Análisis económico y otras latitudes de la vida y el pensamiento
Monday, March 26, 2012
El espíritu emprendedor de las mujeres
Desde 2007, la Escuela de la Producción y la Competitividad de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” (UCB), en el marco de las actividades desarrolladas por el Instituto para el Emprendimiento y la Competitividad, viene estudiando la evolución del espíritu emprendedor en Bolivia. Se han publicado dos ediciones del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) para el país (2008 y 2010). En esta oportunidad comentaré un nuevo trabajo desarrollado por la Universidad : Mujeres y Emprendimiento en Bolivia 2011: Áreas Urbana y Periurbana.. El libro presenta por primera vez resultados que retratan la dinámica emprendedora de las mujeres bolivianas que viven en las áreas urbanas y periurbanas. El trabajo se basa en una muestra nacional representativa de 2.500 mujeres adultas entre 18 a 64 años de edad que fueron encuestadas sobre temas de emprendimiento a mediados de 2011.
El sentido común entiende el espíritu emprendedor como el arte de crear nuevas empresas. En realidad, el concepto es más amplio y profundo, se refiere a la capacidad que una persona o colectividad tiene para crear nuevos productos o servicios, y/o nuevos métodos para producir y enviar bienes y servicios al más bajo costo. Emprendimiento es un concepto muy anglosajón, tal vez en el país deberíamos llamarlos agitadores productivos, revolucionarios del empleo, innovadores sociales. Los estudios del GEM Bolivia 2008 y 2010 mostraron que somos uno de los países más emprendedores del mundo. Retrataron miles de acciones de emprendedores nacionales, que sin ningún apoyo de políticas públicas, le dan pelea a la pobreza, pero la mayoría de ellos son emprendedores por sobrevivencia y no por oportunidades. Estos últimos son los más valiosos desde la perspectiva del crecimiento productivo sostenible porque son capaces de convertir una idea creativa en empleo y en generación de riqueza.
El libro Mujeres y emprendimiento profundiza el entendimiento sobre el espíritu emprendedor y muestra que las mujeres son un pilar central en la construcción de tejidos empresariales y sus correlatos sociales. Los principales hallazgos de la investigación se organizan en cinco grandes áreas: 1) Percepciones y actitudes hacia el emprendimiento; 2) Actividad emprendedora y motivación para emprender; 3) Aspiraciones de las emprendedoras; 4) Perfil de las emprendedoras; 5) Factores inciden en la dinámica emprendedora de las mujeres.
Respecto a las percepciones y actitudes, la investigación muestra que las mujeres enfrentan decididas la batalla del emprendimiento, que en muchos casos es la lucha por la sobrevivencia. El 71% de las encuestadas expresa que iniciar un negocio es una buena opción de carrera. El 57% de ellas considera que poseen los conocimientos y experiencia para iniciar un emprendimiento. Las mujeres más pujantes están en Santa Cruz de la Sierra, El Alto y Cochabamba. El libro también muestra que a la hora de emprender un negocio no existen diferencias significativas entre las mujeres que se autodenominan indígenas y no indígenas.
En lo que se refiere a la actividad emprendedora concreta, en el 2011, de cada 100 mujeres en las áreas urbanas y periurbanas, 37 se encontraban realizando algún emprendimiento ya sea en etapa inicial y/o con mayor tiempo de antigüedad. Se evidencia que entre la predisposición para liberar el espíritu emprendedor y la práctica hay una brecha. Otra vez en El Alto, Santa Cruz y Cochabamba, son las ciudades donde mayor actividad emprendedora tienen las mujeres. Ahora, ¿qué motiva a estas mujeres a optar por una actividad emprendedora?, pues mayoritariamente la necesidad. Tanto las iniciantes como las propietarias de negocios establecidos, en la mayoría de las ciudades de Bolivia, aducen este motivo para iniciar este negocio, 43% y 56% del total de mujeres encuestadas respectivamente.
¿Qué pasa con las aspiraciones de las emprendedoras? Pues bien no son muy optimistas. Alrededor del 46% de las emprendedoras no tienen expectativas de crecimiento en los próximos 5 años (no esperan generar ningún empleo), seguidas de quienes sólo tienen expectativas muy bajas (incrementos de 1 a 5 empleos) con el 43.3%.
