La Paz, por ejemplo. Similares mastodontes de cemento también se comen barriadas enteras en otras ciudades. Bueno alguien podría decir, en tiempos de estética revolucionaria y fiebre de consumo, que lo que importa es la belleza interior. Lamento decepcionar a los que quieren ver con los ojos del alma, pero buena parte de las edificaciones son también feas por dentro, disfuncionales y, en muchos casos, son el retrato arquitectónico de la discriminación social. Espacios pequeños mal distribuidos que le dan la espalda al sol, cocinas oscuras sin ventilación y lo que es peor, cuartos para trabajadoras del hogar que más parecen ensayos de sarcófagos, donde se las obligan, casi, a dormir paradas. Pero el maltrato no para ahí, hace unos meses visité un edificio donde, como en la época medieval, la “servidumbre” debe dormir en unas catacumbas debajo de los parqueos. Así que la expresión popular: feo por fuera pero lindo por dentro, para el caso de algunos de los nuevos edificaciones es una falacia. También alguien podría argumentar que los edificios son feos pero baratos. Esta es otra “inverdad”, como se llama elegantemente a la mentira en el mundo diplomático. El precio del metro cuadrado de todas las construcciones ha aumentado. Hace algunos años, en un departamento de clase media el metro cuadrado costaba en torno de 500, ahora éste ha subido a 900 dólares, en las construcciones más lujosas, se llega inclusive 1.200 verdes por un pinche metro cuadrado. Sin duda que el campeonato de fealdad en el sector de la construcción es uno de los motores económicos internos del crecimiento, y se podría argumentar que si este caballo está jalando tan bien, por qué mirarle los dientes. Sin duda ésta es una lectura más pragmática del fenómeno de la construcción. El sector genera mucho empleo y su contribución al crecimiento del producto interno bruto (PIB) fue cercana a 10% en el 2011. Feos pero cumplidores, dirán algunos, pero esto no debería estar reñida con cierta estética y orden. Más bien podría ser una oportunidad para crear ciudades creativas, bonitas e inteligentes. No estoy de acuerdo con la idea de que con dinero hasta la fealdad es llevadera. Ahora desde el punto de vista macroeconómico es posible que estemos frente a una burbuja inmobiliaria, un crecimiento artificial y especulativo fomentado por el exceso de liquidez, el crédito barato y la falta de opciones de invertir el dinero, recordemos que los bancos están pagando intereses negativos por nuestros ahorros, es decir las personas le están pagando a los bancos por guardar su riqueza. Pero si la burbuja de los feos revienta, las moles de cemento fantasmas nos parecerán espantosas aún. Esta preocupación no es especulativa y/o un preconcepto contra las edificaciones deslucidas. En el ultimo informe sobre la situación económica de la región, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alerta para que se monitoree con mucho cuidado la bonanza de la construcción. Dado que uno de los problemas es la carencia de datos sobre el sector, debe preocupar el crecimiento rápido del crédito hipotecario y la inflación de activos inmobiliarios, para eso los supervisores bancarios no deben bajar la guardia, a ellos tal vez no les interesa la estética, pero sí deben preocuparse por la sanidad financiera de los edificios y sus propietarios (el valor de la propiedad y la solvencia del prestatario). A estas alturas de la columna alguien con razón podría argumentar que belleza y fealdad son conceptos relativos que dependen de culturas y épocas. Como dice Umberto Eco en su libro La Historia de la Fealdad: A un occidental, una máscara ritual africana le parecerá horripilante, pero a un nativo le puede parecer la representación de lo divino. Además, el sentido de feo o bonito también ha cambiado a lo largo de la historia. En otras palabras, entre gustos no debería haber disgustos, lo feo o bello depende con el cristal con que vea, así que usted está en todo su derecho de pensar que la columna que acaba de leer es horrible, porque habla de un campeonato de fealdad o porque no está de acuerdo con mis gustos o disgustos.

