Un adelato de mi columna en La Razón del próximo Domimgo
Descubra el economista que lleva dentro es título de un libro de Tyler Cowen, un economista de la Universidad George Mason. El subtitulo de la obra es aún más interesante. “Cómo utilizar incentivos para enamorarse, sobrevivir a la próxima reunión y motivar a su dentista”.Me atrevería a incrementar que la economía también podría ayudar a reducir de peso, reconvertir a un masista al neoliberalismo, al tratamiento de la caspa y al entrenamiento de mascotas. Todas tareas inútiles y frívolas dirán algunos, pero que hacen parte del día a día de los simples mortales.
Análisis económico y otras latitudes de la vida y el pensamiento
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
La dolarización, pros y contras
Javier Milei, el vencedor de las elecciones primarias en Argentina, tiene como centro de su propuesta la dolarización de la economía para ac...
-
En cuanto gobierno y oposición regional se agarran de las mechas, en un "Catch-As-Catch-Can" a cuatro caídas, vulgo agárrate como ...
-
En términos económicos y también políticos el año que despierta rebalsando de tiempo se avizora difícil, aunque los avestruces del oficiali...
-
Hace muchos años la revista inglesa, The Economist, pública el índice Big Mac, que lista el precio de esta famosa hamburguesa en varios país...
6 comments:
Lo de la caspa y el peso te creo. Lo del masista imposible.
Asesor , la economia tiene infintas virtudes, la transformacion de masista al neoliberalismo ya esta ocurriendo, el mejor ejemplo es la politica monetaria. Hay regocijo en el FMI, por lo ortodoxia de las autoridades monetarias en Bolivia
mmm... incentivos... apetito de la mente? son muy importantes... pero como el viento, y otras corrientes, nadie sabe de dónde vienen ni a dónde van. Especialmente cuando trata de utilizarlos, construimos y derribamos instituciones, especialmente cuando la heterogeneidad es tan alta (no solo como sucede en Bolivia) sino tambien cuando la racionalidad de los agentes es elevada.
Vientos, me llamaron a mi juego. Soy de Villazón la capital del viento en el mundo.
Me considero un experto en vientos no desde el punto de vista científico sino vivencial. Pasé buena aparte de mi infancia en Villazón, conocida también como la ciudad de los vientos, donde se fabrican, clasifican y distribuyen los vientos al mundo entero. En su diccionario, Yvetta Guerasimchuk llama a este tipo de regiones de Vientogrado. “Son ejemplos de Vientogrado el Valle de los vientos, en el noroeste de la China, la cima del Everest – llamada Reina de los Vientos -, casi toda la Patagonia (el país de las tempestades), la capital de Namibia, Windhoek (comarca de los vientos)” y por supuesto Villazón, el diamante que se pule solo.
Felicidades por tu blog, no me canso de decirlo,hablando de vientos espero que eso de la inflacion sea algo como el viento , algo pasajero,escrigi sobre la escuela de productividad y competitividad mas abajo, estoy en el cuarto comentario, me gustaria saber cual es tu opinion , estoy muy interesado en el tema, creo que me esta yendo bien en esto de descubrir el economista que llevo dentro, saludos.
Todo aquel que tenga un economista atorado en la garganta, entre a la EScuela de la Producción y la Competitvidad de la UCB.
Post a Comment