¿Y quiénes son las emprendedoras bolivianas? El trabajo muestra que las nuevas emprendedoras como las establecidas tienden a desarrollar sus actividades en el sector servicios: hoteles, restaurantes y comercio al por menor (cerca al 80% en ambos casos). Más de la mitad de ellas se autoidentifica como indígenas, nacieron en alguna urbe y son trabajadoras independientes. La mayoría de ellas es casada o vive en pareja. Las emprendedoras nuevas son más jóvenes (25 a 34 años) que las propietarias de negocios establecidos (35 a 44 años de edad), reflejando el fenómeno natural del proceso emprendedor. Los ingresos de las iniciantes tienen mayor probabilidad de estar sobre Bs. 2000 mensuales, mientras que el de las establecidas usualmente son menores a Bs. 2000 al mes.
Finalmente, entre los factores que inciden en la dinámica emprendedora se destaca que la actividad emprendedora es percibida por las mujeres como una oportunidad para la conciliación de la vida laboral con la vida familiar, aspecto que a la larga puede afectar la calidad, el tamaño y el desempeño en general de su emprendimiento.
El libro comentado tiene más información y hallazgos interesantes que hacen imprescindible su lectura para entender la dinámica emprendedora de las mujeres bolivianas. La investigación fue elabora por equipo de la UCB (Verónica Querejazu, Cecilia Larrea, Marco Antonio Fernandez, David Zavaleta y tuvo el apoyo financiero de Conexión – Fondo de Emancipación).
Sunday, March 11, 2012
La vuelta del Tironosaurio Rex
El Gobierno ha decidido gastar 1.200 millones de dólares de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia. En un primer momento me entusiasmé con la idea de que estos recursos sean un impulso genuino al aparato productivo nacional, privado y público. Inclusive en un artículo anterior, en este mismo periódico, me tomé la libertad de sugerir algunas ideas de cómo administrar estos fondos y qué actividades impulsar.
Pero la lectura del proyecto que crea el Fondo para la Revolución Industrial Productiva (FINPRO) presentado por el Poder Ejecutivo a la Asamblea Plurinacional acabó con mi ingenua esperanza de que se podía hacer algo realmente nuevo y creativo en materia de ingeniería financiera para impulsar una revolución productiva.
Lamentablemente, el Gobierno -fiel a su tendencia a la necrofilia ideológica- ha vuelto a una propuesta de gestión de estos recursos impregnado hasta los tuétanos de un viejo estatismo. Para muestra tan sólo un botón. Transcribo el artículo 2 del referido proyecto: “Créase el Fondo para la Revolución Industrial Productiva, con el objeto de financiar las etapas de pre-inversión e inversión de emprendimientos económicos del nivel central del Estado que generen excedentes.
Los emprendimientos económicos referidos en el párrafo precedente estarán a cargo de entidades públicas, empresas públicas, empresas con participación mayoritaria del Estado y/o emprendimientos conjuntos del nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas. Los emprendimientos económicos que financie el FINPRO estarán orientados a la transformación de la matriz productiva y necesariamente incorporarán la etapa de industrialización de materias primas, así como de alimentos en el marco de la política de seguridad y soberanía alimentaria”.
Antes de comentar el artículo en cuestión, debo manifestar con contundencia dominical que soy un convencido de que, en los tiempos económicos que corren, el Estado tiene una función central en la economía y la implementación de políticas industriales, coordinando y cooperando con el sector privado y en ciertas ocasiones haciéndose cargo de la acción productiva.
Pero el artículo 2 del proyecto de ley muestra que el péndulo de la historia no tiene pasos intermedios. Después del neoliberalismo secante de los años 90, el péndulo retorna al otro extremo bajo la tutela de los neo-revolucionarios, es la vuelta total del Estado Tiranosaurio Rex. Según el proyecto de la Ley FINPRO, los 1.200 millones de dólares se gastarán sólo en entidades o empresas públicas o en emprendimiento donde el Estado tenga la mayoría y el control.
Bajo esta redacción, todo el rollo de la economía plural queda en la poesía jurídica del cambio. Privados, cooperativas o economías comunitarias no verán un peso de esta montaña de plata.
Una redacción alternativa, para que este artículo salga del año 1950 y sea consistente con la propuesta de economía plural del propio Gobierno, podría ser: “Los emprendimientos económicos estarán a cargo de los actores del modelo de desarrollo propuesto en la Constitución, a saber: 1) entidades públicas, empresas públicas, empresas con participación mayoritaria del Estado. 2) Sector privado, economías comunitarias y cooperativas vinculada a temas productivos y que cumplan los requerimientos estratégicos de la política industrial. 3) Proyectos conjuntos entre los diferentes actores del modelo de desarrollo que aportan al aumento de la producción”.