Sunday, April 22, 2012

El virus del contrapoder

La economía boliviana está al borde del aburrimiento, en cuanto la situación social está al borde de un ataque de nervios. Con renovado entusiasmo la espiral de conflictos ha ampliado sus alas en las últimas semanas. Médicos, maestros, transportistas, regiones y trabajadores de la Central Obrera Boliviana se enfrascan en la tarea de conservar sus privilegios, reivindicaciones justas y/o en la búsqueda de alguna renta que el Estado administra. Todos quieren su pedacito de cielo revolucionario ofrecido por el Gobierno en las épocas del enamoramiento electoral. Ahora todos, con buenas o malas razones, cobran las promesas de felicidad económica instantánea. Toda esta conflictividad social, que se derrama sobre las calles y carreteras, está causando molestia a mucha gente y perjuicios económicos a las empresas, pero apenas le hace costillas al árbol del poder. En otros tiempos, la acción de los movimientos sociales, al articularse en una flecha anti-estatal, colocaba en jaque al poder político. En la historia del país varios gobiernos cayeron por la acción de los grupos corporativos. El gasolinazo (la decepción económica), la marcha del TIPNIS (el desencanto medioambiental) y las elecciones de los jueces (la desilusión electoral, voto pero no decido) han detonado muchas propuestas y cambiado el imaginario de mucha gente. Esto está registrado en la memoria colectiva, en el hardware de largo plazo de la sociedad. Sin embargo, en la actualidad, la intensidad de los conflictos no cuestiona o pone en duda al poder, pero lo desgasta lentamente, como un virus invisible y que el software de la propaganda ya no lo puede controlar. Pero esta energía social que circula por las calles tampoco es canalizada o potencializada por un proyecto de poder alternativo, por lo menos por el momento. Molestia, maltrato, decepción se cultivan a fuego lento en la nube de la protesta social. Las nuevas y viejas clases medias urbanas, que son las protagonistas principales de las protestas sociales actuales, tienen una espina en la garganta, se sienten golpeadas tanto a nivel económico como en su autoestima. Asimismo, grupos indígenas y otras organizaciones populares sienten también que se les vendió espejitos chutos en los últimos seis años y ahora quieren lo suyo; el discurso inflamado no es suficiente para desmovilizarlos. Entre tanto, en la actualidad la mayoría de las reivindicaciones regionales, salariales y rentistas se arreglan con los recursos que por el momento le sobran al Gobierno y no ponen en entre dicho al poder estatal. Pero no hay duda de que el sistema de gobernabilidad mediado por los movimientos sociales ya no es el mismo de antes, entró en una crisis de baja intensidad. Cabe recordar que a mediados de los años 90, la mediación entre sociedad y Estado la hacían los partidos políticos que también entraron en una crisis parecida, que duró varios años. Pero aquí viene la novedad en el escenario político. En la semana que se inicia parte la novena marcha de los indígenas de tierras bajas; esta protesta no es igual a las anteriormente mencionadas. Por su contenido, historia y alcance podría convertirse en un evento político trascendental rumbo al año electoral del 2014. De tener éxito podría crear el germen de proyecto alternativo de poder que le dé voz, sentido, programa y liderazgo a la efervescencia social no atendida por el Gobierno en otros sectores y que espera una nueva geografía de ideas y propuestas. Recordemos que la octava marcha produjo un encuentro muy importante entre los indígenas de las tierras bajas y las clases medias urbanas, cuya apoteosis emocional fue la llegada de la larga caminata a la ciudad de La Paz. En términos sociales, aquí se produjo un click de identificación único, un amor a primera vista peligroso, como son todos los arrebatos del corazón tanto si se dan entre las personas como en las sociedades. Puede ser que el encuentro ahora no termine en nada, pero si éste es abonado por una agenda de debate que vaya más allá de la construcción de la carretera, si es cultivado con propuestas más amplias y, sobre todo, es operativizado con un instrumento organizativo podría crearse una relación de largo plazo entre ambos grupos. La novena marcha podría venir cargada de futuro político y ser la plataforma de lanzamiento de nuevos liderazgos y propuestas. Los estrategas del Gobierno saben de la importancia política de la marcha, por eso están gastando ríos de dinero en propaganda y en prebendas (materiales, motores eléctricos) a ciertos grupos indígena de la región para frenar, dividir o por lo menos deslegitimizar la marcha. Saben que ésta no es otra protesta más, sus alcances tienen códigos de contrapoder, muy parecidos a los que gestaron el proyecto del MAS en los primeros años del siglo XXI. Conocen el potencial de este movimiento social que podría convertir la crisis de baja intensidad en una oportunidad de alta visibilidad y cambiar el escenario de actores políticos rumbo al 2014.

