Sunday, September 2, 2007

Brasil en el diván

El jueves pasado participé de un interesante seminario sobre: El Brasil en América del Sur, organizado por el Centro de Estudios de Integración y Desarrollo (Cindes). Un grupo de académicos brasileños, de muy alto nivel, preparó un informe sobre los desafíos de la política exterior del vecino y ésta fue la base de un desafiante debate. Copia del trabajo se encuentra en la siguiente página web: www.cindesbrasil.org. Este domingo me gustaría compartir con ustedes algunas de las ideas del informe. Es obvio que la política exterior de Brasil es muy importante para nosotros.

Como pocas veces, las acciones diplomáticas del Gobierno brasileño entraron en la discusión interna. En general, en el vecino país los temas locales dominan los debates. Este inusitado interés por los asuntos externos fue incentivado, en gran medida, aunque no exclusivamente, por la nacionalización del sector petrolero en Bolivia que afectó a uno de los símbolos del nacionalismo brasileño, Petrobras. Pesaron también en la crisis de identidad del vecino, los pocos resultados del Mercosur y la agresiva política externa de los petrodólares venezolanos en el Cono Sur. En Brasil, el debate es intenso y se presenta en el informe que comento. Por un lado, están aquellos que creen que la diplomacia del vecino “sacrifica los intereses económicos y políticos del país en beneficio de alianzas inspiradas por visiones ideológicas”. Una versión tropical del internacionalismo proletario que entiende, y en algunos casos hasta apoya, que los compañeros latinoamericanos estén haciendo sus revoluciones. En este caso, al parecer la consigna de Itamaraty es endurecer, de vez en cuando, pero sin perder la ternura, siguiendo los consejos del Che. Por otro lado, se sitúan aquellos que creen que la actual política externa brasileña preserva los intereses nacionales de largo plazo en la medida que busca la estabilidad y el desarrollo de los países vecinos. Hacia adelante esta estrategia terminará beneficiando al Brasil. En otras palabras, no hay que preocuparse con las marolas (olas pequeñas, en lenguaje marítimo) que están produciendo los cambios de los países latinoamericanos. Más bien hay que evitarlas y más aún no hay que contribuir para que se conviertan en olas gigantes. Ya se pasará la fiebre revolucionaria y nacionalizadora, como se pasó en el gobierno del presidente Lula. Bueno, ¿cómo se llegó a esta interpretación contradictoria de la política exterior?

El menú de diagnóstico que presenta el informe es diverso y complejo. Primero, los intereses brasi- leños se han diversificado y complejizado en América Latina. Volcarse hacia la región tuvo sus costos. Comercio, inversiones, energía, infraestructura, narcotráfico, medio ambiente, tierras, migraciones, son algunos de los temas en agenda. Cabe recordar que en el pasado, la política exterior de Brasil no miraba al continente y se guiaba por dos ejes de acción: una relación preferente y especial con EEUU, y la búsqueda de autonomía frente a la estructura mundial de poder.

Segundo, Brasil tendría dificultades en asumir el liderazgo que le correspondería dado su tamaño y poder tanto económico como militar. Es el grandote del barrio que no quiere jugar en canchas que no conoce. Además, tendría dificultades en administrar el síndrome de desconfianza de los otros países de la región. Los motes de subimperialismo o promotor de las fronteras vivas, lo incomoda e inmoviliza.

Tercero, persiste en Brasil una “cultura política internacional parroquial” que se vuelca hacia dentro y que se traduce en una baja identidad cultural con el Cono Sur. Sólo la Argentina estaría a su nivel, el resto son unos peruvianos y otras hierbas muy complicadas. Cuarto, la reducida importancia económica y comercial de la región. En términos comparativos, pesan más Asia y EEUU. Además, Brasil encabeza la lista de los BRICs (Brasil, Rusia, India y China).

¿Qué hacer frente a este diagnóstico? El documento El Brasil en América Latina presenta dos visiones para reencaminar la política externa brasileña. La integración multifacética y la integración selectiva.

La primera constatación es que Brasil es parte inevitable del Cono Sur, con lo bueno y lo malo de esto, por lo que el país debe desarrollar una estrategia de integración estructural y profunda con la región, que promueva el desarrollo económico y social armonioso, implementando mecanismos compensatorios amplios entre países. La integración no debe ser sólo comercial. Dada la heterogeneidad de modelos políticos y económicos en el continente, esta visión privilegia el principio de no intervención en asuntos domésticos entre países. Una posición elegante y políticamente correcta.

La integración selectiva en una posición más dura, pragmática y sobria, siguiendo la tradición del Barón de Rio Branco. Sin perder la postura y como buenos lords de los trópicos, los brasileños deben reconocer que el mundo no acaba en la línea del ecuador. La integración con la región no es ni inevitable ni necesaria. La diplomacia brasileña en el vecindario debe seleccionar sólo ciertos temas económicos o políticos que están directamente relacionados con los intereses nacionales y debe buscar jugar en las ligas mayores. El cielo es el límite. Esta visión “valoriza la idea de la defensa y promoción de la democracia y relativiza el principio de no injerencia en función de esta idea”.

El seminario fue muy bueno y la fuerza tarea también, así autodenominaron los académicos brasileños que escribieron el informe que colocó a la política externa en el diván del sicoanalista. Y cuando un gigante decide soltar sus rollos, contar sus penas y verbalizar sus problemas, es mejor escucharlo.

3 comments:

J said...

Bienvenido a la blogósfera. Va a ser un gusto leer párrafos tuyos más de una vez a la semana. Yupi!

Gonzalo Chavez said...

Gracias,Stain. Todos los dias diciendo algo a la glogosfera

Jaime Calderón Calvo said...

Gonzalo, que excelente idea. Es a veces tan dificil entrevistarte, ya sea en directo, por teléfono o vía mail, lo malo es que siempre eres brillante. Por si acaso esto es una queja pero siempre un elogio. A ver si podemos conocer más frecuentemente tu opinión de esta forma. Nuevamente felicidades por el contacto con tus fans. Un abrazo.
Jaime Calderón Calvo
Director de Bolivian Business y persona que por primera vez (siempre hay una primera vez) escribe un mensaje en un blog. (ni siquiera sé como voy a poder revisar si me contestas, pero ya voy a aprender.)

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