El artículo 4 del proyecto de ley se refiere a la administración de los recursos y busca revivir la gerencia de desarrollo del BCB, pero determina que esta instancia sea totalmente dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. Una alternativa sería que el BCB, en la administración de estos recursos, sea mucho más independiente y su conexión institucional sea con una unidad que dependa directamente del Presidente. De esta manera se daría señalización política clara sobre la importancia del cambio de la matriz industrial y se reforzaría un liderazgo productivo.
Además, el Presidente debería apoyar su trabajo en el Consejo Económico, Productivo, Laboral y Social que está constituido por 21 instituciones de la sociedad civil. Es a este nivel que se identificarían “los emprendimientos económicos a ser financiados; únicamente se podrá considerar emprendimientos económicos que cuenten, al menos, con estudios de pre-factibilidad que concluyan que dichos emprendimientos se enmarcan en el objeto del FINPRO”, por supuesto, esta tarea debería contar con el apoyo técnico del otros órganos del Poder Ejecutivo (ministerios de Planificación del Desarrollo, de Economía y Finanzas Públicas y Desarrollo Productivo y Economía Plural). La referencia para los proyectos debería ser Plan de Desarrollo Económico y Social, y las propuestas del Consejo.
Esperemos que en esta oportunidad la Asamblea Legislativa no apruebe la Ley FINPRO sin antes realizar un amplio debate sobre el mejor uso de los 1.200 millones de dólares y no sea cómplice de revivir al Tiranosaurio Rex estatal. Aquí presentamos algunas ideas, pero ciertamente se debe oír a los actores productivos del país.
Otro tema polémico es la devolución o no de estos recursos al Fondo. No podemos perder la oportunidad de realizar una verdadera revolución productiva sobre la base de un nuevo tipo de acción estatal que se complemente con el sector privado, las unidades productivas tanto del campo como de las ciudades.
Gonzalo Chávez A. es economista.
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Sunday, February 26, 2012
!1.200.000.000!
El Gobierno del presidente Evo Morales ha decidido gastar el 10% de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia (BCB). Con los 1.200.000.000 de dólares se crearía el Fondo para la Revolución Industrial Productiva (FINPRO).
Coloco el número en extenso para resaltar que se trata de muchísimo dinero. Para quienes creemos que el país necesita un shock de inversión que ayude a la diversificación productiva ésta es una iniciativa muy interesante. Dado que aún no se conoce en detalle el proyecto de ley me permito dar algunas sugerencias para el buen uso de estos recursos.
Habría que evitar, a viento y marea, que se repitan errores del pasado cuando el Estado, ya sea a través de bancos públicos o proyectos, despilfarró montañas de dinero con resultados muy pobres desde el punto de vista del desarrollo económico.
Existen por lo menos cuatro desafíos para que la platería de la Pachamama no desaparezca. Primero, sería interesante que el fondo no solamente cuente con el dinero que coloque el Estado, sino que estos recursos deberían permitir apalancar más dinero de la cooperación internacional y también del sector privado, que en la actualidad duermen en el superávit de depósitos en la banca nacional. Quiere decir que se debería hacer un esfuerzo de ingeniería financiera para que los 1.200 millones de dólares se conviertan en 3.600 millones de verdes.
En otras palabras, la cooperación internacional y el sector privado deberían colocar un tercio cada una. Esta estrategia financiera permitiría la elaboración y gestión de proyectos de mayor largo plazo que diversifiquen el riesgo con tres fuentes de financiamiento. Así también se podría aprovechar la experiencia de estos actores en la administración de esta platita.
Un segundo desafío es de carácter institucional y organizacional. La pregunta que debería guiar el debate sobre este tema es: ¿quién y cómo se administran estos recursos? El Gobierno propone que sea el BCB, pero se corre el riesgo de que se repita la experiencia no muy exitosa de la Gerencia de Desarrollo de esta entidad. Una primera tarea debería ser colocar candados jurídicos e institucionales para que el fondo no sea la caja de nuestros políticos de turno que, con buenas o malas intenciones, gasten este dinero.
La experiencia internacional sobre este tipo de fondos, que es muy amplia, sugiere que quien administre estos recursos debería ser una institución independiente de los ciclos políticos. Aquí se deberían gestar políticas y acciones de Estado y no sólo del Gobierno de turno. El Gobierno corporativo de esta nueva institución debería incluir a los representantes de los que colocaron el dinero, y también a los principales actores directos del desarrollo, es decir gobernaciones, municipios, sector privado, universidades, representantes de la sociedad civil y movimientos sociales.