Sunday, April 8, 2012

La Republica de la Gavea

Durante los casi nueve años que pasé en Río de Janeiro viví en varios barrios de la ciudad, Ipanema, Jadim Botanico, Leblon, y Santa Teresa, pero sin duda alguna el periodo dorado de mi estadía en la cidade maravillosa fue en el coqueto barrio de la Gávea, donde estaba la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, centro académico donde estudié economía. Allí al calor de tertulias y de aguardiente pendencieros, las famosas cachacas que cuando uno las bebe se convierte en dragón instantáneo, entre varios amigos latinoamericanos y brasileños fundamos la república independiente de la Gávea. En Brasil se llaman repúblicas a las casas o departamentos donde viven estudiantes. Sus orígenes se remontan al siglo XIV en Coímbra (Portugal), cuando Don Dinis I promovió la construcción de casas que debían ser habitadas por estudiantes. Las repúblicas más famosas y antiguas de Brasil están en el lindo Ouro Preto, ciudad colonial que está dibujada a mano en las verdes montañas del Estado de Mina Gerais. Por supuesto, nuestra república era mucho más modesta que estos pares históricos, pero en su época hizo lo suyo y marco la vida de varias generaciones. Una de las virtudes más sobresalientes de la república de la Gávea es que se situaba frente la universidad, más precisamente en la calle Marques de San Vicente, por lo que se convirtió rápidamente en un apéndice del atrio de la casa superior de estudios, un territorio libre en todos los sentidos que usted se pueda imaginar amable lector. Este es un barrio mediterráneo de Río de Janeiro, hogar ideal para un boliviano para que no se contamine con aires marítimos. Gávea es una versión del Soho de New York, donde viven artistas, intelectuales, muchos jóvenes y otras hierbas, además está lleno de bares y restaurantes simpáticos, entre los que se destacan dos instituciones de la bohemia carioca: el Bajo Gávea, y el Amareliño, cuyo mejor día para frecuentarlo son los lunes sin ley y los fines de semana pero después de las dos de la mañana. Era en esta comunidad que se fundó nuestra república y se convirtió en los años 80 en un centro social. De hecho, durante una época no salí del departamento durante meses, porque la república fue la sede de todas las fiestas de la ciudad, de lunes a domingo, siendo que este último día se convertía en viernes por decreto unánime de la república que no era precisamente de Platón, sino de Baco. Una otra cualidad de la república de la Gávea era la vecindad fantástica que la rodeaba, para muestra tan solo un botón. En el piso superior habitaba una santa señora que para no perturbar los jolgorios escandalosos de sus jóvenes vecinos tomaba una oportuna y religiosa pastillita para dormir todas las noches. Jamás reclamó de las agudas y prolongadas madrugadas ni de las cantadas a gritos de la canción Huayayay de los Kjarkas. Todo lo contrario, al día siguiente se vestía de ángel de las tripas y, al promediar la once la mañana nos ofrecía delicatesens de la culinaria brasileña especializada en chaquis o resacas homéricas. A nuestras temblorosas manos, que se levantaban de los peores tistapis, llegaban coxinhas (la nh se lee como ñ) de gallina, bolitos de papa en forma de pierna de la ave rellenas de sabrosos pollo; risoles de camarón y queso catupiri, unas tímidas empanaditas que se agradan a cada masticada y cuyo queso no compite con el crustáceo, pero sabe que es imprescindible en el sabor; bolinhos de bacalu, puré de papa mezclado con cabellos de pescado de Noruega y fritos en aceite portugués de oliva que producen un viaje inmediato a la ciudad alta en Lisboa; caldinhos de feijao con cheiro verde, una sopita de poroto negro cocida con las partes más innobles de chancho, razón por la cual sabe a néctar de los dioses africanos coronado con colitas verdes de cebolla, las cosas llegan a extremos, no aptos para esta columna, cuando se le pone al caldinho una maliciosa pimienta malagueta; pamonhas frescas, hermanas cercanas de nuestras humintas en horno. Esta geografía alimentaria era un verdadero bálsamo para los castigados espíritus que habitaban en el primer anillo de Dante, como era conocida también nuestra república. Nosotros retribuíamos mal sus gentilezas con exóticos regalos, una vez le lleve un pesado poncho de Tarabuco en pleno verano carioca que rápidamente se convirtió en un lindo centro de mesa, donde ella leía el Tarot y los busios. Alguna vez también le lleve hojas de coca para que amplíe sus conocimiento adivinatorios. En otra oportunidad, un ciudadano de la república de la Gávea le obsequió una cannabis en maseta, que ella lo cuidó como si fuera un bonsái andino. En este domingo de Pascua decidí escribir una ligera crónica, no se cuánto de lo contado es verdadero y cuánto es producto de la forma idealizada con que uno recuerda el pasado, especialmente si fue bueno. El hecho es que por la república de la Gávea pasaron muchos economistas y cuentistas de fin de semana que ahora hacen lo suyo fieles a sus principios que lo que importa es la levedad del ser, como diría Milan Kundera.  Gonzalo Chávez A. es economista. Imprimir Enviar Derechos

