Monday, November 26, 2007

Las muchas recetas del crecimiento económico. Dani Rodrik

Les propongo discutir este interesante articulo del economista turco. Dani Rodrik

El “gran pensamiento” del desarrollo siempre ha estado dominado por visiones integrales de cómo transformar a las sociedades pobres. Desde el llamado “gran impulso” hasta el “crecimiento equilibrado”, desde el “consenso de Washington” hasta las “reformas de segunda generación”, el énfasis siempre estuvo puesto en un cambio al por mayor.

La postura de hoy en materia de desarrollo no cambió en nada. La obsesión prevaleciente con la agenda de la “gobernancia” conlleva un esfuerzo general por remodelar las instituciones en las sociedades en desarrollo como prerrequisito para el crecimiento económico. El Proyecto Milenium de las Naciones Unidas implica un gran impulso de inversión, coordinada y de gran escala, en capital humano, infraestructura pública y tecnologías agrícolas.

Sin embargo, también ha habido disidentes iconoclastas frente a estos enfoques integrales, entre los cuales Albert Hirschman fue, sin duda, uno de los más distinguidos. De hecho, los aportes seminales de Hirschman ahora han sido reconocidos por el Consejo de Investigación en Ciencias Sociales de Estados Unidos, que este año estableció un premio en su honor.

Los intereses de Hirschman se alejaron del desarrollo económico en el curso de su ilustre carrera. Pero aún cuando participaba en debates sobre el desarrollo, frecuentemente les recordaba a sus contemporáneos que cualquier país que tuviera la capacidad de emprender programas integrales, por empezar, no sería subdesarrollado.

De hecho, una vez fustigó a John Kenneth Galbraith por enunciar una larga lista de prerrequisitos para que la ayuda extranjera sea efectiva. Si los países en desarrollo pudieran cumplir con estas condiciones, escribió, estarían en condiciones de enviar ayuda extranjera a Estados Unidos.

Hirschman creía que las posibilidades para el desarrollo económico no son tan limitadas como nos llevarían a pensar las teorías integrales. Los desequilibrios propios del subdesarrollo crean oportunidades que los estrategas políticos pueden aprovechar. En lugar de confiar en modas que vienen del extranjero, necesitamos buscar y experimentar soluciones únicas que nos permitan eludir las estructuras sociales arraigadas que inhiben el crecimiento.

Las visiones centrales de Hirschman sobre el desarrollo perduraron extremadamente bien. La lección clave del pasado medio siglo es que los estrategas políticos deben ser más estratégicos que integrales. Tienen que hacer lo mejor con lo que tienen en lugar de anhelar poder transformar su sociedad en general. Necesitan identificar prioridades y oportunidades, y trabajar en ellas. Deben buscar un cambio secuencial y acumulativo en lugar de un avance único y abarcador.

Los países exitosos comparten algunas características comunes. Todos ofrecen cierto grado de protección efectiva de los derechos de propiedad y cumplimiento de contratos, mantienen la estabilidad macroeconómica, buscan integrarse a la economía mundial y aseguran un contexto apropiado para la diversificación y la innovación productiva.

Lo que sí difiere es la manera en que se logran estos objetivos. Por ejemplo, una mayor integración con los mercados mundiales se puede lograr mediante subsidios a las exportaciones (Corea del Sur), zonas de procesamiento de exportaciones (Malasia), incentivos de inversión para empresas multinacionales (Singapur), zonas económicas especiales (China), acuerdos de libre comercio regionales (México) o liberalización de las importaciones (Chile).

Las políticas mejor diseñadas siempre son contingentes a las condiciones locales; hacen uso de ventajas preexistentes e intentan superar las restricciones domésticas. Es por eso que las reformas exitosas normalmente no se pueden trasladar con buenos resultados. Las reformas, después de todo, no son plantas de invernadero que se pueden transplantar a voluntad en cualquier suelo.

Es más, para generar crecimiento económico es necesario asestar en los blancos apropiados, no hacer todo al mismo tiempo. Lo que importa en todo momento es aliviar las limitaciones inmediatas de una sociedad -otra razón por la que se necesitan políticas diferentes para los diferentes lugares-. China estaba limitada por incentivos deficientes en agricultura a fines de los años 1970. Hoy Brasil está restringido por una oferta de crédito inadecuada. El Salvador está limitado por incentivos deficientes a la producción en bienes negociables. Zimbabwe está limitado por una gobernancia deficiente.

Todos estos problemas requieren métodos diferentes para destrabar el crecimiento. Lo que necesitamos son reformas selectivas y con objetivos precisos, no una lista de lavandería.

Los países empiezan a tener problemas cuando no utilizan los períodos de alto crecimiento para fortalecer sus cimientos institucionales. Dos tipos de instituciones, en particular, necesitan ser apuntaladas: las instituciones de gestión de conflicto para mejorar la resistencia de las economías a los choques externos, y las instituciones que promueven la diversificación productiva. El crecimiento colapsó en Africa a fines de los años 1970 por la debilidad de las primeras y fracasó en América latina después de la primera mitad de los años 1990 por la debilidad de las segundas.

Esta línea de pensamiento tiene vastas implicancias para el diseño de acuerdos económicos globales apropiados. Hirschman estaría horrorizado por el alcance de la intromisión en las decisiones políticas internas en la que incurren hoy en día la Organización Mundial de Comercio o el Fondo Monetario Internacional. Como burocracias internacionales con una inclinación por las "mejores prácticas" y patrones comunes, estas instituciones no están preparadas para la tarea de buscar senderos innovadores y únicos que se adecuen a las circunstancias particulares de cada país.