Un buen comienzo podría ser el recién creado Consejo Económico, Productivo, Laboral y Social que está constituido por 21 instituciones. Quien debería presidir el consejo es el Presidente del Estado Plurinacional. En este nivel se deberían tomar las decisiones de carácter estratégico para el uso de estos recursos. Esta nueva institucionalidad también debería contar con un equipo técnico nacional e internacional de primer nivel.
Los mejores profesionales del área de desarrollo económico y producción del país deberían ser convocados para asesorar y dar ideas de cómo utilizar de la manera más eficiente, social y económicamente, estos recursos, por supuesto, bajo la coordinación de una instancia estatal que coordine y operativice los trabajos. A este nivel también deberían estar los mecanismos de control social y de seguimiento transparente del uso de estos recursos.
Un tercer desafío es la elaboración de una estrategia productiva-industrial que, por supuesto, tome en cuenta el Plan Nacional de Desarrollo y la nueva Constitución Política del Estado, pero que sea capaz de aterrizar, en la práctica, varios de los lineamientos que están en estos documentos y otras ideas que surjan de otras instituciones y/o personas.
El Gobierno habla de 22 sectores productivos identificados. Éste puede ser un buen comienzo pero habrá que focalizar, precisar, evaluar cuáles de ellas tienen un mayor impacto sobre el desarrollo nacional.
En una primera aproximación, el número parece demasiado, países que han hecho estrategias similares, como Chile, se han concentrado en tres o cuatro cadenas como máximo, por lo menos en un primer momento. Esta es una muy buena oportunidad de pensar el desarrollo desde lo local y a partir de cluster y/o cadenas productivas. Aquí en debate y las opciones son múltiples. Existe mucha experiencia internacional sobre cómo llevar adelante una estrategia exitosa de industrialización y cambio productivo a partir de pequeñas y medianas empresas, por ejemplo.
Finalmente, un cuarto desafío, y no por eso menos importante, es la elaboración normativas y reglas para el uso responsable, honesto, eficiente y eficaz de estos recursos para que no se pierda la oportunidad de hacer una revolución productiva. El debate sobre el tema deber ser amplio y profundo. Pocas veces en la historia económica del país se tuvo la oportunidad de disponer de 1.200.000.000 de dólares.
Sunday, February 12, 2012
NARCISISMO MACROECONOMICO
Según la mitología griega andina, Narciso Macroeconómico es un joven revolucionario de belleza incomparable y de mirada seca, pero de lágrima fácil, que ha forjado su temple y gallardía de escoba escuchando canciones de protesta en los años setentas, en los eternos domingos de la resistencia. Sus recias y sólidas piernas están hechas de miles de millones de dólares de reservas internacionales obtenidas por esfuerzo propio.
Luchador incansable, temperamento de luz y acero, consiguió cada dólar a puño limpio y pendenciero, derrotando, en el discurso, a las malditas transnacionales de siete cabezas. Sus músculos financieros los forjó usando el anabólico de la nacionalización de los hidrocarburos. Cúspide de una reforma que sólo a una cabeza brillante se le había podido ocurrir. Medida histórica que devolvió la esperanza, en el papel aunque no en la práctica, a los habitantes que sobreviven del otro lado del espejo.
Crueles y ponzoñosas mentiras son aquellas que afirman que la nacionalización fue chuta y se benefició de una coyuntura favorable de precios de las materias primas. Para el Narciso moderno nada tiene que ver la bonanza externa ni el éxito económico de los BRICS (Brasil, Rusia, India y China) de los últimos años en la explicación de su éxito. No fue la suerte sino el destino planificado con sabiduría lo que explica el milagro del crecimiento económico de los últimos años.
Más aún son los poderes pachamámicos y telúricos de la política económica de Narcilandia, tan fuertes y deslumbrantes, que incluso tienen influencia en los decisores de políticas públicas chinos. ¡Espejito! ¡Espejito! ¿Quién tiene las mayores reservas internacionales en proporción de su PIB en el mundo? El coro de mortales de una esquina del espejo repite: Tú, Narsicho, como lo llaman sus amigos, luminoso líder de los reflejos, las finanzas y la marmaja.
Narciso macroeconómico cada año repite un ritual frente a una fuente de aguas claras y profundas ubicado en un bucólico valle, donde los pájaros han enmudecido ante la belleza del cambio, donde se han detenido el tiempo y los vientos, incluso los que se originan en Villazón conocidos por su bravura.