Tuesday, April 3, 2012

El BCB perdió nuevamente la virginidad?

En medio de conflictos, paros, ciudades colapsadas por marchas y contramarchas, desde el árbol del poder se ha anunciado que una nueva ley retiraría la independencia del Banco Central de Bolivia (BCB). Por supuesto, en términos comunicacionales, un tema de esta dimensión no compite con el tsunami social en curso y es noticia secundaria un par de días. Pero desde esta humilde trinchera-columna intentaremos debatir sobre el tema por su trascendencia económica y financiera. Propongo abordar el tema de independencia del BCB, primero, desde una perspectiva teórico conceptual y, segundo, a partir de una mirada histórica. Vale la pena comenzar definiendo qué se entiende por independencia de un banco central. Se trata de diferentes grados de libertad que puede tener la política monetaria y, por supuesto, el presidente y directorio del ente emisor a la hora de tomar decisiones sobre las tasas de interés, la cantidad de moneda en circulación, los niveles de encaje legal y la administración de las reservas internacionales, para mencionar sólo algunos instrumentos de política monetaria. ¿Independiente en relación a quién? Pues tanto en relación al sector privado como público. En este último caso, independiente de las acciones del Banco Central a las presiones de origen político, particularmente de otras instancias del Estado y en especial del Ministerio de Hacienda o Finanzas, que es responsable de la política fiscal (gastos e inversión pública y estructura de impuestos). Existe evidencia empírica internacional que muestra que bancos centrales sin independencia actúan como la caja de los políticos en funciones de gobierno, en especial en periodos electorales. En otras palabras, usan créditos y/o recursos del Banco Central para expandir el gasto público que podría aumentar la inflación. El blindaje institucional está asociado a uno de los objetivos primordiales del Banco Central, a saber: la estabilidad de los precios que es una condición fundamental, aunque no suficiente, para el crecimiento económico de largo plazo. Es decir que sólo un banco desconectado del ciclo político sería capaz de alcanzar este objetivo. Por lo tanto, la idea de independencia no implica libre albedrío sin ningún control administrativo, y sí está vinculada a las acciones de política monetaria. Además, un manejo monetario sin injerencia de la política es un mecanismo para anclar las expectativas de inflación de la población, en especial en países con historia de descontrol de precios. Una forma de señalizar a los agentes económicos es el establecimiento de metas de inflación (inflation targeting). En el caso boliviano, todos los años el Gobierno establece una meta de inflación que permite que consumidores y empresas tengan un horizonte de certidumbre para realizar sus compras y negocios. Entre las críticas a la independencia del Banco Central está que sus objetivos no pueden reducirse al control de la inflación, la política monetaria también debería coadyuvar a mantener un tipo de cambio competitivo y a apoyar el desarrollo económico, por ejemplo. En este contexto, el desafío de una política monetaria contemporánea consistiría en ampliar los objetivos de la banca central, pero que no implique la pérdida de cierta autonomía. Entonces, la tarea más bien sería implementar mecanismos de coordinación con otras políticas macroeconómicas, en especial con la política fiscal. La forma en que se mantenga la estabilidad de precios no puede serrucharle el piso a las políticas de apoyo productivo. Otra forma de abordar el tema de la independencia del Banco Central se alimenta de la historia económica y política de un país. Economías como la boliviana que han vivido el trauma de una hiperinflación de 11.000%, como a mediados de los años 80, deben ser cuidadosos con su diseño institucional a la hora de manejar la política monetaria. En nuestro caso, la estabilidad de precios se ha convertido en un bien público, más aún en un patrimonio nacional que se ha construido bajo los criterios de independencia del BCB. Siempre es un riesgo jugar con la memoria colectiva y los imaginarios de la población, que son uno de los pilares de la estabilidad. Además, en el caso boliviano, en los últimos años, el tema de la independencia es nominal, porque en la práctica ya se ha vuelto al control del BCB por parte del Ministerio de Finanzas, los ejemplos más claros son el crédito que el ente emisor dio a YPFB y la reciente creación de un fondo de desarrollo productivo con el 10% de las reservas internacionales. Por lo tanto, ya las señales son en otra dirección y aún no sabemos sus consecuencias debido a la bonanza externa que vive nuestra economía. El BCB ya perdió su virginidad y sus resultados aún los veremos en el futuro. En mi opinión, el debate más bien debería estar centrado en la diversificación de los objetivos macroeconómicos y productivos de la política monetaria respetando la institucionalidad del BCB y tomando muy en cuenta la historia de la hiperinflación en Bolivia, que tuvo entre una de sus causas la emisión inorgánica de dinero, como decían nuestros abuelos, o el abuso del señoreaje, como diríamos en nuestros tiempos. Gonzalo Chávez A. es economista. Imprimir Enviar Derechos