Sin embargo, Hirschman, sin duda, también criticaría a los gobiernos de los países en desarrollo por no asumir sus responsabilidades y por cederle el mando tan libremente a estas agencias externas. Porque, en definitiva, está en cada país decir "Gracias, pero no, gracias; lo haremos a nuestra manera".

Muchos economistas se mostraban escépticos frente al enfoque de Hirschman porque no podían encuadrarlo en la economía para cuya práctica habían sido entrenados. Pero, con el correr de los años, la economía también se ha vuelto más rica. Los modelos dinámicos se han vuelto mucho más comunes, floreció una economía de los "segundos mejores", la economía política ha dejado de ser alternativa y la economía actitudinal ha puesto en duda al "actor racional". En consecuencia, Hirschman parece cada vez menos el disidente que él mismo creía ser. Finalmente, el saber convencional tal vez lo alcance.

8 comments:

Anonymous said...

Yo deje mi trabajo en el Banco Mundial convencido de que este es solamente una burocracia. No hay duda de que esta repleto de gente super capaz, incluso me atreveria a decir que tienen tanto talento como McKinsey o Goldman Sachs, pero la gran tristeza es que estan atados en una gigantesta burocracia, donde la gran mayoria de decisiones ya han sido tomadas politicamente. En cambio en McKinsey o Goldman las ideas se sobreponen a la politica de los socios.

El link no funca.... sera la tesis de "Economies that have performed well over the long term owe their success not to geography or trade, but to institutions that have generated market-oriented incentives, protected property rights, and enabled stability"? o la de especializacion vs diversificacion?

Seria parecido a los cuentos chinos de oppenheimer.

Lilyth said...

No puedo elegir si al escribir deba ustear o tutear… deformaciones de la costumbre. Es un blog que me gusta mucho y me informa aunque como ciudadana de a pie, muchas veces no estoy segura de que he comprendido, así que desde la ignorancia completa me animo a realizar un comentario.

Creo que como en todo, la teoría económica tropieza con un problema… el factor humano, ¿Por qué no salimos de la pobreza a pesar de tantas bendiciones que tiene nuestra patria? Por la gente… no pretendo ingresar en el inútil parloteo de si somos flojos, somos esto o aquello. Me refiero a la gente, porque desde el lado del gobierno o de los gobernados no somos consecuentes ni con el nombre. (me rehúso a entrar en ejemplos por demás conocidos), no planificamos a futuro, las acciones de un gobierno son cambiadas por el siguiente y es un eterno empezar de cero.

Pido disculpas por lo poco profesional, desenfocado y corto de visión de mi comentario…
;)

Anonymous said...

las teorias economicas asumen que la gente se comporta de manera racional...pero esto no siempre ocurre (incluso creo ya hay mas de un par de eruditos trabajando en este tema) y como se ve por demas en el pais, hay veces que la gente prefiere comportarse de manera completamente irracional.

tu penultima oracion es ampliamente hablada por Rodrick y Oppenheimer

Pete el Malo said...

Las personas siempre maximizan su utilidad.

Para explicar supuestas "irracionalidades" yo me inclino por pensar que estamos trabajando con una función de utilidad imperfecta o incompleta.

En cualquier caso siempre está la puerta abierta para racionalizar económicamente cualquier fenómeno. Lo que si sería complicado es medirlo, por eso que no se lo hace.

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Disculpe puede colgar el link del artículo original?

Gracias

Guccio said...

En primer lugar por favor no pongamos a Oppenheimer al nivel de Rodrick. Yo no creo que en Bolivia seamos irracionales o lo que esta pasando raye en la irracionalidad, al contrario todo lo que esta sucediendo era previsible dada la guerra política que se planteo desde un principio. Pero volviendo al artículo creo que Rodrick no pone el énfasis que merecen las instituciones entendiéndose estas (para los que no son economistas) como las reglas de juego. En Bolivia desde hace varios años comenzó una destrucción de las instituciones, lo que nos llevo a plantear una nueva (Constitución) sin embargo nos perdimos en el camino y ya se ven los resultados. Un país sin reglas claras y precisas no tiene futuro alguno.

Anonymous said...

No los pongo al mismo nivel. uno es todo un academico, el otro solo es un reportero. Pero el libro de este reportero es mas facil de conseguir, habla extensamente del tema, y tiene buenas footnotes si quieres saber mas. Es como comparar Evo con Mandela

VRM said...

Concuerdo plenamente con Hirschman. Definitivamente partiendo de la idea de que "no es necesario descubrir la polvora" se ha venido haciendo un "copy - paste"de modelos "exitosos" (cuestionable), en todos los campos, sin consideraciones profundas de la realidad concreta de Bolivia. De esa superficialidad para la implementacion de modelos copiados surgen los desbarajustes que podemos ver casi en todos los campos; ahi esta gran parte de las respuestas a las grandes interrogantes respecto al mal funcionamiento de muchos sectores pese a las millonarias inversiones que se han hecho (poniendo a un lado la corrupcion).
Lamentablemente ahora estamos lejos (tal vez mas lejos que antes) de resolver este problema, porque simplemente el origen del "copy" es otro y esta lejos de haber tenido exito en ningun lugar.
Quienes hemos tenido el privilegio de contar con una educacion superior somos los mas responsables de buscar una "formula ganadora" un camino propio para salir de estos conflictos, una manera de lograr incorporarnos a todos en este gran proyecto "Bolivia". Por su puesto que en estas epocas de crisis es facil apuntar a los culpables, pero si intentamos sentirnos algo responsables todos tal vez podamos encontrar una salida.

Gonzalo Chavez said...

Para los que quieran ver mas articulos sobre crecimiento y desarrollo les recomiendo la pagina de Dani Rodrik http://ksghome.harvard.edu/~drodrik/

Creo que es pensamiento más fresco sobre temas de desarrollo.

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