Narci, como lo conoce en su aquelarre, contempla sus resultados macroeconómicos. Se le infla el tórax del crecimiento económico y se deleita con los músculos de los pectorales mayores sostenidos por la inversión pública. Examina la inflación baja, producto de una dieta de alimentos importados fomentada por un tipo de cambio apreciado. Se deleita con el crecimiento de los bíceps y tríceps del empleo que sólo mide la vida de un 20% de la población. Observa los músculos abdominales que parecen el viejo empedrado de la calle Yanacocha y se congratula de lo bien que se trabajó en materia fiscal, sobra la plata pero escasean las ideas productivas. No hay problema, lo que importa es la pose.
En cada acto de presentación de las cifras frente al espejo de agua, se vuelve a enamorar de sí mismo y felicitarse por lo maravilloso de sus resultados macroeconómicos. Infla su pecho de bronce más aún frente a los halagos, vivas, mimos, piropos, alabanzas y otros dulces que le lanzan los organismo internacionales; especial júbilo siente cuando, el otrora odiado Fondo Monetario Internacional (FMI), le da palmaditas en las espaldas y le dice: “sigue así diáfano amigo, en materia macroeconómica lo estás haciendo tan bien como los neoliberales de antaño”.
Narciso macroeconómico un día quiere tocar su reflejo y con espanto contenido se da cuenta de que no puede hacerlo, toda vez que coloca la mano en su imagen, ésta se diluye y baila descontrolada. Vanos son los intentos de los militantes de los espejos de calmar las aguas, para que éstas vuelvan a su posición de espera. Del fondo de las aguas claras en retirada, surgen pescados de fuego que se habían criado en el fondo de la economía informal, gruesos helechos aprisionan el aparato productivo, inmensos remolinos de lodos se abren hambrientos por más subsidios.
Una colección incomprensible de batracios y rococos sube rápidamente a la superficie a buscar lo suyo. Son los habitantes del otro lado del espejo que se aprestan a cobrar las deudas creadas por la hiperinflación de expectativas. Ahora el mudo lago suelta su verdad. Del fondo del reflejo en agonía surge el desafío de la microeconomía y el desarrollo productivo que propone un nuevo abecedario para reinventar el desarrollo económico.
Narciso mira desesperado al espejo que hierve de futuro, llamas secas se lanzan sobre el decorado macroeconómico hecho de cartón y demasiadas palabras. Narciso está frente al dilema de seguir buscando un nuevo espejo macroeconómico o lanzarse a la poza de agua y reinventar la economía del otro lado del reflejo.
Sunday, February 5, 2012
¡Callen a los DJs¡
Los servicios son muy importantes en una economía. Son centenas de actividades claves para el bienestar de las personas y el buen desempeño de las empresas.
Recibimos servicios tanto del sector público como privado. Por los primeros pagamos impuestos y ha cambio deberíamos recibir buena atención de salud, educación, seguridad, electricidad y saneamiento básico de calidad.
Por los segundos, pagamos precios y tarifas a través del mercado, así compramos también educación, salud, entretenimiento, transporte, información, entre muchos otros. En el caso boliviano, la calidad, tanto de los servicios públicos como privados, es mala, salvo raras excepciones.
En este húmedo domingo me referiré a la pésima calidad de algunos servicios privados, utilizaré ejemplos urbanos y cotidianos.
En los últimos años ha surgido un servicio privado de estacionamiento en edificios grandes, parqueos, restaurantes y/o centros comerciales de dudosa calidad, pero quien gana el concurso de la incompetencia es el Megacenter, ubicado en la zona de Irpavi, en La Paz.
El estacionamiento de este cine debe ser el único en el mundo que requiere de baritas para hacer circular los carros dentro del parqueo. En días feriados, fines de semana y especialmente los miércoles, fácilmente se puede pasar horas entrando o saliendo del parqueo. En una oportunidad recorrí 50 metros en media hora.
Los embotellamientos o tacos son tan graves que obligan al gerente del recinto, un joven animado que tiene cara de tener un MBA, a salir a ayudar a los sui generis controladores de tráfico interno.
Es incompresible que gente que ha invertido más de 30 millones de dólares haya buscado ahorrar un puñado de verdes para hacer un parqueo donde solo debe circular un carro a la vez o, lo que es igual de inaceptable, haya contratado unos arquitectos incompetentes que diseñaron parqueos estrechos.
