Pero como dice el viejo dictado, no todo lo que brilla es oro. Para sorpresa de todos, el Boletín omite el último indicador de mortalidad materna recogido por la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDSA) realizada en 2008 por el Instituto Nacional de Estadística. Alguien está jugando a aprendiz de pajpacu con los datos. “Nada por aquí, nada por allá, joven no me pise la víbora, ¿nove que es de plástico?”. Según la Encuesta, la tasa de mortalidad materna ascendió de 230 a 310 muertes por 100.000 nacidos vivos entre 2003 y 2008, revirtiendo los logros alcanzados en los años anteriores. Aunque este resultado es alarmante, no es inesperado a la luz de los problemas de las políticas, programas y acciones del gobierno en el ámbito de la salud. Mucha propaganda y poca gestión.
El Boletín eligió referirse al periodo de 1989 y 2003, en el cual efectivamente se observó la disminución de la mortalidad materna, la cual había pasado de 416 a 229 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. Indicador que es proporcionado por la misma ENDSA de ambos años. El problema es que el Boletín del PNUD-UDAPE avala la decisión del gobierno de no publicar la Encuesta de 2008 y, por lo tanto, omitir el dato sobre el incremento de la mortalidad materna en el periodo 2003 - 2008.
Las preguntas claves en este contexto son: ¿Por qué el gobierno no publica los resultados de la Encuesta del 2008? ¿Por qué el Boletín del PNUD – UDAPE utiliza datos sobre la mortalidad materna del 2003, siendo que el resto de los datos sociales son del 2007 y 2008? ¿Cuál es la razón para ocultar esta información a la ciudadanía? Al parecer, la discusión al interior del gobierno, en que algunas autoridades defendieron el principio de la transparencia de información, venció hasta ahora la posición de no publicación de la ENDSA 2008 o, quizás, su publicación sin el indicador de la tasa de mortalidad materna. Un chanchulo de cuarta, digase de paso. Como no se puede ocultar el sol con un dedo, la encuesta circula libre en el ciber espacio, (ver mi blog: http://chavezbol.blogspot.com/). ENLACE ENDSA 2008
Las implicaciones de este tipo de manipulación para el país son significativas. Si un órgano de las Naciones Unidas y UDAPE afirman que no hay problemas en relación a la salud materna, la ciudadanía no tendría porque dudar que las políticas públicas estén logrando los resultados esperados. Si no hay problemas, tampoco existiría la urgencia de debatir las alternativas de los programas en ejecución. Conclusiones desinformadas que no hacen ningún bien a un proceso de cambio que efectivamente busque la equidad y la justicia social más allá de la retórica.
Este hecho ilustra las dificultades de inclusión del tema de la equidad de género en el debate público y en la agenda de las políticas públicas. Más que nunca es importante fortalecer las institucionalidades estatales y sociales para incidir en la toma de decisiones y realizar seguimiento y control de las acciones conducentes a una sociedad equitativa. En este contexto el exceso de cautela, el miedo, el complejo de culpa neocolonial o simple oportunismo estratégico de cierta cooperación internacional preocupa de sobre manera, porque llega al extremo de acepar la omisión de datos y seguir la filosofía del avestruz, que prefiere enterrar su cómoda cabeza en las entrañas de la Pachamama. Tan condenable como la intromisión, es la falsa neutralidad de algunas organizaciones internacionales que prefieren sacrificar su misión y objetivos a herir la enfermiza susceptibilidad del gobierno, que ve fantasmas conspiradores hasta en la sopa de los banquetes de los cooperantes.
Al final: ¿Cuál es el rol que está jugando las Naciones Unidas, vía PNUD, al avalar la decisión del gobierno de no publicar los resultados de la nueva Encuesta de 2008 y así no mostrar los resultados reales del Desarrollo Humano en el país? Este tipo de decisión socaba la legitimidad de esta institución en el país. Pero, aún más grave, juega un papel negativo al fortalecer las tendencias no democráticas al interior del gobierno y debilitar la capacidad de la sociedad civil de interpelar constructivamente al gobierno.
La omisión de información pública es ilegítima, anti-democrática e inaceptable. En el país más mujeres están muriendo por causas que podrían prevenirse. Este es un problema que requiere datos creíbles, debate entre Estado y sociedad, pero sobre todo acciones concretas de políticas sociales. El resto es hacerle juego a las tendencias autoritarias y a la filosofía de Solis haste el sonsito y serás feliz, ganando tu sueldito de funcionario internacional feliz.