Monday, March 26, 2012

El espíritu emprendedor de las mujeres

Desde 2007, la Escuela de la Producción y la Competitividad de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” (UCB), en el marco de las actividades desarrolladas por el Instituto para el Emprendimiento y la Competitividad, viene estudiando la evolución del espíritu emprendedor en Bolivia. Se han publicado dos ediciones del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) para el país (2008 y 2010). En esta oportunidad comentaré un nuevo trabajo desarrollado por la Universidad : Mujeres y Emprendimiento en Bolivia 2011: Áreas Urbana y Periurbana.. El libro presenta por primera vez resultados que retratan la dinámica emprendedora de las mujeres bolivianas que viven en las áreas urbanas y periurbanas. El trabajo se basa en una muestra nacional representativa de 2.500 mujeres adultas entre 18 a 64 años de edad que fueron encuestadas sobre temas de emprendimiento a mediados de 2011. El sentido común entiende el espíritu emprendedor como el arte de crear nuevas empresas. En realidad, el concepto es más amplio y profundo, se refiere a la capacidad que una persona o colectividad tiene para crear nuevos productos o servicios, y/o nuevos métodos para producir y enviar bienes y servicios al más bajo costo. Emprendimiento es un concepto muy anglosajón, tal vez en el país deberíamos llamarlos agitadores productivos, revolucionarios del empleo, innovadores sociales. Los estudios del GEM Bolivia 2008 y 2010 mostraron que somos uno de los países más emprendedores del mundo. Retrataron miles de acciones de emprendedores nacionales, que sin ningún apoyo de políticas públicas, le dan pelea a la pobreza, pero la mayoría de ellos son emprendedores por sobrevivencia y no por oportunidades. Estos últimos son los más valiosos desde la perspectiva del crecimiento productivo sostenible porque son capaces de convertir una idea creativa en empleo y en generación de riqueza. El libro Mujeres y emprendimiento profundiza el entendimiento sobre el espíritu emprendedor y muestra que las mujeres son un pilar central en la construcción de tejidos empresariales y sus correlatos sociales. Los principales hallazgos de la investigación se organizan en cinco grandes áreas: 1) Percepciones y actitudes hacia el emprendimiento; 2) Actividad emprendedora y motivación para emprender; 3) Aspiraciones de las emprendedoras; 4) Perfil de las emprendedoras; 5) Factores inciden en la dinámica emprendedora de las mujeres. Respecto a las percepciones y actitudes, la investigación muestra que las mujeres enfrentan decididas la batalla del emprendimiento, que en muchos casos es la lucha por la sobrevivencia. El 71% de las encuestadas expresa que iniciar un negocio es una buena opción de carrera. El 57% de ellas considera que poseen los conocimientos y experiencia para iniciar un emprendimiento. Las mujeres más pujantes están en Santa Cruz de la Sierra, El Alto