Dada la pésima calidad de este servicio, el Megacenter: o paga a los usuarios como compensación al pésimo servicio de estacionamiento o deja de cobrar por el parqueo cuando la espera pasa de los diez minutos. Otra alternativa es que la Alcaldía, en vez de pelearse con el Transito, envíe sus facilitadores viales al templo de la clase media paceña: donde todo es mega, inclusive las trancaderas.
Otro servicio de mala calidad es el transporte aéreo y urbano. En el primer caso esta AeroSur que se lleva el Oscar en varias categorías de películas:
1) “¡Cree raíces!, vuele en AeroSur”. Es muy frecuente que la empresa deje al usuario esperando varias horas en aeropuertos nacionales o internacionales sin que se les mueva un pelo.
2) “La elección de Sofía”. Morir hambre o de indigestión es la opción que se enfrenta toda vez que se toma esta línea aérea.
3) “Retando a la muerte”. Aquí la consigna es volar confesado. En una oportunidad al aterrizar, reventaron las llantas. El tema del mantenimiento de aviones es una lotería.
4) “La carrera de su vida”. Para abordar las aeronaves se requiere de una muy buena preparación física. Con frecuencia, algún funcionario de la empresa declara que el avión tiene asientos libres, open seat para los gringuitos, y el abordaje se convierte en un cachascán colectivo para conseguir lugar.
Mención especial merece también el servicio de transporte urbano. En este caso minibuses que se llevan la flor, no precisamente de los mejores aromas. Abordar transporte público se ha convertido en una actividad de alto riesgo. A la inseguridad y la incomodidad se une el hacinamiento y la falta de ventilación. Ahora si no padece apretado o hiperventilado, la música chicha a todo volumen se encargará de recordarle que andar de minibús es un ensayo para la muerte.
Finalmente y no por eso menos importantes están las discotecas y los servicios de música para fiestas, la amplificación como se decía en mis tiempos.
Seguramente ya ha pasado por la amarga experiencia de asistir a algún evento social o ir a bailar a una disco y encontrarse los Disc Jockey (DJ) parlanchines, una especie de disidencia del pithecanthropus erectus, cuya tarea en la vida es que la gente no escuche música. Verdaderos torturadores de la palabra que se encargan de hablar por horas y hasta por los codos en las fiestas.
Entran en trances neuróticos bajo el pretexto de animar la velada, y comienzan a destilar ríos de prejuicios y tonterías. Al mejor estilo mano militar, comienzan un interrogatorio de nunca acabar: ¿Quién está feliz? ¿Quién está bailando con la más linda? ¿Y el más feo?
Y se lanza la primera reflexión filosófica de la noche, en tono más grave: “El hombre es como el oso, cuando más feo, más hermoso”.
A seguir vienen las preguntas aeróbicas: ¿Quién salta más? ¿Quieren ver los que mueven la colita? ¡Arriba las manos y abajo los pies! ¿Y los hombritos, en que quedan? ¡la vueltita, la vueltita! En minutos la gente esta siguiendo coreografías absurdas para responder al interrogatorio del DJ.
Posteriormente, vienen las preguntas deportivas y geográficas: ¿Quienes son del Bolivia? ¿Y del Tigre?, ¿Dónde están los cambas o chucutas pico verde? La división del país esta hecha. Deberían acusarlos de separatistas.
Cuando entran en confianza, vienen las preguntas más intimas y atrevidas: ¿Dónde están las solteras? ¿Cómo la están pasando las divorciaditas? ¿Quién hará una travesura hoy? La verborrea no para toda la noche convirtiendo a la música en un telón de fondo lejano.
Y el chaqui del día siguiente no se cura con nada, porque no es por la bebida ingerida, sino por la ametrallada de obviedades a que ha sido sometido por el animador de turno. Desde esta humilde columna propongo la siguiente consigna: ¡salve la música! ¡Haga patria!, ¡calle un DJ!
Sunday, January 29, 2012
El dilema neoliberal de los subsidios
Hace unos días escuché la siguiente conversación sobre el tema de los subsidios a los hidrocarburos entre un neoliberal-revolucionario a ultranza y un economista progresista con ideas neokeynesianas y estructuralistas. Reproduzco parte de la charla.
El neoliberal seguidor de Adam Smith despotrica contra los subsidios a los hidrocarburos. Dice: “Es un cáncer en la economía y que debíamos deshacernos de ellos. Los precios de los hidrocarburos deben adecuarse a los precios del mercado internacional. Las subvenciones están beneficiando a contrabandistas de diésel y de garrafas de GLP, y también a los ricos que tienen jeeps Hummers”. Echa el grito al cielo: “¡En 2012 serán 706 millones de dólares que desperdiciaremos! Además, como el barril de petróleo en el mercado interno está a 27 dólares, esto no incentiva a que las empresas petroleras inviertan en el sector”.
