Friday, September 12, 2008

La niña de warisata, una vez mas

Querida Marlene: En octubre del 2003 te escribí una carta desde un sueño. Copia de la misiva se encuentra en mi blog http://chavezbol.blogspot.com/. En ella manifestaba mi esperanza de que los bolivianos (as) superaríamos nuestros problemas y honraríamos tu memoria con un gran pacto social. Hoy domingo 14 de septiembre, casi 6 años después de tu partida, debo confesar, avergonzado, que tu muerte en Warisata fue inútil y estúpida. Las elites políticas, económicas, sindicales y académicas, viejas y nuevas, te fallamos. Seguimos caminando, de manera irresponsable, rumbo a un profundo laberinto de odio e intolerancia. En realidad, les fallamos a todos los que dieron y siguen dando su vida por un país más prospero, justo y equitativo. Uso el plural porque me siento responsable, de no haber convencido a más gente que el único camino sensato para logar menos pobreza y más desarrollo es la recuperación de la solidaridad en la política pública. Por no haber militado con más fuerza y empeño en los mensajes de paz y reconciliación. Por no haber hecho mejores esfuerzos de comprender las ideas de los otros. Por no haber ayudado con más determinación en la construcción de puentes intelectuales entre las dos visiones de Bolivia que son perfectamente compatibles. Te fallamos Marlene.
EL ARTICULO A SEGUIR LO ESCRIBI EN EL AÑO 2003, Y EN MI COLUMNA DEL DOMINGO HAGO REFERENCIA A ESTA COLUMNA19/10/2003)
La niña de Warisata
Gonzalo Chávez A.*


Querida Marlene: Es primero de enero del 2013, y como todo Año Nuevo, estoy frente al mar. Tengo la impresión de que los que hemos nacido en el altiplano entendemos mejor el horizonte del inmenso océano. Ciertamente, tú muchas veces tuviste la impresión, cuando pasteabas las ovejas cerca de tu pueblo, de que el mundo termina en una línea coqueta cerca de tu casa que cualquier día podías visitar, pues el horizonte del mar es lo mismo, sólo que allí se llega con los pies de la imaginación. Si una bala estúpida no te hubiera llevado al otro lado del horizonte, hoy estarías saliendo bachiller de la Escuela de Warisata. ¿Qué ha pasado en estas tierras de Dios en estos últimos diez años? Pues, déjame contarte la versión corta de esta historia. Después de la renuncia de Sánchez de Lozada vinieron periodos difíciles, pero poco a poco pudimos recuperar la paz y armonía. No fue fácil reenamorarse conjuntamente de Bolivia, pero después de muchas discusiones y conflictos reconocimos que debíamos buscar un norte para el país entre todos los bolivianos, una visión de desarrollo compartida en base a la solidaridad y la competitividad.
La madurez de la gente mostró que los problemas de la democracia se resuelven en democracia, por lo tanto, reafirmando nuestras convicciones de respeto a las reglas del juego le mostramos al mundo que la democracia no es un Presidente, sino el gobierno del pueblo. Respetando nuestra Constitución fuimos capaces de armar un gobierno que convocó a los mejores y más representativas mujeres y hombres del país. Se pudo neutralizar a los extremos, ni derecha sanguinaria ni la ultraizquierda anárquica. Esta administración tuvo el respaldo de un gran pacto social donde participaron las nuevas generaciones de militantes de los partidos políticos, los empresarios, los trabajadores y los movimientos sociales. Se constituyó un gobierno de unidad nacional. Los partidos políticos apoyaron desde el Parlamento y contribuyeron a la gobernabilidad política. También se abocaron a sus tareas de renovación interna. El nuevo Gobierno tuvo el apoyo de la sociedad civil organizada. Se construyó una gobernabilidad social inédita, hubo una tregua que mostró la madurez de los movimientos sociales.
Entre todos entendimos que las heridas más profundas de Bolivia son la pobreza y la exclusión, tanto social como étnica, y que si no hacíamos algo radical seguiríamos desangrándonos. Por eso, decidimos que la política social debería ser el centro de la política pública.
También asumimos que Bolivia es una potencia gasífera y elaboramos una política energética a esa altura. Después de mucha discusión, información técnica seria y un referéndum vimos que no era incompatible industrializar el gas y exportarlo, más bien eran proyectos complementarios. Posterior a un proceso de negociación con las empresas petroleras conseguimos una mayor participación de la renta gasífera, y con parte de esta plata decidimos crear un fondo de fideicomiso (una alcancía gigante) cuyos recursos sólo fueron utilizados para inversiones en salud y educación. El gas fue para los bolivianos.
El pacto fiscal fue fundamental para racionalizar los gastos y reencaminar la inversión social. Al principio los ingresos extraordinarios del gas ayudaron, pero después creamos una arquitectura de ingresos y gastos eficiente, justa y equitativa.
Asimismo, fuimos capaces de mantener la estabilidad monetario-financiera pero paulatinamente permitimos que la política monetaria contribuya al crecimiento. Se impulsó la reestructuración de las empresas nacionales con criterios de sostenibilidad financiera y perspectivas de competitividad. Esta política de reconversión industrial se focalizó fuertemente aunque no exclusivamente en las micro y pequeñas empresas, generando empleo permanente. Pudimos implementar una reactivación económica solidaria. También hubo cambios políticos e institucionales que espero otro cronista te cuente, pero tal vez quieras saber que se instauró la ética en la acción pública y se inició una lucha fuerte contra la corrupción. Nuevas generaciones de líderes se hicieron cargo de la administración pública y mostraron que es posible recuperar las utopías de una sociedad más justa.
Probablemente la distancia de los hechos que te relato, me hacen cometer algunos errores y excesos, tal vez la realidad no fue tan romántica como la describí, pero detalles más o menos quiero decirte que tu muerte no fue inútil, la sangre derramada en octubre del 2003 nos permitió renacer como país, renovar a nuestra clase dirigente y ahora podemos ver un horizonte y reconocemos la profundidad de nuestros desafíos, no todo está hecho pero seguimos trabajando con tu memoria como inspiración para las nuevas generaciones.
Te escribo esta carta, mi niña de Warisata, desde un sueño y me pregunto cuántos de los líderes y ciudadanos actuales que fomentan el odio y antagonismo podrían firmar esta misiva hoy mostrando que son capaces de sembrar paz, vida y desarrollo para nuestras hijas(os).

1 comment:

vlad_77 said...

Supongo que la niña de Warisata es la que murio en el inicio de los enfrentamientos de octubre/2003, talves ella representa a todos los bolivianos y bolivianas que viven ajenos a los problemas ideologicos e historicos pero que son las victimas de los enfrentamientos de los grupos radicales, talves tambien representa la inocencia en la cual estamos como personas, ajenos a lo que pasa en nuestro pais, viviendo al dia, encerrados en nuestro mundo propio, sin ver que personas manejan el estado y que personas deciden por nosotros, talves tengamos que madurar y despertar, dejar de ser niños y madurar como ciudadanos, si no seremos vistimas inocentes de nadie y seremos dueños de nuestro propio destino sea bueno o malo.

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