y Cochabamba. El libro también muestra que a la hora de emprender un negocio no existen diferencias significativas entre las mujeres que se autodenominan indígenas y no indígenas. En lo que se refiere a la actividad emprendedora concreta, en el 2011, de cada 100 mujeres en las áreas urbanas y periurbanas, 37 se encontraban realizando algún emprendimiento ya sea en etapa inicial y/o con mayor tiempo de antigüedad. Se evidencia que entre la predisposición para liberar el espíritu emprendedor y la práctica hay una brecha. Otra vez en El Alto, Santa Cruz y Cochabamba, son las ciudades donde mayor actividad emprendedora tienen las mujeres. Ahora, ¿qué motiva a estas mujeres a optar por una actividad emprendedora?, pues mayoritariamente la necesidad. Tanto las iniciantes como las propietarias de negocios establecidos, en la mayoría de las ciudades de Bolivia, aducen este motivo para iniciar este negocio, 43% y 56% del total de mujeres encuestadas respectivamente. ¿Qué pasa con las aspiraciones de las emprendedoras? Pues bien no son muy optimistas. Alrededor del 46% de las emprendedoras no tienen expectativas de crecimiento en los próximos 5 años (no esperan generar ningún empleo), seguidas de quienes sólo tienen expectativas muy bajas (incrementos de 1 a 5 empleos) con el 43.3%. ¿Y quiénes son las emprendedoras bolivianas? El trabajo muestra que las nuevas emprendedoras como las establecidas tienden a desarrollar sus actividades en el sector servicios: hoteles, restaurantes y comercio al por menor (cerca al 80% en ambos casos). Más de la mitad de ellas se autoidentifica como indígenas, nacieron en alguna urbe y son trabajadoras independientes. La mayoría de ellas es casada o vive en pareja. Las emprendedoras nuevas son más jóvenes (25 a 34 años) que las propietarias de negocios establecidos (35 a 44 años de edad), reflejando el fenómeno natural del proceso emprendedor. Los ingresos de las iniciantes tienen mayor probabilidad de estar sobre Bs. 2000 mensuales, mientras que el de las establecidas usualmente son menores a Bs. 2000 al mes. Finalmente, entre los factores que inciden en la dinámica emprendedora se destaca que la actividad emprendedora es percibida por las mujeres como una oportunidad para la conciliación de la vida laboral con la vida familiar, aspecto que a la larga puede afectar la calidad, el tamaño y el desempeño en general de su emprendimiento. El libro comentado tiene más información y hallazgos interesantes que hacen imprescindible su lectura para entender la dinámica emprendedora de las mujeres bolivianas. La investigación fue elabora por equipo de la UCB (Verónica Querejazu, Cecilia Larrea, Marco Antonio Fernandez, David Zavaleta y tuvo el apoyo financiero de Conexión – Fondo de Emancipación).

La dolarización, pros y contras

Javier Milei, el vencedor de las elecciones primarias en Argentina, tiene como centro de su propuesta la dolarización de la economía para ac...