El economista progresista lo interrumpe y dice con tono conciliador: “Hermano neoliberal revolucionario, creo que estás viendo sólo un árbol y no todo el bosque. El dilema económico no es: subsidios o muerte. Todos los instrumentos de política económica, incluyendo las subvenciones, deben ser vistos en el marco de un proyecto de desarrollo integral. Los beneficios o perjuicios de un subsidio pueden afectar a muchos sectores de la población. Una evaluación más serena de las subvenciones, por ejemplo, debe hacerse sobre la base de un análisis costo-beneficio más amplio, pensando en el desarrollo productivo nacional. Por ejemplo, desde el punto de vista de la distribución del ingreso, tarifas del transporte público subvencionadas benefician a millones de personas, especialmente aquéllas de bajos ingresos. Es una forma efectiva a través de la cual el Estado llega a los bolsillos de la gente. Esta práctica de política pública está enraizada en la memoria colectiva. Ahora bien, si tanto te preocupan los dueños de Hummer ponles un impuesto anual a los vehículos particulares que tengan cilindradas por encima de 2500. No quieras matar unas cuantas cucarachas en la casa colocando una dinamita/gasolinazo. Y los contrabandistas más palo estatal. La Policía, el Ejército, los corta-palos y los movimientos sociales contra el contrabando, no es posible que tanta gente no pueda ser más efectiva. Usar una pequeña devaluación del tipo de cambio también no sería una mala idea para desestimular el comercio ilegal.
Cabe también recordar que las subvenciones están beneficiando al sector productivo, especialmente la agroindustria, que genera exportaciones y empleo. Huelga recordar que la mayoría de los países desarrollados subsidia sus sectores agrícolas. Los brasileños subsidian su programa de etanol hace más de 30 años y con esto lograron reconvertir su parque automotor, ahora más del 50% de los automóviles en el vecino país usan alcohol de caña de azúcar. Por supuesto, el sector privado, que se beneficia del subsidio, en contrapartida, debería aumentar sus niveles de productividad, esto lo puedes pactar con los productores nacionales”.
Nuevamente interviene el neoliberal y dice: “Estimado neokeynesiano, usted tiene más corazón que cabeza. Para nosotros la eficiencia está por la encima de la equidad. Además, si tanto le preocupa la gente, con los recursos recuperados de los subsidios podemos hacer programas sociales focalizados en las personas que más lo necesitan. También se podrían entregar más bonos para la gente. La fila es larga, están los jóvenes, las viudas, hasta los analistas, de todo tipo, que tanto molestan. Digo más mi estimado amigo, te recuerdo que esta idea tiene el respaldo del FMI, que nos recomienda hacer un gasolinazo al estilo del viejo cantor español Raphael, “poco a poco”. Es decir un gasolinazo con anestesia.”
“Calma con la mano invisible compañero”, interrumpe el economista progresista: “eso de focalizar es para los países ricos y para los burócratas del Banco Mundial, que le gusta contar pobres y ganar plata con ello. Pero en una sociedad donde los pobres son la mayoría, buscar un grupo de elegidos no funciona y suena a paternalismo. Lo de los bonos para otros grupos puede que ayude pero fomenta el rentismo. ¡Para de sufrir! Espere sentado su bono u organice su movimiento social para conseguir alguna dádiva del Estado. Ahora, la idea del gasolinazo, tanto en su versión suave o de choque, no va a funcionar. Mejor explorar otros caminos más creativos. No es buena idea intentar otro suicidio, puede que no haya vuelta atrás”.
La conversación entre el neoliberal y el economista progre continuó y derivó en las propuestas, que ahora no me da tiempo ni espacio para contarles, pero lo haré en otra entrega dominical.
Sunday, January 22, 2012
Redes: mapeando el desarrollo
La teoría de redes es un nuevo instrumento de análisis que se aplica a muchos campos del conocimiento humano, abarca desde las ciencias puras a las sociales. La idea básica es que casi todas las cosas en mundo están interconectadas y que existe una explicación para estas relaciones. Desde el cerebro humano a internet pasando por la economía o un grupo de amigos, todo está conectado y es por alguna razón. Estos vínculos tienen un orden subyacente y siguen leyes sencillas. La comprensión de estos mapas de personas, empresas, gobiernos e instituciones, que son como complicadas telarañas, ayuda a entender estas complejas estructuras y permite elaborar políticas industriales, organizar empresas o detener un brote de enfermedades.
Albert-Laszlo Barabasi en su libro Linked (Conetado) sugiere que el mapeo de las redes, en una amplia gama de disciplinas científicas, puede ayudar a entender mejor desde la solidez del Facebook, la propagación de las modas y los virus hasta, incluso, el futuro de la democracia y el desarrollo económico.
La teoría de redes sociales y económicas es una subrama que ayuda a predecir el resultado del comportamiento agregado de un grupo de personas o empresas definido por las relaciones entre sus miembros. Una aplicación muy interesante de esta teoría es el Atlas of Economic Complexity elaborado por el economista Ricardo Hausmann de la Universidad de Harvard y físico César Hidalgo, del MIT. El trabajo busca mapear los caminos de la prosperidad basada en la complejidad de las redes que existen en una economía. En sencillo, países que tienen selvas (redes) productivas más densas tienden a generar más riqueza que aquellas sociedades que tienen pocos árboles productivos. Conocer bien esta cartografía de actores productivos es un desafío central del desarrollo económico. En otro marco teórico, en las redes se conoce el capital social, la capacidad de acción colectiva para realizar tareas productivas, por ejemplo.
Hausmann e Hidalgo parten de la idea de que los productos son vehículos de conocimiento conducidos por personas o empresas en autopistas de redes. Éstas pueden ser los mercados y las instituciones, públicas y privadas.
La cantidad de conocimiento en una sociedad no depende del saber de un individuo, más bien está relacionado con la diversidad de complejas redes de interacción entre las personas y empresas. Los investigadores distinguen dos tipos de conocimiento: explícito y tácito. El primero se puede transferir fácilmente mediante la lectura de un texto o en una clase. El segundo es más complejo y está imbricado en redes sociales, es una especie de conocimiento colectivo. El logro del conocimiento tácito es un largo y costoso proceso y requiere que las sociedades, a través de la interacción de personas, empresas, colegios y universidades, se especialicen y puedan trabajar en redes. Se conoce que existen 840 ocupaciones diferentes. La única manera de que la sociedad puede contener todos los conocimientos es a través de la especialización y las redes.
La mayoría de los productos, sin embargo, requiere de más conocimiento que puede ser dominado por una persona. Por ejemplo, según Hausmann e Hidalgo, para hacer una camisa se necesita alguien para diseñarla, comprar la tela, cortarla, coserla, empacarla, hacer propaganda y distribuirla. En una empresa que fabrica camisas, cada una de estas actividades son pedazos de conocimiento bajo responsabilidad de diferentes personas.
Además, para financiar la producción de la camisa se requiere de diferentes tipos de conocimientos técnicos que poseen otras personas. En suma, para elaborar la camisa se necesita del know-how, el conocimiento para hacer la camisa; el know-who, el conocimiento de las redes de proveedores, trabajadores especializados, financiadores y otras personas que ayudan en la elaboración de las camisas y el know-where, el conocimiento de dónde están los proveedores de insumos, capital, mano de obra especializada y, obviamente, dónde están los mercados para las camisas. Todos estos conocimientos fluyen mejor en redes sociales y empresariales complejas que ayudan a empaquetar el conocimiento, condensado en productos. En última instancia, para Hausmann e Hidalgo, “la complejidad de una economía se relaciona con la multiplicidad de conocimientos útiles que funcionan a través de redes”. La prosperidad económica depende de tejidos complejos entre personas y/o empresas que saben de diseño, marketing, finanzas, tecnología, manejo de recursos humanos, operaciones y derecho comercial. Incluso, estas personas y/o compañías tienen que tener la capacidad de interactuar y combinar sus conocimientos para hacer productos. Donde faltan algunos o muchos nodos de estas redes no se pueden hacer productos. “La complejidad económica, por lo tanto, se expresa en la composición de la producción productiva de un país y refleja las estructuras que surgen de sostener y combinar el conocimiento a través de redes”.
Mapear y conocer estas redes es, por lo tanto, fundamental para implementar políticas de apoyo productivo y/o industrial. Atlas of Economic Complexity realiza una cartografía de las exportaciones bolivianas y es un instrumento clave para comprender los desafíos de nuestra economía. Los invito a visitar los mapas interactivos para Bolivia, periodo 1962-2009, de este interesante estudio en http://atlas.media.mit.edu/app/product_space/export/bol/2009/
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!!Es la educación, estúpidos!!
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